En 1977, Alice Cooper se vio forzado a interrumpir su gira del álbum ‘Lace and Whiskey’ debido a sus problemas con el alcohol. La cerveza y el whiskey eran ya elementos inseparables de Alice, tanto dentro como fuera de su personaje, hasta que éste empezó a escupir sangre, lo cuál le llevo a darse cuenta de la gravedad del asunto y a decidir ingresar en un hospital psiquiátrico de Nueva York, el Cornell Medical Centre.
Echándole imaginación al asunto y recibiendo una clara inspiración de la película de 1975 ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’, este nuevo trabajo conceptual de Alice Cooper nos muestra su estancia en aquel “manicomio”, haciendo hincapié en los pacientes mentales y doctores que había a su alrededor, los cuales ganan un gran protagonismo en esta historia, que a fin de cuentas está dedicada a ellos.
La presentación del álbum estuvo muy currada en su día. La portada mostraba dos imágenes superpuestas, una con el rostro de Alice y otra con dos puertas de hospital, que en la edición en vinilo se abrían mostrándonos ‘el interior’ (como el nombre del disco indica), vamos, el salón del psiquiátrico con todos los personajes de esta historia viviendo allí su día a día, imagen que a su vez, tenía otras puertas que se abrían, mostrándonos una de ellas a Alice metido en una habitación acolchada con una camisa de fuerza. Por la parte de atrás del LP, tenemos otro par de puertas que se abren, esta vez las puertas traseras del hospital, y si las abrimos, vemos a Alice saliendo por patas del centro. Además, Marvel publicó un cómic que mostraba de forma gráfica la historia conceptual de este álbum y que a día de hoy es muy difícil de conseguir.
En la edición en CD no se respetó la presentación del vinilo, lo cual es una lástima, porque es digna de ver.
Para la formación del álbum, Alice contó con tres ex-colaboradores de Elton John, quienes aportaron una gran influencia al sonido del disco: el letrista Bernie Taupin, a quién Alice conoció en aquel hospital y con quién compartía adicción por la bebida, el guitarrista Davey Johnstone, y el bajista Dee Murray, además de su habitual guitarrista Dick Wagner. La producción corrió a cargo de David Foster y Shep Gordon.
El sonido del álbum en general es realmente bueno, recurriendo eso sí, a muchos efectos de sintetizador además de teclados y pianos (cosa que puede no gustar a todos, pero que crea una gran ambientación), en temas hard-rockeros que se suelen alternar entre medios-tiempos y temas más cañeros, con alguna balada de por medio.
Una intro de piano seguida de unos riffs con cierto rollo funky y un ritmo de batería tan monótono como efectivo (sonido que será habitual en este disco) nos traslada a ‘From the Inside’... Desde el interior, dónde Alice ya es un caso más, un nuevo paciente que debido a su adicción al alcohol no sabe dónde termina su maquillaje y dónde empieza su verdadero rostro. El tema va ganando fuerza, alcanzando su mejor momento por la mitad, con un riff de lo más sugerente, efectos de sintetizador muy bien puestos y coros operísticos cantando: ‘From the Inside...’
Con mucha caña y unos riffs soberbios, ‘Wish I Were Born in Beverly Hills’ nos muestra el primer caso de locura ajena en este centro psiquiátrico. Nuestro personaje es una señorita con mucho dinero que no puede dejar de gastarlo, vamos, una compradora compulsiva. Alice por su parte, se imagina lo cojonudo que hubiera sido nacer en Beverly Hills, y todas las cosas que haría si eso fuera así.
En ‘The Quiet Room’, Alice reflexiona dentro de la habitación acolchada, donde todo está pensado para no dejar que te autolesiones, rodeado de colchones, sin cordones en los zapatos, sin manillar en la puerta, vestido con una camisa de fuerza... lo cual no hace sino darte aún más ganas de cortarte las muñecas.
Este tema está lleno de teclados y efectos sintetizados. Alice va endureciendo su forma de cantar, empezando con una pronunciación pausada y limpia, que va ganando fuerza y se va volviendo furiosa al son de la música que lo acompaña, llegando incluso a soltar algún falsete repentino, que choca por completo pero queda genial. Muy emotivo.
‘Nurse Rozetta’ es una enfermera sexy, que despierta la lujuria de un sacerdote que trabaja en el centro sanitario. No obstante, en algunas actuaciones en directo es el propio Alice quien, vestido con bata de hospital, empieza a perseguir en silla de ruedas a la enfermera sexy para declararle su amor.
Aquí tenemos otro medio-tiempo, a veces romántico y a veces canalla, con partes de balada y otras de lo más rockeras. La mayoría de la canción es llevada con un piano y riffs funkys de guitarra con un esquema muy similar al del tema ‘From the Inside’, aunque también tenemos algunos sonidos orquestales. Muy buen tema.
‘Millie and Billie’ son una inseparable pareja de psicópatas asesinos que están locamente enamorados, están hechos el uno para el otro y disfrutan de su romántica vida cometiendo crímenes juntos.
Bonita balada medio acústica de Pop-Rock, en la que Alice (Billie) canta a dúo con la dulce voz de Marcella Detroit (Millie).
Al final del tema puede escucharse el ruido de una sierra eléctrica... ¿se han cargado a alguien, o quizá han sido lobotomizados por los doctores?
‘Serious’ parece tratar de un ludópata de Las Vegas, alguien que decide tomarse en serio su adicción al juego y necesita hacerlo una y otra vez (again and again and again and again and again...).
Éste es probablemente el tema más hard-rockero del disco, corto pero muy intenso, con ese riff tan carismático y marchoso con el que empieza. Alice recurre casi por completo a su voz áspera y es genial cuando se traba en algunas palabras repitiéndolas una y otra vez, mas luego el coro pronunciando ‘Serious... it was serious... oh, so serious’ mientras otras voces parecen imitar sonidos locos y cómicos. Mi favorita del ‘From the Inside’, y de lo más pegadiza, por cierto.
‘How You Gonna See Me Now’ viene a ser una carta escrita por Alice para su mujer. Desde su habitación de hospital, Alice se lamenta por haber llegado a ese estado y se pregunta cómo va a verle su mujer tras su regreso, ¿le recibirá con los brazos abiertos?
Me parece una de las mejores baladas de Alice Cooper, muy al estilo de ‘I Never Cry’ u ‘Only Women Bleed’, pero con una temática mucho más intima y personal del verdadero Alice, aquel tipo que nació siendo Vincent Fournier, siguiendo una estela argumental más en la onda de las baladas del ‘Lace and Whiskey’, como ‘You and Me’ o ‘I Never Wrote Those Songs’. Se hizo un videoclip para este tema.
En ‘For Veronica's Sake’, Alice nos cuenta que antes de ser ingresado, dejó una perra en la perrera, la perra Verónica, y puesto que él es su único amigo, necesita escapar de allí "por el bien de Verónica", para poder rescatarla de aquel lugar. También hace similitudes entre él en el manicomio y la perra en la perrera, con estilos de vida similares, ambos viviendo en una celda y con un número de serie asignado. En el cómic de Marvel, Verónica no era su perra, sino su serpiente, que se encontraba recluida en el mismo centro psiquiátrico y con la que Alice conseguía escapar utilizándola como cuerda.
Otro tema bastante marchoso, de esos que te hacen mover la cabeza. Me encanta el elástico riff que va respondiendo a la voz de Alice, cambiando de ritmo de vez en cuando pero manteniéndose en sus trece. Alice Cooper también se luce con este tema.
‘Jackknife Johnny’ es una especie de John Rambo, un excombatiente del Vietnam que no supo asimilar la muerte en combate de todos sus compañeros y que piensa que aún sigue allí, rodeado de vietnamitas.
Otro medio-tiempo llevado con teclados en su mayoría y acompañado por los ya infaltables coros femeninos. Puede que sea el tema menos llamativo del disco (no por ello malo), aunque tiene un solo bastante majo por el final.
‘Inmates (We're All Crazy)’ simpatiza con la locura, dando a entender que todos estamos, de un modo u otro, un poco locos. No somos tontos ni estúpidos, simplemente somos víctimas del mundo en que vivimos, en el cual nuestra mente no encaja.
Estamos ante el tema más orquestal del disco, que incluso diría que tiene tintes operísticos, tratando de cerrar el álbum un poco al estilo ‘Bohemian Rapsody’ de Queen, o ‘The Trial’ de Pink Floyd, con diferentes coros cantados por los supuestos enfermos mentales, que acaban culminando con todos juntos cantando: ‘We're All Crazy...’.
La interpretación de Alice es sublime, tanto cuando canta en plan infantil, como cuando se lo toma en serio, y la letra está muy currada (realmente todo este disco entero se disfrutaría más si tuviéramos las liricas a mano...).
Finalazo con clase para 'From the Inside'.
Y aquí termina esta historia de locos encabezada por el hombre de la chaqueta blanca, cuya estancia en aquel centro psiquiátrico no supuso su completa rehabilitación. Alice empezó a mostrar un aspecto más delgado y demacrado de lo habitual, y su problema no hizo más que empeorar en los años posteriores, sumiéndole en una espiral descendente de la que asegura no recordar casi nada, hasta que finalmente consiguió rehabilitarse del todo en 1985.
1. From the Inside
2. Wish I Were Born in Beverly Hills
3. The Quiet Room
4. Nurse Rozetta
5. Millie and Billie
6. Serious
7. How You Gonna See Me Now
8. For Veronica's Sake
9. Jackknife Johnny
10. Inmates (We're All Crazy)
Voces: Alice Cooper y Marcy Levy
Guitarristas: Dick Wagner, Steve Lukather, Rick Nielsen, Davey Johnstone, Jefferson Kewley y Jay Graydon
Bajistas: Kenny Passarelli, David Hungate, John Pierce, Dee Murray y Lee Sklar
Bateristas: Rick Schlosser, Dennis Conway, Michael Ricciardella y Jim Keltner
Teclados: David Foster, Fred Mandel y Robbie King
Sintetizadores: Jay Graydon y Steve Porcaro
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