18.2.21

Cesar Martín "Alice Cooper "

Es increíble… ¿Cuántas veces es posible revisitar la historia de Alice Cooper y disfrutar el viaje?

Acabo de ver el nuevo documental “Super Duper Alice Cooper”, dirigido por Reginald Harkema, Scot McFadyen y Sam Dunn, y una vez más ha sido un placer recordar los años de máxima gloria de Alice


Mientras Dunn y compañía repasaban la historia de Alice, me ha venido a la cabeza algo que nos contó Sylvain Sylvain en una larguísima entrevista en la redacción del Popu hace años. Cuando Kiss estaban iniciando su carrera, Sylvain le dijo a Paul Stanley que, en aquellos momentos, Alice era tan grande como Elvis, y el día que un fan le confundiese con Alice Cooper y le pidiese un autógrafo, debía firmarlo en nombre de Alice con orgullo, porque sería la señal de que estaba en el buen camino. Y sucedió. La siguiente vez que se encontraron, Paul le dijo excitadísimo: “¡Sylvain, acabo de firmar mi primer autógrafo de Alice Cooper!”. ¡Qué gran anécdota y cuánta razón tenía Sylvain!

Yo conocí a  Alice y a Kiss al mismo tiempo y desde el primer momento me parecieron igual de esenciales, aunque Alice llegase primero y fuese una influencia tan importante para Kiss. Les había visto muchas veces en las páginas del Popu (más a Alice que a Kiss) siendo un crío de cuatro o cinco años, de modo que cuando finalmente me decidí a escucharles, ya tenía más o menos una idea de lo que encontraría en sus discos.

Como es lógico, la música de Alice me pareció más inquietante. Me gustaron ambos por igual, pero los discos de Alice eran más enigmáticos y misteriosos para un niño de nueve años. Como os debió suceder a muchos de vosotros, por una simple cuestión de edad lo descubrí todo de golpe: el Alice Cooper Group y el Alice en solitario de la segunda mitad de los 70’s. “Love It To Death” se convertiría inmediatamente en mi álbum favorito de Alice Cooper, pero también me fascinaron extrañas obras como “From the Inside”, “Alice Cooper Goes to Hell” o el famoso “Welcome to my Nightmare”.

Una de las grandes decepciones de mi adolescencia sería la cancelación del que debería haber sido su primer concierto en Barcelona, en la gira de “Special Forces”, a causa de una maldita huelga de camiones. Lástima que en su momento no me enterase de que, tras la suspensión de aquel show, Alice pasó dos días en Barcelona e incluso visitó el chunguísimo Kentucky Fried Chicken de Las Ramblas. Cada vez que le entrevisté muchos años después, al decirle que era de Barcelona se aseguraba siempre de comentar que en esta ciudad tenemos el mejor Kentucky Fried Chicken del mundo (!!!).

Tuve que esperar hasta 1987 para ver a Alice en directo por primera vez y no puedo quejarme. “The Nightmare Returns Tour” fue una gira de ensueño. Alice regresaba en plena forma con una escenografía espectacular, un set-list perfecto y nada menos que Kane Roberts cubriéndole las espaldas. Con dos teloneros de lujo (Tesla en su primera gira y los Megadeth de “Peace Sells… But Who’s Buying”), lo que viví aquella tarde/noche en el Long Beach Arena de California pasaría a ser una de mis experiencias rockeras más emotivas de la década de los 80.

“Super Duper Alice Cooper” es un documental brillante hecho a medida para quienes hemos amado a Alice desde la más tierna infancia. En algunos momentos del film se echa en falta un formato más tradicional, yo desde luego habría preferido ver a los entrevistados (sólo utilizan el audio de cada nueva entrevista) y, para mi gusto, se han excedido con los recursos visuales. Pero cualquier fan de Alice disfrutará lo que se cuenta aquí.


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