7.5.14

The Beatles "The white" (1968)


El 30 de mayo de 1968 los cuatro Beatles volvieron a cruzar el paso de cebra de Abbey Road. En esta ocasión caminaban en dirección al estudio del mismo nombre, al contrario que en la portada de su mítico álbum. Fue el primer día de grabación de su Álbum blanco, uno de los trabajos fundamentales de la historia del pop. Eran días de gloria: cualquier cosa que hicieran los cuatro de Liverpool quedaba inmediatamente grabada con letras de oro en la historia de la música popular. Habían tocado techo.


Los Beatles llegaron juntos, pero registraron buena parte de las canciones por separado. La guerra de egos en el seno del grupo alcanzó su punto álgido en los siguientes cinco meses, con numerosos momentos de tensión Lennon y Harrison llegaron a pelearse y un clima creativo en carne viva. Dicen que los mejores discos surgen de momentos vitales especialmente intensos: el Álbum blanco es un ejemplo más.

Paranoias y excesos

Aunque los Beatles serían lo que son aún sin haber pergeñado este doble disco el único de su carrera, el Álbum blanco tiene virtudes excepcionales. En primer lugar, toma una instantánea del grupo en su momento de mayor creatividad: los cuatro pugnan por introducir sus propios temas, una de las razones por las que el disco se alargó hasta las 30 canciones, pese a las quejas del productor George Martin.

Además, el álbum contiene algunos de sus grandes hits (While my guitar gently weeps con un solo de Eric Clapton, Ob-La-Di Ob-La-Da, Julia, Sexy Sadie...) y expandió el sonido del grupo hasta rozar lo experimental. Dos ejemplos de esto último: la desquiciante Wild honey pie anunció a Blur 30 años antes, mientras que Revolution 9 es una paranoia de John Lennon jugando a ser John Cage junto a Yoko Ono. Precisamente, la presencia constante en el estudio de la compañera de Lennon fue una de las causas habituales de confrontación entre los Beatles.

El Álbum blanco fue el principio del fin de la banda. El grupo acababa de regresar con cierto desencanto de un curso de meditación en la India, de donde se trajeron más de una treintena de canciones. Un año antes había fallecido su manager, Brian Epstein, de una sobredosis. El 13 de octubre salieron de Abbey Road con el master del disco en la mano. En una semana, vendió más de dos millones de copias sólo en Estados Unidos.

El "White Album" es un álbum de gran riqueza, matices y diversidad estilística. Participaron en su grabación más de cuarenta músicos, entre ellos Billly Preston, Nicky Hopkins o Eric Clapton (toca la guitarra en "While my guitar gently weeps"). Es imposible destacar alguna canción (menos el vanguardismo latoso de "Revolution 9") ya que cada escucha puede revelar un aspecto o detalle pasado por alto de una pieza no valorada en su justa medida que nos alcance su verdadera dimensión, e impregne nuestras más agudas sensaciones entre sus elaboradas notas, ya que hasta la más nimiedad de los genios de Liverpool es un hecho gigantesco para la mayoría de los grupos.

"Revolution 1" (un tema de posturas revolucionarias pero de esencia pacifista presentado aquí en su versión acústica, inferior a la fuerza eléctrica y distorsionada del single), "Helter Skelter" (la canción más potente en la carrera de los Fab Four, obra de McCartney que enloqueció al futuro asesino Charles Mason), "Dear Prudence" (dedicada a Prudence, la hermana de Mia Farrow), "Back in the USSR" (una simpática mezcla entre Chuck Berry y los Beach Boys), "Sexy Sadie" (una acérbica crítica al Mararishi Yogi), "Martha My Dear" (un tema que Paul dedicó a su perra),

"Rocky Raccon" (tema acústico de influencia country), "Glass Onion" (en el que Lennon repasa con tono jocoso algunos temas de los Fab Four), "Happiness is a Warm Gun" (absorbente pieza de sublimes variaciones), "Julia" (emotivo, hermoso y obsesivo recuerdo de John a su querida madre) o "While My Guitar Gently Weeps" (la mejor canción escrita por George Harrison junto a "Something" de "Abbey Road") son algunos importantes elementos de un impresionante viaje al pasado, presente y futuro de la música del siglo XX y XXI, efectuada por unos Beatles faltos de cohesión, que ideaban y ejecutaban sus piezas casi en solitario, provocando desde su característica composición una asombrosa heterogeneidad nunca contemplada en un trabajo discográfico.

Pop, rock, music-hall, psicodelia, country, blues, reggae, folk, surf e incluso heavy metal se dan cita en un
álbum esencial de una influencia descomunal en todo tipo de vertientes musicales

The Beatles - "The Beatles (White Album)" (2009 Stereo) 


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