21.5.14

Deep Purple "Made In Japan" 1972


“Made in Japan”, creo que todos sabemos de lo que estamos hablando. Deep Purple, tres primeros trabajos de estudio a finales de los 60: Psicodelia, primeros golpes de talento, cierta indefinición. Capricho del teclista Jon Lord, el “Concierto para Grupo y Orquesta”, asentamiento de la nueva formación, el “Mark II”, con la entrada del vocalista Ian Gillan y el bajista Roger Glover, junto al mencionado teclista, el batería Ian Paice y el Hombre de Negro a la guitarra: Ritchie Blackmore.
Golpe de timón de éste último: La audiencia no quiere fusiones entre melenudos y la Filarmónica de Londres, la audiencia demanda Rock & Roll, y si puede ser cañero e hiriente, en la línea de lo que están haciendo al otro lado del Atlántico bandas pioneras como Blue Cheer o Grand Funk, mejor.

Con Blackmore al mando Deep Purple editan “In Rock” en 1970. Revelación. Le siguen “Fireball” del 71 –continuación-, y “Machine Head” en el 72 –consagración-. Giras internacionales, y de una serie de conciertos por tierras orientales en el mes de agosto de este último año se extraen las tomas que en enero de 1973 se publicarán bajo el nombre de “Made in Japan”.

Siete canciones en la edición original. Hoy día cualquiera puede adquirir un pack de tres Cds con las grabaciones completas, básicamente una serie de tomas en distintos días de las siete piezas. Existe una edición doble de 1998 muy recomendable que añade al original un segundo Cd con tres temas habituales en los shows de la banda en aquella época: “Black Night”, “Speed King” y el “Lucille” de Little Richard, todas ellas con sus buenas dosis de improvisación instrumental al gusto de la época.

Pero centrémonos en las siete canciones que integran la grabación tal como ha pasado a la historia: No es el repertorio en sí, con ser éste demoledor. Es la magia de la interpretación, el misticismo de determinados momentos, la habilidad para ejecutar pasajes que requieren una destreza sobrehumana, lo que ha hecho de este disco una obra de arte. Es ese crescendo que parece salir de la nada y que te mete en la gloriosa “Highway Star” sin que te des cuenta.

Es el vacile de Blackmore en el histórico solo de guitarra en la segunda parte de la canción, esa repetición de escalas que abrumaría en aquel año 72 a chavales como Randy Rhoads o Eddie Van Halen. Es el rigor y la seriedad con que Jon Lord toca el órgano Hammond, instrumento asociado a la década de los setenta por antonomasia, ofreciendo partes solistas que compiten durante todo el álbum con las genialidades de Blackmore y su Fender Stratocaster.

Es la leyenda que contiene la canción “Child in Time”, según la cual un individuo entre el público se descerrajó un tiro en la cabeza mientras Ian Gillan susurraba las estrofas. Leyenda, sí, pero lo que se oye en el minuto 09:43 es lo más parecido a un disparo real que vamos a encontrar en una grabación. “Child in Time” contiene la interpretación vocal más potente de la historia.

Es probable que Purple sigan girando hasta el fin de los tiempos, pero una generación entera de aficionados al rock nos hemos quedado sin escuchar esta canción en vivo, porque Gillan hace ya muchos años que no llega a esa cantidad de notas tan altas. Recuerdo una anécdota muy cabrona que el simpático Blackmore relató en una entrevista: Cuando el Mark II se unió hacia 1993 por última vez, una de las condiciones que puso Gillan es que no se interpretaría “Child in Time”.

Hacia el final de la gira del Lp “The Battle Rages On”, el Hombre de Negro ya había decidido que iba a dejar Deep Purple para no regresar jamás. Debía estar deseando que le echaran, y en uno de aquellos últimos conciertos descolocó a todo el grupo cuando empezó por su cuenta a tocar las lentísimas, suaves notas de la introducción de este tema. Paice y Lord se vieron obligados a seguirle, y el genio se partía de risa por dentro al ver a su lado a Gillan, que aferrado al pie del micro le miraba fijamente, deseando fulminarle.

Desde aquella época no han vuelto a tocar la pieza en directo, claro. Pero la tenemos inmortalizada en “Made in Japan”, con su inolvidable letra, aquel “sweet child in time, you´ll see the line, the line that´s drawn between good and the bad…”, con el vocalista susurrando, calentando sus cuerdas vocales para acometer con la potencia de un batallón de artillería los alaridos del estribillo. “Smoke on the Water”, el riff más famoso del Hard Rock. Composición inmortal nacida de una anécdota casual: Un bolo de la banda junto a los Mothers of Invention de Frank Zappa en el casino de la localidad suiza de Montreaux, a la orilla de un lago.

Un botarate con un lanzallamas, un mechero o lo que fuera, el “stupid with a flare gun” mencionado en las letras, que provocó un incendio en la sala sobre el lago que estuvo a punto de terminar en tragedia, y que inspiró al quinteto británico otro momento musical para la posteridad. Como lo es el duelo voz – guitarra que contiene “Strange Kind of Woman”, o la forma en que los cuatro instrumentistas se dejan llevar e improvisan en la eterna introducción del “Lazy”.

Esos ritmos, nacidos del alma de verdaderos rock and rollers que entendían a la perfección el lenguaje del swing, el lenguaje del alma, que se recreaban con sus instrumentos como si tuvieran la sangre de todos los padres del Rock and Roll en sus venas. Hay que escuchar un millón de veces antes de dejar este mundo la armónica de Ian Gillan en este tema, la clase con la que canta, los jugueteos de Lord y Blackmore con el piano y la guitarra…

Es cierto que el solo de batería en “The Mule”, y determinados fragmentos instrumentales de la larguísima “Space Truckin´” pueden resultar un tanto excesivos para el oyente, pero es que en aquellos tiempos se hacían así las cosas. Y si no, que le pregunten a Steve Harris o a Mike Portnoy si no se inspiraron en la ampulosidad de estas piezas a la hora de fundar y liderar sus respectivas bandas.

1."Highway Star" - 6:43 2."Child in Time" - 12:17 3."Smoke on the Water" - 7:36 4."The Mule" - 9:28 5."Strange Kind of Woman" - 9:52 6."Lazy" - 10:27 7."Space Truckin'" - 19:54 

 Ritchie Blackmore – guitarra Ian Gillan – voz Jon Lord – órgano y piano Ian Paice – batería Roger Glover – bajo
 

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