Con Brian intentando recuperarse del golpe que supuso la anulación de SMiLE (aunque, en cierto modo, también fue una liberación) y liderados por su nuevo manager David Anderle, consiguen que Capitol les permita publicar sus discos en el nuevo sello del grupo, Brother Records. A cambio, los Beach Boys retirarían la demanda interpuesta por el retraso en el pago de los derechos de autor.
Bajo el nuevo sello y muy presionados por Capitol (que aún sería la editora), el grupo se ve forzado a publicar un nuevo single. Para ello, utilizan una versión regrabada, mutilada y drásticamente reformada de “Heroes and Villains” (enlace) una de las canciones centrales de SMiLE. Inician, así, una práctica que sería una constante durante varios años: acudir al cajón de sastre llamado “Smile” en busca de canciones cuando los ideas flojeaban. La mutilación de “Heroes and Villains” es dolorosa, la canción pasa de ser una suite de casi cinco minutos a un tema mucho más plano –aunque extraordinario- de poco más de tres. La cara B del single sería para la inofensiva “You’re Welcome”(enlace).
A pesar de la mutilación, es una gran canción con –posiblemente- los mejores juegos vocales en la carrera de la banda. No mantiene el nivel de “Good Vibrations”, pero sigue siendo un excelente tema y con un importante componente de innovación. No obstante, el público ya los había crucificado. Habían creado demasiada expectación y “Heroes and Villains”, con toda su calidad, se queda en un número 12 en listas. Para Brian fue especialmente doloroso comprobar como una de las canciones de las que más orgulloso estaba, se había quedado fuera de un Top-10.
La insaciable Capitol intentó remediar la falta de LP’s del grupo con la edición de dos grandes éxitos, Best of The Beach Boys Volume I & II, estrategia que demostró ser una torpeza y aumentó la imagen caduca del grupo ante la opinión pública. El grupo vuelve a aparecer como una panda de surferos bien intencionandos en medio de todo el movimiento psicodélico y los discos son recibidos de forma tibia.
Probablemente con la idea de romper con todo lo que recordara al fiasco SMiLE, Brian y Marilyn compran una mansión en Bel Air a la que se mudan inmediatamente. Marilyn puso un especial celo en decorar la casa de una forma menos estrafalaria y más conservadora en un intento de apaciguar la locura de Brian pero, para cuando se quiso dar cuenta, Brian había construido un estudio en una habitación oculta tras la librería del salón donde había instalado una cama y un frigorífico enorme.
El grupo intentó ayudar a Brian a recuperarse y, de paso, saciar a Capitol con una nueva idea. Grabarían un nuevo LP en directo. Para ello darían dos conciertos en Hawaii y Brian estaría en el escenario. El problema es que, de los dos conciertos, uno fue bastante malo y en el otro hubo problemas técnicos con la grabación, con lo que el proyecto fue cancelado. Sin material nuevo, el grupo decide rescatar algunos temas del malogrado “disco perfecto”, desnudarlos y grabarlos de nuevo desde una nueva óptica. Grabarían el disco en casa, en familia. Así nació “Smiley Smile”.
SMILEY SMILE
Publicado en USA en septiembre de 1967
CARA A
-Heroes and Villains (B.Wilson-V.D.Parks)
-Vegetables (B.Wilson-V.D.Parks)
-Fall Breaks and Back to Winter (the Woody Woodpecker Simphony) (B.Wilson)
-She’s goin’ bald (B.Wilson-V.D.Parks-M.Love)
-Little Pad (B.Wilson)
CARA B
-Good Vibrations (B.Wilson-M.Love)
-With me tonight (B.Wilson)
-Wind Chimes (B.Wilson)
-Getting’ Hungry (B.Wilson)
-Wonderful (B.Wilson)
-Whistle in (B.Wilson)
Grabado en dos semanas en el estudio casero de Brian, “Smiley Smile” nació condenado. Era inevitable que la gente lo comparara con la idea que se habían hecho de lo que sería SMiLE, era inevitable que la gente lo comparara con “Pet Sounds”, era inevitable que la gente lo comparara con “Sgt.Pepper’s” de los Beatles, el “Are you experienced” de Hendrix o el debut de otros Angelinos, los Doors… Las críticas fueron demoledoras y el disco fue calificado de ”desastre”, “ridiculez”, “broma pesada”…
Pero…¿tan malo es?, en absoluto. “Smiley Smile” es campechano, subproducido, sencillísimo…, pero ¿cómo puede ser malo un disco con “Heroes and Villains”, “Vegetables”, “With me tonight”, “Wonderful” o… “Good Vibrations”?
El problema de “Smiley Smile”, además de la enorme sombra de SMiLE, es que tanto el grupo como el disco, iban en absoluta contracorriente. Los Beach Boys del aclamado compositor, productor y arreglista Brian Wilson que apenas un año antes habían asombrado al mundo con la sofisticación de Pet Sounds y Good Vibrations, se desmarcan de todo y todos y editan un disco casero, sin arreglos y apenas instrumentación en el que sólo dos canciones superan los dos minutos. Carl Wilson lo explicó muy bien: ”la gente esperaba un golpetazo y apenas dimos un pequeño roce”
Sinceramente, creo que, de haberlo oído en el 67, a mí también me hubiera decepcionado “Smiley Smile”… A poca gente le gustó (Pete Townshend de los Who siempre lo ha defendido), como demuestra su número 41 en listas, pero con el paso del tiempo cada vez son más las voces que defienden el disco.
Después de diez LP’s entre 1963 y 1966, este es el primero en no ser producido por Brian Wilson y es el grupo el que aparece en los créditos. Brian se rinde a la mayoría, abandona SMiLE y la producción en solitario en un mismo movimiento. De la misma forma, también es el primero en mucho tiempo en el que no hay músicos de sesión (a excepción de los de “Heroes and Villains” y “Good Vibrations” que habían sido editados como single) y, los pocos instrumentos que aparecen en el disco, corren a cargo de los Beach Boys. Podemos decir que este disco, el primero en editarse en el nuevo sello Brother, es el LP en el que el resto del grupo tiene más influencia desde los primeros tiempo de la banda…, no obstante y por primera vez, todas las canciones son de Brian. No hay versiones ni canciones compuestas por el resto del grupo, todo es material wilsoniano.
El disco se abre con la fantástica “Heroes and Villains” que es una forma extraordinaria de abrir el disco aunque resulta muy engañosa. De la misma forma que ocurre con “Good Vibrations”, la sofisticación de este tema, a pesar de los enormes recortes con la original, contrasta en exceso con la austeridad del resto del disco. En cualquier caso, es una obra de arte, un clásico de los 60 que fue concebida como una suite musical localizada en el antiguo Oeste, con cantinas, héroes, villanos, indios y toda la imaginería propia del género. Es una continua montaña rusa musical, con subidas, bajadas, momentos eufóricos, melancólicos, siniestros, tiernos… Las voces son, más que nunca, espectaculares destacando la voz principal de Brian mucho más “liberada”, menos académica, que en otras. No obstante, obligatorio escuchar la versión original (la larga), en la que todo lo comentado anteriormente, se eleva a la enésima potencia y nos muestra lo que podría haber sido “SMiLE”.
La siguiente canción, “Vegetables”, es otro tema procedente de SMiLE que fue regrabada para Smiley Smile. Es la canción en la que Paul McCartney participó haciendo percusión mediante el masticado de zanahorias. Entronca con el “buen rollo” que quería transmitir el SMiLE original y tiene un marcado punto humorístico a nivel lírico. Independientemente de la temática, es una preciosa melodía y está cantada de forma magistral por Alan, Brian y Mike.
Respecto a la versión original que estaba destinada para SMiLE , pierde grandilocuencia y algunos pasajes preciosos que, en su próximo disco –Wild Honey-, recuperarían bajo el título de “Mamma says“.También de restos de “SMiLE”, concretamente de “The Elements: Fire (Mrs. O’Leary’s Cow)” y “Workshop”, deriva la experimental “Fall breaks and back to winter (Woody Woodpecker Simphony)”, un jugueteo experimental de Brian. Es de escaso interés salvo por las siniestras armonías de fondo a cargo de todo el grupo. Es un tipo de canción que se aleja quizás demasiado radicalmente de lo que el público esperaba de Brian Wilson, no obstante está mucho más cerca del ambiente psicodélico imperante en 1967. Olvidable.
En “She’s going bald”, tenemos a Brian jugando con el pitch de la mesa de mezclas. La canción no es mala y tiene una muy buena melodía, pero el efecto de voces de helio le da un toque más estúpido que otra cosa. En esta ocasión la sesión de porritos se les fue de las manos. Aún con todo, tiene buenos momentos pasado el primer minuto y medio. Tampoco pasará a la historia y lo más destacable es oír a Mike –calvo incipiente- cantar sobre la alopecia. Parece que parte de la marihuana que quedó de la sesión de “She’s goin’ bald” la utilizaron para “Little pad” (enlace)…, pero esto ya es otra cosa. Empieza con un simpática introducción que da paso a unas armonías murmuradas de una belleza pasmosa e interpretadas como sólo ellos sabían. Canción muy sencilla pero encantadora.
La cara B, empieza con “Good Vibrations”, poco más que decir, salvo que es perfecta. “With me tonight” es posiblemente la mejor de las canciones no procedentes de SMiLE, casi a capella con Carl cantando de forma absolutamente estelar. Muy bonita. Jimi Hendrix, al que nunca le gustaron los Beach Boys, los definió como “un cuarteto de barbería psicodélico”…, nunca fue tan verdad como en esta canción. Preciosa.
Otra de las canciones rescatadas de SMiLE es “Wind Chimes”. Con todo el grupo cantando por turnos la preciosa melodía principal, esta atmosférica versión , parca en instrumentación y con un marcado toque siniestro, difiere bastante de la original concebida para “SMiLE”, mucho más luminosa y trabajada. Las dos versiones son fantásticas. “Getting hungry” es otra canción sin demasiado peso. A través de unos curiosos arreglos, combina unas siniestras estrofas con un sencillo y atractivo estribillo. Es un tema agradable pero tampoco hay demasiado que comentar. Curiosamente, fue editada como single acreditada a Brian y Mike. Ni siquiera entró en listas.
La fantástica “Wonderful” iba a ser uno de los temas importantes de “SMiLE”. Fantástica canción. Al igual que ocurre con “Wind chimes”, toman una canción que estaba proyectada para SMiLE y realizan una versión “oscura” de la misma. Casi susurrada por Carl y con una austera instrumentación, transmite un inquietante aire de misterio que la aleja de la brillantísima versión original de la canción . A estas alturas, se entiende la desazón que produjo entre los que escucharon lo que pudo ser “SMiLE”, la cancelación del proyecto. “Smiley Smile” no es un mal disco, pero siempre será el sustituto de lo que podría haber sido un trabajo grandioso.
El disco termina con otra canción que podríamos calificar de “menor” pero, de nuevo, con una melodía muy atractiva tratada de forma minimalista, “Whistle in”.
“Smiley Smile” son los restos del naufragio de “SMiLE”…, ni más, ni menos. Obviamente no resiste la comparación con la que iba a ser la obra magna de Brian…, ni con “Pet Sounds”, “Summer days” o “Today”, pero es un disco muy disfrutable si evitamos las comparaciones. De hecho, de alguna forma, los Beach Boys se adelantan al estilo back to basics que, un año después (1968), practicarían Beatles (“White Album”), Dylan y gran parte de la aristocracia del rock hastiada de los efectos de la psicodelia.
Es un disco honesto, sencillísimo y pretendidamente terapeútico para un Brian en horas muy bajas. No obstante, a pesar de las buenas intenciones, fue un rotundo fracaso en Estados Unidos y se quedó en un número 41, el peor resultado del grupo. El consuelo vino desde Inglaterra, donde el público aún estaba alucinando con “Good Vibrations” y aupó el disco hasta el número 9.
No corrían buenos tiempos para el grupo. Apenas un año antes eran los más grandes, pero mientras el mundo musical seguía “volando” en una especie de alucinación catártica producida por la psicodelia, los californianos nadaban en una arriesgada contracorriente. Monterrey supuso un punto y aparte en el mundo del rock. Nadie quería ya éxitos “chico conoce chica“, querían nuevas sensaciones… No asistir a Monterrey fue un grave error estratégico que hasta años después no lograron calibrar, pero sus vidas no estaban lo suficientemente ordenadas como para poder medir las consecuencias de semejante decisión. Brian seguía en caída libre.
TEXTO: Guillermo Mittelbrunn. 1 de septiembre de 2012
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