Juan Preciado promete a su madre en el lecho de muerte ir a Comala a reclamar a su padre, Pedro Páramo, "lo que es suyo". Dolores Preciado, su madre, le da una visión idílica del pueblo mexicano que lo ilusiona. Camino a Comala se encuentra con Abundio, un personaje que resulta ser crucial para la obra, aunque al lector no le parezca así.
Éste le dice que también es hijo de Pedro Páramo, pero que el cacique ya ha muerto, lo cual desconcierta al protagonista. Así pues, al llegar a Comala se encuentra con un pueblo desolado, abandonado, semejante a un infierno y cuya atmósfera está llena de muerte.
Es preciso para ello saber que la novela pertenece al realismo mágico, tendencia literaria latinoamericana que presenta lo paranormal (como en este caso las apariciones de almas en pena) como algo cotidiano y la cual tiende a abandonar por lo tanto los criterios racionales.
Así por ejemplo, Juan Preciado se va encontrando con diversos personajes que en realidad son almas en pena, como lentamente comprenderá. Pero hay muchos más elementos que cargan de "muerte" el ambiente. Así pues, se oyen los murmullos de los muertos, hay muchos escenarios en penumbra o aparecen símbolos como los de un caballo despavorido.
Es preciso para ello saber que la novela pertenece al realismo mágico, tendencia literaria latinoamericana que presenta lo paranormal (como en este caso las apariciones de almas en pena) como algo cotidiano y la cual tiende a abandonar por lo tanto los criterios racionales.
Así por ejemplo, Juan Preciado se va encontrando con diversos personajes que en realidad son almas en pena, como lentamente comprenderá. Pero hay muchos más elementos que cargan de "muerte" el ambiente. Así pues, se oyen los murmullos de los muertos, hay muchos escenarios en penumbra o aparecen símbolos como los de un caballo despavorido.
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