Sí, señor. Todo un extraño e increíble manjar este disco. El más inhóspito de todos cuantos ha firmado King Crimson. Para algunos, hasta la fecha el trabajo más radical del grupo, uno de los discos que más ejemplifican que sus obras se deben paladear tras haber descansado el tiempo suficiente en la estantería.
Y uno de los más trabajados conceptualmente, a pesar de las divergencias que se aprecian en él: ni cara a ni cara be, simplemente la “cara izquierda” y la “cara derecha”, dos caras diferentes de dos diferentes monedas, en una cinco temas uno de ellos instrumentales, en la otra otros cinco temas sólo uno cantado.
Y uno de los más trabajados conceptualmente, a pesar de las divergencias que se aprecian en él: ni cara a ni cara be, simplemente la “cara izquierda” y la “cara derecha”, dos caras diferentes de dos diferentes monedas, en una cinco temas uno de ellos instrumentales, en la otra otros cinco temas sólo uno cantado.
Y la portada: un título irónico y un símbolo aún más irónico: mezcla de dos polos y un tercero que aún añade más misterio. Decía Fripp que esto es parte de la pintura que vio el artista que firma la portada cuando recuperó la razón (¡tal como suena!). Un juego dual, de dos conceptos, que en la contraportada son tres.
La música en sí es todo un prodigio. Creo que fue imposible paladearla cuando se publicó: las cuatro canciones del inicio son... aún no encuentro el adjetivo exacto quince años después de haberse publicado el álbum. Arreglos endiablados; instrumentación potente, salvaje y majestuosa; y la voz de Belew jamás había alcanzado tamañas cotas de chirreo e insoportabilidad, y a veces de horterez y cutrerío.
(En relación con esto, alguien también ha comentado que este álbum es hijo de su tiempo, de la música de su tiempo, de la de los ochenta, a medio de camino del pop hortera y de la radicalidad industrial.) Como mucho, se puede paladear en una primera escucha (para su desgracia) Sleepless, un pequeño gran éxito de King Crimson en versión maxi (pago lo que sea por tener todas las versiones de esta canción: las tres del maxi, la del álbum, las de los recopilatorios The Compact King Crimson y Frame by Frame, ¿me dejo alguna?) y en pistas de discoteca (eso me aseguran), las otras tres canciones son...: ¿increíbles?, quizá sí. Nuages es otro bello instrumental a la guisa de The Sheltering Sky y Sartori in Tangier: en definitiva, una trilogía de lo ambient que puede llegar a ser King Crimson: preciosismo a espuertas.
(En relación con esto, alguien también ha comentado que este álbum es hijo de su tiempo, de la música de su tiempo, de la de los ochenta, a medio de camino del pop hortera y de la radicalidad industrial.) Como mucho, se puede paladear en una primera escucha (para su desgracia) Sleepless, un pequeño gran éxito de King Crimson en versión maxi (pago lo que sea por tener todas las versiones de esta canción: las tres del maxi, la del álbum, las de los recopilatorios The Compact King Crimson y Frame by Frame, ¿me dejo alguna?) y en pistas de discoteca (eso me aseguran), las otras tres canciones son...: ¿increíbles?, quizá sí. Nuages es otro bello instrumental a la guisa de The Sheltering Sky y Sartori in Tangier: en definitiva, una trilogía de lo ambient que puede llegar a ser King Crimson: preciosismo a espuertas.
La cara be con Industry, Dig me y No Warning muestran el aspecto más salvaje, más duro, más pétreo, más metálico, más industrial de King Crimson (también son increíbles, pero de otra manera). Casi sin solución de continuidad, se ensamblan los tres temas (Dig me cantado, pero como si no lo estuviera, pero con ese verso monstruoso: “Escárbame, pero no me entierres”), donde lo más vanguardista de este King Crimson de los ochenta da lo mejor de sí. Sencillamente magistral.
Cierra el álbum un tema que daría para una tesis doctoral: la tercera parte de Larks’ Tongues in Aspic, once años después del álbum originario. Otra vuelta de tuerca, la enésima, y que gente técnicamente mucho más preparada que este pobre adepto puede dar buena cuenta de los cambios que presenta respecto a las dos versiones anteriores y de lo que supone.
Sinceramente, a mí siempre me pareció una boutade ponerle este título a esta pieza, e incluso me suena siempre anacrónica, por no decir trasnochada. Eso sí, atención al último minuto: cuando la guitarra de Fripp se empieza a perder (vuelvo a pagar por una versión ampliada y auténtica de este tema y de este final).
Sinceramente, a mí siempre me pareció una boutade ponerle este título a esta pieza, e incluso me suena siempre anacrónica, por no decir trasnochada. Eso sí, atención al último minuto: cuando la guitarra de Fripp se empieza a perder (vuelvo a pagar por una versión ampliada y auténtica de este tema y de este final).
El álbum ideal para saber qué puedes llegar a sentir con la música de King Crimson: amor u odio. Nunca se debe empezar a escuchar el grupo por este disco. Nunca. Las claras divergencias entre los temas cantados y los instrumentales, entre los salvajes y los ambientales... Dios, tampoco no podríamos vivir sin él.
Antoni Mateu 2000
Cara uno (The Left Side)
N.º Título Duración
1. «Three of a Perfect Pair» 4:13
2. «Model Man» 3:49
3. «Sleepless» 5:24
4. «Man With an Open Heart» 3:05
5. «Nuages (That Which Passes, Passes Like Clouds)» (instrumental) 4:47
Cara dos (The Right Side)
N.º Título Duración
6. «Industry» (instrumental) 7:04
7. «Dig Me» 3:16
8. «No Warning» (instrumental) 3:29
9. «Larks' Tongues in Aspic (Part III)» (instrumental)
Adrian Belew - Voz y guitarra
Robert Fripp - Guitarra
Tony Levin - Bajo, Chapman Stick, sintetizador y voz
Bill Bruford - Batería
king crimson.Three of a perfect pair
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