La novela cuenta la historia de una familia que vive en Saint Botolphs, un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra, desde los padres de familia (el capitán Leander y su mujer Sarah), hasta sus hijos Coverly y Moses, pasando por la arisca tía Honora, magnate del clan. El protagonista, Leander, se haya inquieto por dos desgracias: por un lado, puede perder su negocio (es capitán de un barco de turistas), y por otro, sus hijos, que ya están creciendo, se marcharán a Nueva York y Washington para buscar trabajo y madurar como personas. La perspectiva de la soledad y el ocio le produce no pocas preocupaciones.
John Cheever pertenece a la llamada generación del New Yorker, ese grupo de escritores norteamericanos que se iniciaron en este periódico. Conocido por sus relatos, es autor de cinco novelas, dos de ellas dedicadas a la familia Wapshot.
En su literatura observamos un agudo retrato de la sociedad norteamericano de la época en una pequeña comunidad, y al contrario de sus contemporáneos, en Cheever encontramos un afán por la experimentación (moderada) no exenta de ironía. Sorprende la manera de contar del autor, saltando de un personaje a otro (la novela es muy ambiciosa) sin dejar de interesar en ningún momento.
De todas maneras, y aunque trata de abarcar a todos los personajes, los protagonistas principales son Leander y sus dos hijos, de los que se cuenta su periplo fuera del hogar paterno. El personaje de la madre queda algo difuminado, y el de Honora, tal vez el más interesante de la novela, es secundario al lado de los varones.
Este libro ganó en 1957 el Nacional Book Award, y su continuación ("El escándalo Wapshot") el American Academy of Arts and Letters Howells Medal en 1965.
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