La precisión detallista de sus descripciones es una característica del estilo literario de Nabokov. Una precisión que en muchas ocasiones puede resultar obsesiva e innecesaria, pero que siempre tiene un objetivo determinado. Los alumnos de la Universidad de Cornell que asistía a sus Cursos de Literatura se quedaban perplejos cuando el profesor les exigía para el examen detallar la distribución de las habitaciones del piso de Anna Karenina.
En La defensa Luzhin esta prolijidad recurrente de Nabokov obedece además a otra intención. Si en su obra Kamera Obscura- Risa en la oscuridad (1932), la narración debe someterse al campo de lo visual, a lo cinematográfico, en La defensa debe hacerlo al ajedrez. Todo objeto es una pieza del juego, todo escenario un tablero sobre el que se plantea un problema de ajedrez.
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