30.6.15

David Bowie "Diamond Dogs" (1974)

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"Diamond Dogs", grabado entre finales de 1973 y principios de 1974, presenta su faceta más indulgente y creativa. Escribió parte del material para el disco durante sus vacaciones después de las sesiones para "Pin-Ups", y la grabación tuvo lugar en los Olympic Estudios de Londres. Aunque el plástico no suscitó un entusiasmo voraz entre los críticos, este trabajo es de los más admirados por sus acérrimos.
Es verdaderamente audaz y una concatenación de hermosas melodías, es lo más cercano que Bowie haya hecho nunca al ideal de una música rock totalmente teatral, con estructuras musicales sumamente ambiciosas e interpretaciones vocales que, con su ostentosa audacia, confieren una nueva dimensión a la obra del intérprete británico.

También es lo más cercano a la creación de un entorno acústico que somete y seduce al oyente. La última secuencia cantada, continuación de "Big Brother", es pura inconsciencia mántrica.

Al principio David Bowie tenía intención de producir un musical basada en la novela de George Orwell "1984", pero cuando la viuda de éste le negó los derechos, se encontró con una serie de canciones relacionadas con el totalitarismo y el apocalípsis del libro sin saber dónde colocarlas.

Bowie sustituyó la Eurasia de Orwell por su propio entorno urbano del apocalipsis futuro: Hunger City. Ésta era una especie de infierno posnuclear, tecnológicamente primitivo, habitado por tribus de protopunks que se dedicaban a saquear la ciudad.

El relato estaba poco desarrollado. Como en los mejores álbumes de Bowie, hay multitud de preguntas sin respuesta, lagunas y contradicciones para permitir al oyente que construya su propia interpretación de los acontecimientos. Los temas de deterioro urbano, decadencia y apocalipsis se someten a un giro psicosexual.

Ésta fue la primera ópera rock de Bowie que no se llevó a escena, si bien se hizo un corto de animación que todavía permanece inédito. Imaginó un futuro en el que granujas de dientes salidos, adornados con pieles y diamantes obtenidos de sus saqueos -de ahí sacó el Duque Blanco el título del disco- se apoderaban de la ciudad.

El protagonista, Halloween Jack, y su banda viven en las azoteas de rascacielos abandonados. En retrospectiva, Bowie comentó: "En realidad todos ellos eran como Johnny Rotten o Sid Vicious". En cierto modo; el disco era un preludio del Punk

Bowie dice que para cobncebir los personajes de Hunger City, se inspiró en un cuento que le había contado su padre, que trabajó durante años en Doctor Barnardos, una institución benéfica. A finales del siglo XIX, lord Saftesbury inspeccionó los barrios más deprimidos de Londres y encontró ciertos de golfillos que vivían en los tejados de la casa.

Bowie tenía esa asociación de conceptos cuando compuso el disco. Éste arranca con Future Legend y su relato hablado que describe un apocalipsis urbano en el futuro. Bowie aludía a dos grandes focos artísticos. En primer lugar: una recitación de la música popular. Por otra parte: la obra del escritor norteamericano William Borroughs.

El uso de cut ups por parte de éste y la visualización de pesadillas de una sociedad habitadad por tullidos desprovistos de sensibilidad; un mundo lleno de drogadictos, criminales, desviados sexuales. El tema describe a la perfección lo que el escritor plasmaba en sus obras: el entorno urbano al borde del derrumbamiento y la deshumanización mediante imágenes y sonidos más sórdidos. que nos ambienta como nadie, con su guitarra desnuda y sus sonidos inquietantes, dándonos una calurosa bienvenida al fin del mundo.

Diamond Dogs estaba aupada por una dimensión distinta de la ostentosa balada jazzística, con ese riff sureño y esos arreglos de saxofón, despreocupada, provocativa, sexy y convirtiéndose en la perfecta banda sonora de las andanzas de Halloween Jack por los tejados de Hunger City presentándonos a sus habitantes y su sociedad.

Con todo, Bowie no era el único que había descifrado la temática de Borroughs e incorporado a la música popular. La Velvet Underground ya había descifrado la temática de este escritor en los sesenta. Medidada la década, las canciones hablaban de amor, no de sexo, y evitaban el amor homosexual a toda costa. Los mundos de chulos y prostitutas, de degradación, de experimentación sexual y abuso de drogas no formaban parte de la idiosincrasia del pop y del rock.

Lou Reed cambió todo eso con "Heroin", "Waiting For The Man" y "Venus In Furs", con el que derribaron el convencionalismo y alinearon la la canción popular con la sinceridad de la expresión literaria. Esto permitio a David Bowie incoporar temas que diez años antes habrían sido considerados tabú. Sweet Thing, Candidate y nos sumerge en el sórdido mundo del sexo callejero, con un Halloween Jack ardiente y sinuoso, que se arrastra entre espasmos de placer sobre una guitarra distorsionada y un saxofón insinuante.

El tema, que empieza dulce y emotivo, como las caricias por encima de la ropa, va subiendo la temperatura, poco a poco, hasta hacerte sudar. Y entonces acelera, el ritmo se vuelve más rápido, como el movimiento de las caderas en la cama, como el ritmo cardíaco cuando sientes a una mujer cerca. Ya para terminar, todo se vuelve casi épico y os hará rememorar esos segundos previos al orgasmo, esos segundos de pura magia y deseo... la música del disco es rica y profusa, con piano, cuerdas, saxo, guitarras de gran belleza en "Sweet Thing" sobre todo.

"Candidate" es una reelectura de Bowie, imitando a Borroughs y a Reed en la construcción y el tono, con su lectura barriobajera de las proezas sexuales. Dos años antes, Bowie había declarado de forma enigmática: "Gente como Lou Reed y yo mismo estamos prediciendo el fin de una época en términos catastrófico. Cualquier sociedad que permite que gente como Lou y yo se vuelva agresiva está perdida de verdad".

Rebel rebel nos tranquiliza un poco, pero no pierde de vista ese aire de ambigüedad que imbuye a nuestro protagonista. El riff, obra de arte dónde los haya, es una auténtica inyección de positivismo, una invitación a romper con los estereotipos que nos encorsetan y simplemente, ser felices como nos sintamos.

Rock n Roll With Me es un auténtico himno al sentimiento rockero por excelencia: la amistad, no en vano fue compuesta por Bowie y su gran amigo Warren Peace. El esfuerzo conjunto de todos los instrumentos en este tema, lo convierten en una pieza sólida, en una pequeña orquesta ambulante que te hincha los pulmones con cada nota.

We Are the Dead nos conduce 1984 con su riff inspirado en Isaac Hayes con una gran carga melódica y profética,

Big Brother es un himno insistente y aterrido al Superdiós que se funde con Chant of the Ever Circling Skeletal Family, un canto realmente alarmante e hipnotizador es uno de los más brillantes que Bowie haya metido jamás en una cinta y supone el cierre del disco.

"Future Legend" – 1:05
"Diamond Dogs" – 5:56
"Sweet Thing" – 3:39
"Candidate" – 2:40
"Sweet Thing (Reprise)" – 2:31
"Rebel Rebel" – 4:30
"Rock 'n' Roll With Me" (Bowie, Warren Peace) – 4:00
"We Are the Dead" – 4:58
"1984" – 3:27
"Big Brother" – 3:21
"Chant of the Ever Circling Skeletal Family" – 2:00


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