Josep Pla, Julio Camba, Gaziel y Manuel Chaves Nogales acogieron con esperanza la República y, en mayor y menor medida, se sintieron defraudados por un régimen que veían condenado al fracaso. Su alegría y desilusión se plasmó en crónicas y comentarios que tomaron forma de libros. Destino los reúne ahora en un único volumen: Cuatro historias de la República. Arcadi Espada, Andrés Trapiello, Xavier Pla y Xavier Pericay, editor de esta obra, han escrito cada uno el prólogo de un libro.
Cuatro historias de la República comienza con Madrid. El advenimiento de la República, obra de Josep Pla (Palafrugell, 1897- Llofriu, 1981) publicada en 1933, pero de la que ahora se edita, con un prólogo de Xavier Pla, la versión modificada y ampliada en 1974. "Pla era un editor y un escritor de mentalidad escéptica. No simpatizaba con Madrid y tenía un cierto desprecio civilizado hacia la historia de la República. He percibido en algunos capítulos del libro que él se sentía incómodo consigo mismo y con el hecho de tener que hacer reportajes sobre la República", afirma el historiador estadounidense Gabriel Jackson, autor del libro de referencia La República española y la Guerra Civil.
En Los enemigos de la República se recogen las crónicas, reportajes, entrevistas y artículos que Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897-Londres, 1944), subdirector del diario Ahora, escribió entre 1930 y 1936. " Chaves Nogales es casi un desconocido en España. Para mí, junto con Gaziel, es el mejor observador de la conducta humana durante la República", le describió Jackson. "Era un hombre escrupuloso con las fuentes y que tenía empatía por las clases sociales", continúo. "Era antifascista y anticomunista en los años treinta. Eso me recuerda a la situación de muchos intelectuales en Estados Unidos en los años treinta a los que que se conocía como 'anticomunistas prematuros', porque lo eran ya antes de la Segunda Guerra Mundial", comparó Jackson. El estadounidense elogia que el cronista intentara entender otras mentalidades: "Habla de los campesinos y los pequeños propietarios con simpatía. En 1934 viaja a Asturias y cuenta lo que habla con un guardia civil, una madre...".
Para el escritor Andrés Trapiello, autor del prólogo, Chaves Nogales fue, como los demás periodistas de este volumen, "una tercera vía, de alguna manera aniquilada, al que le hicieron pagar ser antifascista y anticomunista".
Humor amargo
Julio Camba (Villanueva de Arosa, 1884-Madrid, 1962), corresponsal de Correspondencia de España, ABC y Ahora, recopiló bajo el título de Haciendo de República artículos referidos a los primeros Gobiernos republicanos y los editó como obra en 1934. "Camba era ingenioso y un gran narrador de anécdotas. Tenía un humor amargo sobre su propia posición en la guerra", dijo Jackson. "Hablaba en broma sobre la invitación que varias embajadas hicieron a amigos suyos de acogerles y a él no. En el fondo, se sentía muy dolido por este hecho", añadió.
El novelista Arcadi Espada, que firma la introducción a la obra de Camba, piensa que éste llegó a España "convencido de que había una solución para convertir su país en el mismo en que había vivido, Gran Bretaña, un modelo ético". "La decepción en él fue muy profunda. Tuvo una relación muy amarga con la incapacidad de la República de construir un Estado", señaló Espada.
Agustí Calvet, Gaziel (Sant Feliu de Guíxols, 1887-Barcelona, 1964), abarca en un centenar de artículos de opinión, agrupados en La República sin republicanos. Comentarios libres, todo el periodo republicano. La mayoría de éstos nunca se habían editado en una obra y se ha respetado la forma escrupulosa en la que se publicaron en La Vanguardia y Ahora. Para Jackson, Graziel ve Cataluña como motor de España. "Apuesta por una España plural con gran optimismo. Alegre desde los primeros meses de la República hasta los abismos de la desilusión de octubre de 1934. Las dinastías reales trataron de rehacer España a imagen y semejanza de Castilla y Graziel veía en la República la posibilidad de volver a una España plural que casi se consigue con el Estatuto de Autonomía de 1932 que terminó en octubre de 1934 ", subrayó el historiador. Jackson, aunque no se muestra de acuerdo con sus juicios, considera que Gaziel hace un análisis "breve" y "acertado" de todas las fuerzas políticas desde comienzos de 1932.
Estos escritores son en realidad, según el editor de Cuatro historias de la República, Xavier Pericay, "un marco teórico para una generación civilmente desaparecida y una tercera España en cuanto a literatura, eliminada porque no pertenecía a ninguno de los dos bandos".
ELISA SILIÓ 17 ENE 2003
El País
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