El Viaje alrededor de mi cuarto tiene un origen biográfico real: en 1794, Xavier de Maistre fue condenado a seis semanas de arresto domiciliario en su casa de Turín por participar en un duelo. Durante esos cuarenta y dos días compuso este librito, formado exactamente por cuarenta y dos capítulos breves, de una a cuatro páginas, en el que narra, parodiando el estilo de los libros de viajes tan habituales en el siglo XVIII, las vueltas que da en su cuarto, las conversaciones que tiene con su criado, y sobre todo consigo mismo, o sus reflexiones sobre la vida, el arte, el amor, la literatura...
Porque, claro, Maistre no se limita a describir su habitación, que sería muy aburrido: gracias a la división entre "alma" y "animal", su mente puede viajar, llevada por las asociaciones de los objetos que encuentra en su mesa o de los libros de su biblioteca, aun cuando su animal, su cuerpo, esté atrapado entre cuatro paredes. Así, puede ver un cuadro y recordar un viejo amor, ver unas reproducciones de pinturas y reflexionar sobre el arte, o hacer una digresión sobre historia de la literatura universal... Todo ello con la ligereza de quien escribe solo para divertirse, sin pretensiones de estilo o de inmortalidad.
El resultado es un libro ameno, original, extraño; una lectura de una tarde que nadie se arrepentirá de haber hecho. Como nota final que da cuenta de la relevancia que ha llegado a alcanzar esta obrita, Borges (o mejor dicho, Carlos Argentino Daneri) lo mencionan en el relato El Aleph.
(Hay una segunda parte, una Expedición nocturna alrededor de mi cuarto, pero claro, como cabía esperar no tiene la misma frescura del original).
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