12.12.19

The Beach Boys.Capítulo 1 Los comienzos (1942-1962)

Hijo de un alcohólico maltratador, Murry Wilson (Hutchinson, Kansas 1917), se mudó de su Kansas natal a la soleada California con apenas cinco años. Murry era, como sus hermanos y su madre, maltratado por su padre William “Bud” Wilson. Obsesionado por la disciplina, Bud, marcó el carácter de Murry y, de la misma forma, le inculcó su amor por la música. Eran frecuentes las veladas al piano para toda la familia. Ya en edad adulta, Murry, empezó a trabajar y se casó con Audree, con la que tuvo tres hijos Brian, Dennis y Carl. Hombre de agresivo carácter y firmes convicciones morales, endureció aún más sus formas cuando, fruto de un accidente laboral, perdió un ojo que tuvo que sustituir por una prótesis de cristal.
Aunque sin excesivo talento, siempre tuvo una marcada afición por la música heredada de su padre (de hecho, llegó a componer un par de singles para grupos menores de los años 40). El problema es que también heredó de su progenitor sus malas costumbres y golpeaba a sus hijos habitualmente, en especial a Dennis, el más rebelde. Murry siempre quiso triunfar en la música y, consciente de sus limitaciones interpretativas, quería hacerlo a través de sus hijos…, especialmente cuando vio el talento que su primogénito, Brian, demostraba ya desde niño.

BRIAN WILSON

Brian Wilson nació en Hawthorne (California), el 20 de junio de 1942, enseguida demostró un inusitado talento musical, a pesar de ser prácticamente sordo de un oído. Fue durante un recital del coro del colegio, en el que Brian era solista, donde su madre se dio cuenta que el mayor de sus hijos giraba la cabeza intentando enfocar uno de sus oídos (el bueno) hacia la música. Los médicos diagnosticaron que la causa podría haber sido un fuerte golpe…, Dennis Wilson declaró años más tarde que la sordera de Brian la provocó un golpe que su padre le propinó con un bate de beisbol tras fallar en un partido…

Alto, delgado y bien parecido, paradójicamente el joven Wilson siempre tuvo problemas para relacionarse. Dificultades que se vieron acrecentadas por su sordera (siempre se consideró lisiado) y su enuresis crónica. Si a esto añadimos que su padre, el “bueno” de Murry, era extremadamente exigente con su hijo mayor y lo machacaba continuamente con una retahíla de “eres un fracasado”, “no vales para nada” etc., tenemos un cóctel explosivo que es el germen de muchas cosas que luego veremos. Brian idolatraba a su padre y, la dureza con la que éste le trataba, creó en el inseguro adolescente un nivel de auto exigencia que resultó muy dañino.

Brian componía canciones de forma casi compulsiva, eran su única forma de expresión. No sabía apenas hablar y se quedaba absorto escuchando el “Rapshody in Blue” (enlace) de Gershwin. Sólo le interesaba la música, era lo único que entendía. “No entiendo a la gente” –dijo en un test de aptitudes en el instituto- “quizás debiera estudiar psicología”.

MIKE LOVE

Brian gustaba de la compañía de su primo Mike Love. Su antagonista. Brabucón, desenfadado, siempre en la onda…, pero también muy aficionado a la música. Mike, era mayor que Brian, nació en Hawthorne (California) el 15 de marzo de 1941. Fue Brian quien incentivo a Mike a escuchar a The Four Freshmen, grupo de cabecera de Wilson por aquel entonces, y a intentar reproducir sus armonías vocales.The Four Freshmen era, en argot musical yanqui, un Barbery Quartet (conocidos así porque solían utilizarse como grupos de animación en barberías durante la Guerra). Sus complejas armonías tenían al joven Wilson embelesado.


CARL WILSON

El talento de Brian no pasó desapercibido para su padre. Murry se empeñaba en que sus hijos cantaran en armonía junto al piano familiar. Su sueño era sencillo: el compondría las canciones que sus hijos acabarían cantando. Serían famosos.

El más pequeño de los Wilson, Carl (Hawthorne, California, 21 de diciembre de 1946), tenía una bonita voz y, además, mostró enseguida habilidades para tocar la guitarra. De carácter muy maduro (sus hermanos decían en broma que “Carl nació con 30 años”) y también reservado, el benjamín de la familia nunca levantó la voz y seguía a pies juntillas los dictados de su padre y las pautas musicales de su hermano mayor.

Murry le regaló para su cumpleaños una grabadora de dos pistas a Brian. Carl recibió una guitarra… Brian, llevaba tiempo ensayando voces con Mike y Carl, y decidieron reclutar a un amigo de Brian, Al Jardine.

Brian y Al se conocían del equipo de fútbol americano en el que Al era uno de los mejores jugadores a pesar de su escasísima estatura. De esta forma, Brian, Mike, Carl y Al comenzaron a tocar juntos en el garaje de los Wilson. El grupo, que pasó a llamarse Carl and The Passions, para acabar denominándose The Pendletones se dedicaba básicamente a hacer versiones de los Four Freshmen hasta que Carl, más aficionado al rock, le puso a Brian “Willie and the Hand Jive” (enlace) de Johnny Otis.

”Ese mismo día rompí con los Four Freshmen” dijo Brian. El académico y clásico Brian había sido atrapado por el rock. La melodía de Gershwin, las voces de los Four Freshmen y el rock’n’roll…Nadie había hecho esto y tenía buena pinta… La historia del grupo no es una historia de sacrificio y aprendizaje. Empezaron a sonar bien desde el principio: los Wilson, Brian y Carl, llevaban cantando juntos desde casi bebés, casi como Brian y Mike, y, además Al ya era un músico pseudo-profesional por aquel entonces. No obstante, faltaba un miembro, el díscolo Dennis.

Audree Wilson, la madre, rogó a su hijo mayor que enrolara a su hermano en el grupo en un intento de que se centrara. Como Dennis no había demostrado hasta entonces ningún talento (¡cómo cambiaría luego!), Brian, que se negó en un principio, acabó aceptando ponerlo tras la batería.

DENNIS WILSON

Dennis, el mediano (nacido el 4 de diciembre de 1944), era distinto. Hedonista hasta el fundamentalismo, su mundo se dividía en fiestas, chicas, coches, chicas, playas, chicas… No estaba especialmente interesado en la música aunque, desganado, participó durante un tiempo en las veladas musicales con sus dos hermanos y sus padres.

El mundo de Dennis no estaba en las faldas de su madre (como el de Carl) o en un complejo mundo interior, como en el caso de Brian. De hecho, las de su madre eran las únicas faldas que no le interesaban y su mundo era la calle y un “nuevo” deporte que estaba muy de moda en la California de finales de los 50: el surf.

Fue precisamente Dennis el que propuso que estaría bien hacer algo que tuviera que ver con algo tan de moda y tan californiano como el Surf. A Brian le gustó y a los pocos días compuso un tema con la temática surf por bandera, hizo unos juegos vocales a los que, medio en broma, Mike Love añadió una característica línea baja vocal Doo Woop. Era Surfin’  (enlace).

Y es que, desde que recibió, como regalo de su decimosexto cumpleaños, una grabadora, Brian rara vez se separaba de ella. Jugaba, experimentaba, sentía una enorme curiosidad por conseguir los más curiosos efectos de grabación. Tres años después, Brian conseguía grabaciones relativamente satisfactorias, pero sabía que necesitaban grabar algo más profesional, y pronto encontró la ocasión:-”Brian, tu madre y yo nos vamos de vacaciones unos días a México. Te quedas al cargo de todo. Tenéis comida en la nevera. Aquí tienes 200 dólares por si surge alguna emergencia. Si ocurre algo será responsabilidad tuya, eres el mayor y estás al cargo”, fueron las palabras de Murry Wilson mientras cargaba las maletas…

Brian y los chicos tardaron poco en gastar todo el dinero en alquilar instrumentos y micrófonos y llevárselos al garaje de los Wilson. Pasaron todo el fin de semana grabando canciones en la grabadora de Brian, que se estrenaba como productor.

Cuando Murry llegó y se encontró el pastel, la emprendió a puñetazos con Brian que acabó sollozando acurrucado contra una pared. El resto asistió impasible a la escena, apenas Mike soltó un tímido ”Tío, para ya”. Cuando Murry se hartó de golpear a Brian dijo:

-“Poner la cinta, quiero oír qué habéis grabado”

El 3 de marzo de 1961, The Pendletones, entraban en los modestos estudios de la aún más modesta discográfica Candix Records. Murry conocía a Hite Morgan, dueño de la discográfica y lo convenció de que sería bueno para todos que produjera a los Pendletones. Los chicos grabaron un single con la mejor canción que Brian tenía por aquel entonces, “Surfin´” como cara A, y dejaron que el propio Morgan aportara una canción para la cara B, “Luau”. Dennis, limitadísimo en la batería, no tocó en estas sesiones aunque sí hizo armonías con Brian, que tocó el bajo, y Carl y Al, quienes además se encargaron de las guitarras; Mike se encargó de la voz principal.

Terminada la grabación Murry insistió en que eran una ”basura comparadas con sus canciones” e insistió en que deberían grabar sus composiciones en lugar de las de Brian. Afortunadamente, Brian no cedió esta vez y el grupo se mantuvo en que el single se mantuviera con las canciones que habían grabado.

Cuando las cajas de singles llegaron al hogar Wilson y pudieron abrirlos, la sorpresa fue mayúscula. La etiqueta no decía The Pendletones sino The Beach Boys. Murry llamó indignado a Morgan… Al parecer, Russ Regan, un empleado de la discográfica, había decidido por su cuenta y riesgo, cambiar el nombre al grupo por no ser lo suficientemente surfero. Parece que el bueno de Regan pensó que The Beach Boys, era un nombre más apropiado para el mensaje de chicas, playa y surf que se destilaba del single. Ni el grupo, ni la discográfica tenían presupuesto para pagar un cambio de etiquetas, así que el disco se terminó editando bajo el nombre de The Beach Boys.

El día que el grupo, en ese momento a bordo del Ford del 57 de Brian, escucharon por una radio local los primeros acordes de “Surfin´”, fue el punto de inflexión. Según dijo Dennis años después, ”fue lo máximo, aún puedo recordar su cara, es la única vez que vi realmente feliz a Brian”

”Brian, podemos dedicarnos a esto…”, dijo Mike que era el primer interesado. Acababa de ser expulsado de casa por haber dejado embarazada a una chica, meses después contrajeron matrimonio.

Murry, autoerigido, en manager, creó la editora Sea Of Tunes, destinada a proteger (para sí mismo) las canciones de Brian. Acto seguido se puso a trabajar en la promoción del grupo y les consiguió una serie de conciertos para los que preparó lo que sería la imagen propia de la banda en sus primeros años: impolutos pantalones chinos y camisas …

La mezcla comenzaba a funcionar, en febrero de 1962 el single llegó al número 2 en las listas locales de Los Ángeles y alcanzó el 75 en el Billboard a nivel nacional. Era el momento de intentar dar el salto, Brian compuso dos nuevos temas. Los grabaron en estudio y, por mediación de Murry, la banda consiguió una reunión con Nick Venet, uno de los productores de la gran compañía discográfica Capitol Records. Pero antes de que se produjera la reunión, Al Jardine –conservador redomado-, pensó que eso del rock era demasiado bohemio para él y lo dejó para estudiar odontología…, la banda llamó a un vecino (un crío) que a veces ensayaba con ellos, David Marks.


Cuando Venet escuchó Surfin Safari intentó reprimir su entusiasmo. Era un producto acabado, impecablemente interpretado, comercial y aprovechaba el tirón de la moda surf…, no podía creer su golpe de suerte. Además, eran composiciones originales del propio grupo que, encima, tenía una imagen impoluta.

-“No está mal” –dijo Venet- “escuchemos la otra” Cuando había oído apenas ocho compases de 409, ya había decidido ficharlos.

-“Me gusta, en especial el efecto de motor de coche”

–”No es un efecto”, dijo Brian,”Es mi amigo Gary Usher en su coche, conectamos una extensión de cable a mi grabadora Wollensack” –la que tenía desde los 16 años- “y le hice pasar por delante de la casa cientos de veces hasta que encontré el sonido ”.

Vaya, encima el chico tenía idea de producción, componía, hacía los arreglos… Tenía algo ese tal Brian. Esta obsesión por el más mínimo detalle en el sonido sería una constante en las grabaciones del grupo a posteriori.

El 16 de julio de 1962, los Beach Boys firmaron con Capitol por seis años. El contrato obligaba al grupo a entregar seis composiciones originales el primer y segundo años, ocho el tercero, diez el cuarto y doce el quinto y sexto año. El grupo recibiría el 5% de las ventas y debería asumir de este porcentaje los gastos derivados de la grabación.

“Surfin Safari / 409” debutó en las listas americanas en el verano de 1962, alcanzando el número 14.

Brian se encargó del bajo, David y Carl de las guitarras y Dennis de la batería. Mike cantó la voz principal mientras el resto le apoyaron con fantásticas armonías. Se trata de dos temas de marcada temática californiana dedicadas al surf y a un coche respectivamente. Son pegadizas, pero no dejan de ser canciones adolescentes muy bien ejecutadas pero de escaso valor artístico. Esto era sólo el comienzo. Ladies and Gentlemen, The Beach Boys!


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