11.6.17

Josep Roth "El Leviatán" 1992

Con unos pocos personajes arquetípicos, el escritor austríaco es capaz de ensamblar una historia perfecta, con un trasfondo de tragedia matizado por ese sencillo lenguaje característico de los cuentos creados para ser transmitidos de generación en generación. La protagoniza el comerciante de corales judío Nissen Piczenik, vecino, a comienzos del siglo XX, de la pequeña ciudad de Progrody en el interior de Rusia, de donde no ha salido nunca. Con su negocio atiende la demanda de todo tipo de clientes de cualquier nivel económico, que aprecian en su mercancía la calidad y autenticidad de las piezas.

La llegada del joven marinero Komrover hace renacer su anhelo por conocer el mar, el lugar donde viven las criaturas que sustentan su empresa, pero también donde mora el Leviatán, el pez primigenio encargado de la custodia de los corales y demás seres marinos hasta la venida del Mesías. Ese afán le impulsará a marcharse con el joven marino a Odesa, cuyo puerto visitará diariamente desatendiendo sus obligaciones religiosas.

Aunque el giro dramático del relato se producirá con la aparición de la competencia en la figura de un comerciante húngaro, cuyos corales artificiales, más baratos, acabarán amenazando el negocio de Piczenik, que, tentado por esa encarnación del diablo que representa el húngaro, acabará aceptando mezclar sus corales con los falsos de aquel. A partir de aquí el lector asistirá a las consecuencias de la traición tanto a unos principios morales como a una heredada tradición amenazada por el progreso, ese arrollador Leviatán que no respeta nada.

Joseph Roth mostró a lo largo de toda su obra una constante preocupación por los escenarios que surgen tras la desaparición de mundos aparentemente sólidos y perdurables, como el Imperio austrohúngaro de la familia Trotta en ‘La marcha Radetzky’. Él mismo sería testigo de la funesta eclosión de un régimen que le obligaría, por su sangre judía, a abandonar un país donde su vida no estaba garantizada, aunque acabara perdiéndola en el exilio francés antes de cumplir los cuarenta y cinco. De aquellos tiempos de éxodo data esta pequeña obra maestra de uno de los escritores esenciales del siglo XX.

Rafael Martín

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