Armas:
Las armas se deben reservar para el último lugar, donde y cuando los otros medios no basten.
Soberbia:
La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad.
Padre:
Los hombres olvidan más fácilmente la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio.
Un príncipe... Jamás predica otra cosa que concordia y buena fe; y es enemigo acérrimo de ambas, ya que, si las hubiese observado, habría perdido más de una vez la fama y las tierras.
A pesar de que fue publicada por primera vez en 1513, tal vez ninguna obra reúne de modo tan notable como El príncipe, los grandes lemas de la teoría política.
Los fundamentos de la anatomía del estado, los orígenes y la estructura del poder, la figura del nuevo príncipe, la concepción de la política no como un deber ser sino como una ciencia empírica, la autonomía de la acción moral y la mutación de los valores morales aplicados al objeto político, la relación entre conservación e innovación: estos temas son abordados de manera tan sugerente que ha logrado que la obra mantenga una provocadora actualidad.
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