10.5.20

Djuna Barnes (1892-1982)

En los años treinta Djuna Barnes llevaba su encanto misterioso por París, arrebataba a Anais Nin que le escribía cartas pidiendo verla, y pergeñaba la pasión nocturna de “El bosque de la noche” donde la joven Robin Vote es como un precipicio demoníaco que destruye a todos y el doctor O´Connor es como un Pitoniso lleno de verbosidad que lo suelta todo sobre la noche y sus trapos sucios. Solita Solano en aquella época, novia de la periodista Janet Flanner, parece que no hiciera más que posar para la foto maravillosa con Djuna Barnes en el café de Sain Germain des Pres, pero después de la guerra mundial, se convirtió en la sucesora de Gurdjieff, el sabio armenio de los nueve despertares y de la metafísica del sexo que fascinó a tantas personas, y escribió sus enseñanzas: “Gurdjieff y las mujeres de la Cuerda”.

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