29.3.16

In Memoriam Carl Orff 1982 "Carmina Burana" (1937)

El trabajo más famoso de Orff, Carmina Burana, se basa en la homónima Carmina Burana, una colección de cantos goliardos de los siglos XII y XIII reunidos en el manuscrito encontrado en Benediktbeuern en el siglo XIX. Escritos por monjes y juglares, la colección atrajo a Orff por lo diverso de sus versos que eran tanto humorísticos, tristes o sugestivos. Entonces eligió unos veinte al azar[cita requerida] y los arregló en crudas canciones para solistas y coro, acompañados por instrumentos y mágicas imágenes.
Este trabajo ejemplifica la búsqueda de Orff por un idioma que pueda revelar el elemental poder de la música, permitiendo al oyente experimentar la música como una fuerza primitiva y abrumadora. La poesía de los Goliardos, que no solamente cantaba al amor y al vino, sino que también se burlaba de la clerecía, encajaba perfectamente en el deseo de Orff de crear una obra musical que apelara a la «musicalidad fundamental» que, como él creía, todo ser humano poseía.

Absteniéndose de una desarrollada melodía y una compleja armonía y articulando sus ideas musicales a través de sonidos básicos y patrones rítmicos fácilmente discernibles, Orff creó un idioma que muchos hallaron irresistible. A pesar del notable sentimiento «primitivo» de Carmina Burana, Orff creía que la profunda llamada de la música no era meramente física.

Carmina Burana forma la primera parte de la trilogía de las cantatas representadas llamadas Trionfi (Triunfos), todas basadas en textos latinos. La otras dos partes son Catulli Carmina y Trionfo di Afrodite.[cita requerida]

La primera representación, en 1937, fue un gran adelanto estilístico que trajo rápidamente fama a Orff. Además, Orff mismo toma a Carmina Burana como el inicio real de su carrera y, por lo mismo, ordenó a su editor destruir todos sus trabajos previos, una orden que, afortunadamente, fue desoída.

Carl Orff: Carmina Burana 

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