ROBERT FRIPP: LA DISCIPLINA COMO MÉTODO,
KING CRIMSON COMO MEDIO
ROBERT FRIPP: EL REY TUERTO EN UN MUNDO DE CIEGOS
KING CRIMSON: ¿EL REY TUERTO EN UN MUNDO DE CIEGOS?
LA VUELTA DE KING CRIMSON:
ROBERT FRIPP, PRESENTE
No es el lugar ni el momento de recordar la trayectoria de uno de los grupos más importantes de la historia del rock: King Crimson [KC]. Desde estas páginas ya se ha hecho y de una manera harto profusa (véase José Boix, “La corte de los milagros”, Ruta 66, núm. 84, mayo 1993).
Baste recordar un breve párrafo: “Ampulosos en ocasiones, casi siempre monumentalistas, Robert Fripp y sus súbditos del reino escarlata marcaron la pauta del art-rock británico conciliando la lírica psicodelia con un fructífero sentido del vanguardismo.
Fueron la excepción de la regla sinfónica y durante casi dos décadas facturaron música imponente y arriesgada, no por pretenciosa menos significativa”. Pero esto en cuanto a los años que van de 1968 a 1984, desde que KC se formó hasta que “hibernó” por tercera vez. El caso es que KC ha vuelto a renacer. Y esto hay que tenerlo en cuenta.
Robert Fripp: la disciplina hecha música
KC es evidente a estas alturas de la historia del rock un traje hecho a la medida de Robert Fripp. Fripp es el aglutinante, el catalizador, el motor... Es el que aparece en todas la formaciones de KC desde el lejano 1968. KC es el medio utilizado por Robert Fripp para dar salida a un tipo de música que de ningún otro modo podría ver la luz, si no fuera bajo el nombre de KC.
Cuando en 1974 Robert Fripp sentenció que “KC ha dejado de existir”, pocos daban un duro por él sin KC.
Poco a poco, cuando el paso del tiempo empieza a poner las cosas en el verdadero lugar que les corresponde, se empieza a crear el mito de KC, pero de Fripp, nada de nada. Por ejemplo, un disco que ahora, con el paso del tiempo, es considerado una pieza clave en la música electrónica de este final de siglo (ambient, techno...) cuando se editó (en 1973 y con el mejor KC en escena) casi pasó sin pena ni gloria y con pocos que entendieran de qué iba el asunto.
Se trata de No Pussyfooting, de Fripp & Eno. “¿Cómo un guitarrista de tanta fama puede haberse unido a un tipo estrafalario, lleno de purpurina y rímel cuando tocaba los teclados en Roxy Music, para crear un disco tan monótono, lineal y aburrido?”, se preguntó el personal.
Fripp anunció, tras la desaparición de KC, que “el segundo nivel del camino es una organización pequeña, móvil, varias unidades inteligentemente entrelazadas para crear un marco que reemplace los dinosáuricos modelos de organización”.
Es decir, atrás deben quedar los “grandes grupos” (siempre se señala a Yes, a ELP y también a Genesis, pero había otros), las grandes discográficas y los grandes negocios, y su lugar lo deben ocupar pequeños grupos, unidades pequeñas, móviles... Pocos lo entendieron. Pero después surgió el punk y él mismo “creó” organizaciones pequeñas, móviles...
Todas las entrevistas que daba y que da estaban plagadas de respuestas que, más que dar respuesta, lo que hacían era sentenciar a partir de la teorización de lo que ocurría en un mundo, el del rock, que pocos se lo tomaban en serio. Y él se lo tomaba muy en serio. Y se lo continúa tomando.
Volvió a ser incomprendido con el segundo disco junto a Eno (Evening Star), pero empezó a ser respetado cuando colaboró en el primer disco de Peter Gabriel, cuando le produjo el segundo, cuando colaboró con David Bowie en Heroes, cuando produjo el primer disco en solitario de Daryl Hall (del dúo Hall & Oates) y cuando en Nueva York se hizo ver más de lo habitual en él, en actuaciones de Blondie (sí, Blondie!), de Talking Heads, de The Roches, de The B-52's (sí, The B-52's!)...
Y en 1979 Fripp publicó su primer disco en solitario: Exposure, que debe ser considerado en palabras del mismo Fripp una autobiografía musical. Un disco en el que aparecen todas las características de la música de Robert Fripp (y de KC) y una larga lista de colaboradores: Barry Andrews (de XTC), Phil Collins, Brian Eno, Peter Gabriel, Daryl Hall, Peter Hammill, Tony Levin, Jerry Marotta, Terre Roche (de The Roches, grupo de folk-rock al que Fripp ha producido dos álbumes), Chris Stein (líder de Blondie, que hizo la portada de Exposure)...
En los textos que acompañan a Exposure se exponen una serie de cuestiones a tener en cuenta: Exposure había de ser la tercera entrega de una trilogía “más orientada hacia el rock” y formada junto a Sacred Songs de Daryl Hall y Peter Gabriel II, pero “por el retraso de los dinosaurios” fue imposible que esta idea se llevara a cabo. Por lo tanto, Exposure pasó a ser el primer disco de otra trilogía (Drive to 1981), únicamente formada por obras de Fripp y que además de Exposure estaría constituida por un disco de “frippertronics” y otro de “discotronics” (o “la experiencia musical resultante del intersticio entre los frippertronics y la música disco”).
La verdad es que Drive to 1981 tuvo cinco capítulos: el primero, Exposure; el segundo, God Save the Queen (el disco de frippertronics), y el tercero, Under Heavy Manners (el de discotronics), acabarían como las dos caras del mismo disco; el cuarto, Let the Power Fall (un disco completo de frippertronics y que empieza donde termina God save...); y el quinto, The League of Gentlemen (un disco completo de discotronics y que empieza donde termina Under heavy...), aparece firmado como grupo, un grupo que sólo duró una gira y un año y del que hace poco se ha publicado un CD en directo de aquella época: Thrang Thrang Gozinbulx.
Drive to 1981 muestra, tras el paso de los años y tras las revisiones de todos los capítulos editados en forma de disco (Exposure se mantiene casi tal cual y los otros tres discos son revisados y remezclados en el elepé God Save the King), que detrás de las teorías que pululan por el cerebro de Robert Fripp hay toda una manera de entender la música que va desde lo más electrónico y los más experimental hasta lo más pop y rock, vistos desde un punto de vista comercial y sin perder una brizna de calidad. Exposure y God Save the King (éste visto como una antología revisada) son dos obras que muestran y demuestran de qué es capaz Fripp.
Tras este periodo de 1977 a 1981, siguió el que Fripp llamó en principio Incline to 1984. Pero los planes se alteraron. El grupo que debía ser conocido como Discipline pasó a llamarse KC, debido a la intensidad crimsoniana que transpiraba la música y el grupo. Así nació la conocida tercera etapa de KC. Una etapa que vuelve a demostrar qué ocurre siempre con los discos de KC: apreciados correctamente cuando han pasado algunos años desde que se editaron. Sólo hace falta escuchar Three of a Perfect Pair.
Antes de que KC volviera a dejar de existir (por tercera vez). Entre disco y disco Robert Fripp tuvo tiempo de editar dos discos junto a Andy Summers, el guitarrista de The Police. Si antes fue Fripp quien colaboró con otros músicos y entonces fue respetado, ahora le toca el turno a Andy Summers. Los dos discos, I Advance Masked y Bewitched, muestran dos virtuosos de la guitarra y de multitud de instrumentos en plenitud de facultades a la hora de componer: todo tipo de influencias y todo tipo de estilos convergen en dos discos que hay que digerir con mucho cuidado por lo imprevisto de las composiciones: más allá de la New Age cuando aún no existía y más allá de la Lounge Music más hortera. Cuidado.
Tras la tercera disolución de KC, Fripp se dedicó a “permitir que el futuro se presentara por sí mismo”. Y el futuro se le presentó de dos maneras: los seminarios de Guitar Craft y la cantante Toyah, que se convirtió en su esposa.
Como presidente del Instituto de Educación Continua (una sociedad con sedes en Inglaterra y Estados Unidos y cuyo fundador, J.G. Bennett, aparece en discos de Fripp con peroratas del estilo “Es imposible conseguir placer sin sufrir”), Robert Fripp trabajó en la organización de unos seminarios de guitarra: Guitar Craft, que empezaron en 1985.
Guitar Craft eran algo más que unos cursos de guitarra que iban de los más elemental a lo más profesional. En resumen y como conclusión a toda la filosofía de Guitar Craft: tocar la guitarra es algo intangible e incontrolable. La música tiene fuerza por sí misma, y lo único que tienen que hacer los músicos es dejarse llevar, aprendiendo a ser un instrumento sensible para que la música se manifieste a través suyo como si se tratara de un instrumento.
Prueba de todo ello son los diez años de Guitar Craft por todo el mundo y los excelentes guitarristas que han salido o se han dado a conocer gracias a estos seminarios. Dan fe de los resultados obtenidos los discos de Robert Fripp & The League of Crafty Guitarists y los grupos surgidos de Guitar Craft y que aparecen en el catálogo de Discipline Global Mobile [DGM]. De buenas a primeras, se ha creado todo un estilo de hacer música con la guitarra.
En cuanto a su esposa, Toyah Willcox, además de los asuntos propiamente sentimentales, en 1986 ella y su marido publicaron un insólito álbum: The Lady or the Tiger? En cada cara de este disco Toyah recita, con el fondo de guitarras de Robert Fripp & The League of Crafty Guitarists, una obra de F.R. Stockton (un escritor americano del siglo XIX en cuya residencia, propiedad del Instituto de Educación Continua, se realizaron cursos de Guitar Craft).
La siguiente colaboración junto a Toyah fue la formación del grupo Sunday All Over The World [SAOTW], en el que además de ellos dos estaban Trey Gunn y Paul Beavis. SAOTW realizó una gira y en 1989 publicó su único elepé: Kneeling at the Shrine. El disco y el grupo supone la vuelta de Fripp al pop-rock con canciones más o menos convencionales pero arropadas por una instrumentación sublime, por un juego de filigranas a la guitarra y por la chirriante voz de Toyah.
Después le llegó, a Fripp, el turno a un trienio dedicado a colaboraciones en discos de otros músicos y a la reedición, todo a cargo de él mismo, de todo el material de KC en “ediciones definitivas” en CD y en también definitivas antologías: cuatro CD reunidos en Frame by Frame y otros cuatro CD con conciertos de 1973-1974 en The Great Deceiver.
Así las cosas, en 1992 se abre una nueva etapa en la trayectoria de Robert Fripp con una gira por el Japón y con la edición (en 1993) del disco The First Day, junto a David Sylvian, ex-cantante de Japan: una obra maestra de rock que nos devuelve un Fripp lleno de facultades a la guitarra.
En esta etapa (a la que hay que añadir una gira casi mundial y la edición de un CD en directo, Damage, junto a Sylvian) Fripp es reconocido como una pieza imprescindible con el auge de la música techno y sus acólitos. Prueba de ello son sus colaboraciones con The Grid y The Future Sound Of London (que también remezclaron en un mini-CD Darshan, la pieza clave de The First Day), el disco FFWD (grabado junto a personal de The Orb) y, finalmente, la edición de The Essential Fripp & Eno, una antología de todo lo publicado y lo inédito grabado por ellos dos.
En medio de esta etapa, Robert Fripp tuvo tiempo para seguir con los asuntos de Guitar Craft. Pero desde otro punto de vista. Entre 1992 y 1993 se reunió con los miembros de The California Guitar Trio (un trío de guitarras surgido de los seminarios de Guitar Craft) y con Trey Gunn (otro alumno aventajado de Guitar Craft, ex miembro de SAOTW y futuro miembro de KC) para dar una serie de conciertos y que surgiera The Robert Fripp String Quintet, un quinteto de cuerda que después de actuar en Japón, Estados Unidos y California editó The Bridge Between. Este CD está repleto de música sencillamente hermosa, con composiciones originales o versiones de Bach y con un largo tema plagado de frippertronics que conceptúa lo que años más tarde Fripp daría en llamar “soundscapes”.
Con el nacimiento de Discipline Records, que daría lugar a DGM; con el nombre de Robert Fripp omnipresente, que colabora con grandes nombres del techno y en obras maestras del rai, como Sidi Mansour de Rimitti; y con los rumores de que en 1994 vería la luz material inédito de KC de 1968-1972 y 1981-1984 y un nuevo trabajo de un nuevo KC; así las cosas, pues, ve la luz a finales de 1994, tras diez años de sequía, el nuevo disco de KC: Vrooom.
King Crimson: “Pero sigo siendo el rey”
En 1986-1987 Fripp ya pensaba en la vuelta de KC. Fripp escribió música para la versión cinematográfica de la ciberbiblia Neuromancer, la novela de William Gibson; y esta música, según Fripp, era claramente crimsoniana, incluso llegó a componer una especie de Larks' Tongues in Aspic Part IV (que más tarde recuperaría en Thrak), pero el proyecto de película se vino abajo y la música continuó inédita.
Desde 1990 Fripp gestionaba la vuelta de KC con los otros tres miembros de la última etapa crimsoniana (Bill Bruford, Tony Levin y Adrian Belew), que mostraron interés por el renacimiento de KC, pero problemas contractuales no hicieron posible que el nuevo material de KC no viera la luz hasta finales de 1994.
Así pues, KC nació por cuarta vez el 18 de abril de 1994 (justo cuando Bruford terminaba el contrato con EG Records), y ahora como sexteto. La idea de “doble trío” le vino a la cabeza a Fripp como una intuición, que acabó cuajando de la siguiente manera: las guitarras de Robert Fripp y Adrian Belew (también voz), los bajos y sticks de Tony Levin y Trey Gunn (que ya había acompañado a Fripp en Guitar Craft, SAOTW, Sylvian & Fripp y The Robert Fripp String Quintet) y las percusiones de Bill Bruford y de Pat Mastelloto (que había trabajado con Sylvian & Fripp).
La música de este nuevo KC, evidentemente crimsoniana, surgió más endurecida y compacta, y sin resquicio para cualquier pequeño fallo (a no ser el gusto musical). Seis instrumentistas de semejante talla y currículo no podían fallar. Y no fallaron. Mezclaron nuevas (el stick, los soundscapes, las percusiones) y viejas (melotrón y otros instrumentos “clásicos”) tecnologías y la segunda y tercera etapa de KC para crear un conglomerado sin resquicio alguno para el descanso del oyente.
El mini-elepé Vrooom, considerado por el grupo “más una tarjeta de visita que una carta de amor para los que escuchen el disco”, resume a la perfección esta cuarta etapa.
A nuestro parecer, es la obra imprescindible ya que muestra, de una manera aún fresca (grabado en cinco días y mezclado en quince), de qué son capaces los seis miembros de KC y todos los caminos que el grupo cultiva en esta etapa: baladas, melodías, paranoia e instrumentales improvisados y sin improvisar duros como el acero. Seis canciones que primero confunden al oyente pero que poco a poco lo atrapan sin remisión ni compasión.
El disco se presentó, antes de que se editara, en Buenos Aires.
El testimonio fonográfico de la velada existe ya que en 1995 DGM lo publicó con el título B'boom y con el chascarrillo Official Bootleg, ya que está grabado con DAT ante la mesa de mezclas (no desde ella) y editado tal cual. Este concierto muestra a un grupo conjuntado y que presenta nuevas canciones (las del entonces todavía inédito Vrooom y las del aún más inédito Thrak) junto a composiciones de la segunda (Red, The Talking Drum y Larks'... II) y, sobre todo, de la tercera etapa.
Poca cosa cabe decir más: un concierto y una grabación correctos, que debió sorprender más en vivo teniendo en cuenta: a) los más de diez años que separan esta primera actuación de la cuarta etapa del último concierto de la etapa anterior, y b) al desconocimiento del público de muchas composiciones que allí se tocaron.
Después de la breve gira por Argentina, en el ultimo trimestre de 1994 KC se encerró en los Real World Studios, de Peter Gabriel, para grabar un álbum entero, Thrak, con piezas regrabadas de Vrooom y material nuevo. Thrak es un disco más trabajado que Vrooom, más conceptual, en el que se mezclan todas las vertientes expuestas en Vrooom de una manera admirable. KC, con este par de discos, se vuelve a ganar el respeto merced a huir de la música acomodaticia, agradable y plagada de clichés y estereotipos para dar un paso adelante y abofetear, con composiciones hirientes, investigadoras, extremistas y sin concesiones, a los que esperaban la vuelta de unos dinosaurios paquidérmicos anclados en el pasado y dedicados a vivir de las rentas de “grandes éxitos” (¿ELP, Deep Purple, Jethro Tull...?).
De ahí que últimamente Fripp se sienta orgulloso de que Vrooom haya sido tildado de indie rock, a lo que él añade que “probablemente KC siempre lo ha sido”.
Un año después de la extensa gira por Europa, EEUU y Japón de 1995, DGM editó un vídeo oficial de KC en Japón (el primer vídeo “oficial” del grupo, que sepamos) y un CD anhelado por los todos los fanáticos de KC que habían acudido a los conciertos y que en el fanzine electrónico ET habían hecho llegar su deseo de que se editaran las improvisaciones de esos conciertos.
Después de conversaciones y discusiones en el seno del grupo, se editó Thrakattak: casi una hora de thrakking; es decir, de las improvisaciones que forman parte de la interpetación de la canción Thrak en directo. Thrakattak responde a todas esas expectativas y más desde el punto de vista que las improvisaciones en directo de KC siempre han sido lo más alabado de todo su quehacer sobre un escenario. No obstante, cabe decir que toda una hora de thrakking puede ser analizada respondiendo a las siguientes preguntas: a) ¿se añoran las improvisaciones de la época 1973-1974, algunas de ellas editadas en la recopilación The Great Deceiver?; b) ¿se hace patente la cohesión y el buen entendimiento de todo el grupo, así como el dominio de las tablas y de la improvisación?; c) ¿las improvisaciones aún provienen del horror y del pánico, como dijo David Cross en 1974?; d) ¿toda una hora de improvisaciones es demasiado?, ¿es mejor escuchar Thrakattak a perqueños sorbos y no de un solo trago largo?
Hasta aquí la historia de una cuarta etapa de tan sólo dos años y en la que KC ha editado mucho, comparado con otras etapas. Ello responde al dominio absoluto de todo lo que gira alrededor del grupo merced a DGM. De esta manera el penúltimo capítulo se cierra con la edición de un viejo deseo de Robert Fripp: la edición de un álbum sólo con versiones de la canción más famosa de todos los KC: 21st Century Schizoid Man. Se trata de un mini-CD con seis versiones de esta canción: la versión original, una versión corta editada en antologías y tres versiones en vivo: una inédita de 1969, una versión de 1972 (la incluida en el ahora inencontrable y descatalogado álbum Earthbound) y una versión de 1974 (incluida en USA, disco que es previsto que sea reeditado en la primavera de este año).
Este viejo deseo de Fripp hecho realidad responde, según el mismo Fripp, a una serie de preguntas: “¿Es un single?, ¿Es un álbum?, ¿Se puede escuchar? Seis años de Schizoid Man por tres diferentes formaciones de KC en cuatro localizaciones diferentes y en tres lugares y épocas diferentes = intensidad”.
El penúltimo capítulo, por ahora, es la tan esperada, y anunciada, edición de Epitaph, un doble álbum con un magnífico libreto con suculentos artículos de los componentes de KC y de la época y con material musical de 1969 de la primera formación de KC (Fripp, Lake, McDonald, Giles y Sinfield): grabaciones en vivo en los estudios de la BBC, en las salas Fillmore americanas y el último concierto de esta formación de KC.
Todo el material es sorprendente, con canciones clásicas conocidas y otras no editadas oficialmente, algunas de gran calidad musical y de grabación. Pero este doble álbum es posible ampliarlo con dos compactos más. Este par de CD sólo están disponibles directamente en DGM, debido a que Fripp considera que la calidad de sonido no llega a lo deseable, a pesar del excelente trabajo realizado de investigación y orfebrería técnica a partir de viejas grabaciones o de añejas ediciones de vinilos piratas.
Valga como anécdota que la edición de Epitaph ha permitido, por primera vez en muchos años, la aparición pública de los cinco componentes de este primer KC en una tienda del centro de Manhattan. Parece ser que Fripp y Sinfield sonrieron juntos, que todos cinco firmaron copias y que se intuye que ven con buenos ojos los derechos de autor que a buen seguro cobrarán.
Así pues, Epitaph, grabaciones en vivo de la primera formación de KC de 1969, debe figurar al lado de The Great Deceiver, con conciertos de 1973-1974, junto a los que pronto debería añadirse un álbum de grabaciones de la tercera etapa crimsoniana (1981-1984), sin olvidar conciertos de la época de Earthbound (1971-1972). Junto a ellos, los recientes y ya citados B'boom y Thrakattak, de la cuarta época.
Por ahora esta historia se cierra con un último capítulo: la anunciada publicación de USA II, una edición ¿remasterizada, completa, inédita? del disco en directo de KC de 1975 (previsto para este año) y el deseo de que también se editen vídeos de todas las etapas del grupo. Ahora, Robert Fripp, con su pequeña, móvil e independiente compañía discográfica, DGM, se lo puede permitir. Se lo agradeceremos.
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Antoni Mateu
Antoni Mateu
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