El novelista y ensayista Sergio Pitol (México, 1933) ha obtenido el Premio Juan Rulfo, equivalente hispanoamericano del Cervantes, en reconocimiento al conjunto de su obra literaria. La ambigüedad y la nostalgia son dos características del autor de El tañido de una flauta, que también ha traducido a Henry James y Joseph Conrad.
El premio, dotado con 100.000 dólares (unos 15 millones de pesetas), ha sido otorgado en años anteriores a escritores como Augusto Monterroso, Nélida Piñón y Juan Marsé, el único español de la lista. El ganador del premio literario más prestigioso en Latinoamérica siempre se ha mostrado muy crítico con el realismo mágico, género que, según Pitol, ha dado pie a la aparición de muchos y malos imitadores.
Su escasa identificación con la literatura latinoamericana se debe al largo exilio que le mantuvo durante años fuera de su país. Se marchó de México en 1960 para pasar unas vacaciones culturales en Europa, donde acabó viviendo 30 años, tres de ellos en Barcelona. El novelista escribió toda su obra en el extranjero.
La obra de Pitol, que empezó a escribir en los años sesenta, se caracteriza por la creación de un universo de ambigüedades en el que se demuestra la inexistencia de cualquier verdad absoluta. El escritor mexicano, atraído por la duda, prefiere evitar al lector las certezas de un narrador que lo sabe todo. Pitol, que cree que la frontera entre los géneros es difusa, tampoco ha respetado las barreras en su carrera profesional: es autor de siete libros de cuentos y cinco novelas, y ha sido traductor, profesor universitario y embajador de México en Varsovia, Budapest, París, Moscú y Praga.
Su escasa identificación con la literatura latinoamericana se debe al largo exilio que le mantuvo durante años fuera de su país. Se marchó de México en 1960 para pasar unas vacaciones culturales en Europa, donde acabó viviendo 30 años, tres de ellos en Barcelona. El novelista escribió toda su obra en el extranjero.
La obra de Pitol, que empezó a escribir en los años sesenta, se caracteriza por la creación de un universo de ambigüedades en el que se demuestra la inexistencia de cualquier verdad absoluta. El escritor mexicano, atraído por la duda, prefiere evitar al lector las certezas de un narrador que lo sabe todo. Pitol, que cree que la frontera entre los géneros es difusa, tampoco ha respetado las barreras en su carrera profesional: es autor de siete libros de cuentos y cinco novelas, y ha sido traductor, profesor universitario y embajador de México en Varsovia, Budapest, París, Moscú y Praga.
El escritor obtuvo en 1984 el Premio Herralde con El desfile del amor, una novela de intriga, con grandes dosis de humor esperpéntico, sobre la historia de México. Su último trabajo, El arte de la fuga, fue elegido en México como mejor libro del año.
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