Este Power Trío, sería uno de los primeros súper grupos de los 70’s, conformado por 3 de los mejores músicos de la historia, que está a la par de Rush, Cream y otros más. Es una banda tan infravalorada, como admirada por millones y que marcaron pauta sin igual en el rock sinfónico progresivo y con este segundo disco, ellos sentarían las bases definitivas de su sonido y el que influenciaría a miles alrededor del globo. Este grupo iba a tener en sus filas, nada más y nada menos que a Jimi Hendrix y se llamarían “HELP”. Pero su muerte truncó todo esto, algo que no frenaría al trío a seguir adelante con su proyecto.
Este elenco de superdotados lo conforman: Keith Emerson, originario del grupo The Nice, Greg Lake, que venía de tocar con King Crimson y Carl Palmer, ya todos sabemos su trabajo con Asia y Atomic Rooster. Estos 3 titanes se juntarían para formar esto llamado Emerson, Lake & Palmer, un grupo que dio mucho de que hablar en su época y que hasta el día de hoy, lo siguen haciendo.
Con el éxito logrado con su disco homónimo, el cual fue aclamado por toda la crítica y el público, tenían la ardua tarea de lograr superar dicho suceso, ya que sobradamente plasmaron su talento como músicos. Pero esto traería muchas dudas sobre estos genios, ya que el público no creía que la banda tuviera mucha habilidad compositiva, pero todas estas dudas se disiparían con esta monstruosidad de disco llamado… “Tarkus”, producido por el mismo Lake.
En él se desprenden totalmente de esos toques jazzísticos plasmado en su primera obra, el disco fue grabado asombrosamente en solo 6 días en los estudios Advision y está conformado por una suite épica dividida en 7 partes con una duración de casi 20 minutos, que ocuparía toda la primera cara del disco, llegando a eclipsar totalmente a las otras canciones, el resto está conformada respectivamente en la segunda cara del mismo.
Pero la canción mas importante de todo el disco, como lo dije más arriba es “Tarkus”, ha sido una de las mejores suites jamás hecha en el Progresivo y que se le compara con otras como Close to the Edge de Yes y Supper’s Ready de Genesis. Así que más o menos se podrán dar una idea de la majestuosidad y brutalidad lograda en esta canción, pero más importante aún es el contenido de ella, tanto musical, como lírico, ya que en ella se encierra una historia épica, llena de batallas, destrucción y muerte en donde nos dan una de las mejores armas de guerras jamás imaginadas por el hombre, este arma surge de la misma naturaleza, labrada en fuego, ella llega con el propósito de arrasar todo a su paso y sobreponer su hegemonía como la especie más fuerte y poderosa sobre la faz de la Tierra.
Sin más que decirles, vamos a detallar esta epopeya brutal y su historia detrás de ella. Tarkus Medley: I. Eruption (0:00 – 2:43): Es el primer movimiento de esta suite y comienza con un silencio que poco a poco nos va abrumando por unos coros emulados por el tremendo órgano Hammond de Emerson, hasta que llega el momento en que la atmósfera de ansiedad y expectación, se rompe con la entrada de Lake y Palmer en escena haciendo malabarísticos ritmos, en donde el Hammond se va superponiendo, para cabalgar juntos en una inquieta melodía.
Un volcán en erupción ha expulsado un huevo flamante…ha nacido Tarkus, un gigantesco híbrido (tanque-armadillo), cargado con torretas de cañones a punto de disparar, que con su canto épico a los 4 vientos, desafía a todas las especies de la Tierra…
Es un grito de guerra. Es el momento en donde Emerson marca una rítmica singular que le da esa característica reconocible a la suite y es lo que te hace remontar a la era mas prehistórica del planeta, en donde uno se imagina a las peores de las bestias…Dinosaurios, mastodontes y muchas más que poblaban estas llanuras hace millones de años, luego Emerson sigue haciendo desastres con sus teclados con una destreza brutal (Serían la marca de fábrica de ELP) sin desmeritar a los otros integrantes y llegan a un momento de calma para pasar al siguiente paso. II. Stones Of Years (2:43 – 6:27):
Aquí entra Lake a tomar protagonismo con su voz dulce y melodiosa, donde nos empieza a narrar varios pasajes de la historia en desarrollo. Mientras que el bajo acompaña en melodía a la voz, emergen de nuevo los teclados de Emerson, dando pinceladas aquí y allá y Palmer va haciendo ritmos intricados. En el campo de batalla, Tarkus ha destruido con sus mortales cañones a una bestia cibernética, que parece tener como forma una edificación futurista.
Sigue Lake cantándonos pasajes tras pasajes y Emerson no para de producir melodías tras melodías…una máquina de hacer solos y de desmenuzar su órgano Hammond y su sintetizador Moog, de repente se hace una pausa que nos lleva al siguiente paso. III. Iconoclast (6:27 – 7:42): El comienzo de éste, está dictado por un repique lleno de rapidez por Palmer, a la vez que se está volviendo un pulpo con sus baquetas. Emerson viene más atrás agregando diversas capas de teclado y Lake viene a trote con su bajo para compactar todo el conjunto…Se ponen en manifiesto el cómo transmiten a la perfección la batalla de Tarkus contra el enemigo.
El híbrido ha hecho pedazos a otro enemigo en su camino, un terodáctilo con mutaciones de avión, portando misiles en sus alas metálicas que han quedado hecha chatarras por las mortíferas torretas del armadillo. IV. Mass (7:42 – 10:53): Aparece haciendo gala la guitarra bien rockera y menos dramática de Lake, marcando pauta junto a la batería de Palmer… Éste intercalando ritmos junto al órgano de Emerson. De nuevo Lake nos regala con su voz un poco eufórica, nuevas visiones del legendario tanque-armadillo, hay que resaltar aquí una vez más la excelente labor del bajo de Lake, que acompaña a las barrocas texturas que guitarras y teclados van creando de manera magistral, de fondo la batería de Palmer, parece perderse en un redoble sin fin.
Es un espectáculo auditivo impresionante, brutal y magnífico. A pasos aplanadores, Tarkus pelea con un saltamontes-cafetera mutante, muy bien armado con misiles, pero de nuevo, nuestro híbrido le hace morder el polvo de la muerte sin problema alguno. V. Manticore (10:53 – 12:45): Palmer se desquicia nuevamente con la batería…Y qué manera de volverse loco (En buena manera) en su bajo, viene cabalgando Lake, para arrojarse en su persecución, mientras tanto, Emerson da con el teclado los contrapuntos precisos para identificar la llegada de la Némesis de Tarkus.
En pleno apogeo, se da un duelo instrumental sin igual... Prácticamente de otro planeta y termina el mismo con una batería de toques alienígenas. He aquí la mística y mitológica bestia del averno llamada… Manticore, un depredador salvaje con cuerpo de león, cabeza con forma de ser humano y cola de escorpión. En su boca, habita un mar de afilados dientes como la de un tiburón, lista para destripar a su presa. Según leyendas griegas, su nombre viene del persa "mandkhora".
Esta bestia acecha en los bosques como un hambriento desesperado buscando personas, al encontrarse con su víctima, el Manticore disparaba una mortífera manada de dardos a la presa, que moría al instante. VI. Battlefield (12:45 – 16:36): Hemos llegado a la cumbre de la cresta, en donde el dramatismo se hace enorme, los teclados de Emerson nos dan una melodía solemne, Lake se le une con unos solos de guitarra que resalta la tensión y agonía que se sienten en la batalla entre Tarkus y Manticore…El Alfa y el Omega de esta brutal ecuación,
Lake nos canta…Su voz se siente desgarrada, llena de dolor y tristeza. Este sentimiento también se ve reflejado en los solos de guitarra que hace Lake, con un toque que nos recuerda a Gillmour, pero dándole su propia chispa especial. La feroz batalla de Tarkus con Manticore ha sido horrible y desesperada. El híbrido ha encontrado a la horma de su zapato y el Manticore en una de sus movidas, ha logrado clavarle el aguijón punzante y mortal en el ojo a Tarkus. VII. Aquatarkus (16:36 – 20:45):
Estamos en el final de esta majestuosa suite, volvemos a quedar en un silencio a medias y digo esto, porque en el fondo llega sonando en el Hammond de Emerson una melodía triste, a ella se le une el bajo de Lake y la batería de Palmer, para tocar una especie de marcha… Haciéndole honor a Tarkus, como si de un militar se tratara, los redobles de Palmer subrayan justamente esto, los lamentos en los teclados de Emerson, nos hacen imaginar el sufrimiento agonizante del armadillo, se va debilitando hasta que se apaga…
Pero lo que parecía el final del noble blindado… Pues es un engaño, porque el trío vuelve a caer en el ritmo del principio, haciendo de este último paso un final despampanante y maravillosamente sinfónico. Tarkus yace de una herida en las cercanías de un río… Pero no, cuando pensamos que todo había acabado, el final nos dice otra cosa… Tarkus vuelve más poderoso y titánico que nunca, con sus cañones afilados listo para atacar… El monstruo de guerra… Nunca muere.
Así termina una travesía llena de parajes y batallas que, nos daría a la bestia mas poderosas jamás creadas. Desde el seno de la naturaleza, nació una especie híbrida, mitad tanque y mitad armadillo… una leyenda llamada... Tarkus.
Después de semejante deidad, se espera que el disco mantenga o trate de superar el nivel logrado aquí, pero lamentablemente no es así. Al oír las próximas canciones restantes en la segunda parte, ves que el trío viene reventado por la poderosa suite y de aquí en adelante el disco se nos viene abajo por completo.
Estas canciones son más de relleno que de otra cosa, que sólo vale mencionar 2 de ellas: The Only Way (Hymn) y Are you Ready Eddy?. La primera, te hace sentir como si entraras en una catedral, con un órgano muy sinfónico que te hace imaginar a Bach componiendo sus obras. Digo esto, porque Emerson le hace adaptaciones de Bach a dicha canción, algo que se haría habitual en los futuros trabajos de la banda. La voz de Lake se eleva muy fantásticamente sobre las marejadas barrocas tocadas por Emerson, que le dan ese aire de divinidad a la canción.
Tras el intro, la canción cambia y cae en una tonada muy movida, con ritmos rozando a los jazzeros. La letra habla del Holocausto. La segunda, es un rock ‘n’ roll al mas puro estilo de los años ‘50 y este tema es dedicado a su amigo, el productor e ingeniero de sonido Eddie Offord. Es conocido por haber trabajado con muchos grupos progresivos (Trabajó en este disco de ELP), sobre todo con los archiconocidos Yes. La canción finaliza con Palmer gritando “Ham or Cheese?”.
Esto es meramente anecdótico, leí en algún sitio, que esto se refería a los sándwich que daban en la cafetería de los estudios Advision, donde fue grabada esta joya del Progresivo. Después de que le damos vuelta al disco, nos preguntamos…¿Éste es el Emerson, Lake & Palmer que escuché en esa legendaria canción llamada Tarkus?, pues tristemente sí, pero solo esa oda es un clásico que quedó grabado en piedra en la historia del Progresivo Sinfónico y que todo amante de la música debe tener en su manos,
El portal del metal
Tarkus - Emerson, Lake & Palmer [1971] (HD)
No hay comentarios:
Publicar un comentario