29.4.16

Roberto Bolaño La senda de los elefantes (reeditada en 1999 como Monsieur Pain)


P.-¿Le aflige la idea de la muerte?
V.-(Muy rápido.) ¡No..., no!
F.-¿Le desagrada esta perspectiva?
V.-Si estuviera despierto me gustaría morir, pero ahora no tiene importancia. El estado mesmérico se avecina lo bastante a la muerte como para satisfacerme.
P.-Me gustaría que se explicara, Mr. Vankirk.
V.-Quisiera hacerlo, pero requiere más esfuerzo del que me siento capaz. Usted no me interroga correctamente.
P.-Entonces, ¿qué debo preguntarle?
V.-Debe comenzar por el principio.
P.-¡El principio! Pero, ¿dónde está el principio?
Para narrar los acontecimientos, el escritor se sirve del testimonio de Pierre Pain, un veterano de la I Guerra Mundial entregado a investigar los fenómenos mesméricos (doctrina del magnetismo animal del médico alemán Mesmer) y a curar a enfermos por vía sugestiva.

Bolaño explica que tuvo noticia de Pain gracias a las memorias de la viuda de Vallejo, quien cuenta que le pidió sus servicios para ayudar a su marido enfermo.
Vallejo, tras una larga enfermedad, murió de todas formas, pero la sola mención del solitario y taciturno Pain, de quien se dice que curó al moribundo de un nefasto ataque de hipo, despertó la imaginación de Bolaño.

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