El desamparo metafísico, la anulación del individuo bajo el peso del Estado, paralizado en una maraña de leyes y designios opacos, incomprensibles, en las redes de un poder anónimo, difuso y siempre omnipresente, irrebasable... todo ello expresaba a la perfección no sólo el sombrío advenimiento de las sociedades totalitarias, sino el carácter esencial de nuestro tiempo. En este sentido, El castillo no puede dejar de ser una novela completamente kafkiana, absorbente y desconcertante.
24.9.09
Franz Kafka "El castillo" Inconclusa. Escrita en 1922. (1926)
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