Esta es la entrevista que le hizo nuestro querido compañero Javi Torreira a Rachel Arieff para la revista FreekMagazine (aquí), una demostración no solo del enorme sentido del humor de la norteamericana, si no de lo sofisticado e inteligente de su forma de pensar.
¿Qué tiene que suceder para que un comediante deje los USA y se traslade a Barcelona?
Siempre me ha atraído Barcelona y cuando viajé aquí en 2003, me enamoré. Siempre me ha gustado experimentar los retos de sitios y culturas distintas, quizá porque nunca he sentido que encajase en ningún sitio de U.S.A. tampoco. Estaba harta de la agresión de las grandes ciudades de E.E.UU. y me atraía Barcelona y España, donde sólo te atracan en tu casa tranquilamente.
¿Cuáles son las diferencias que ves entre el humor americano y el español?
Este es un tema muy complejo, pero básicamente son diferentes porque las culturas son totalmente distintas. Así que el humor de cada uno refleja un punto de vista distinto del mundo, debido a tradiciones totalmente distintas. El humor “de aquí” viene de las antiguas tradiciones de clown, comedia del arte, mimo, etc. “Stand-up comedy” (lo que llamáis “monólogos” aquí, pero tampoco es lo mismo exactamente) es un invento americano del siglo XX.
Es un arte muy individualista, basado en la personalidad del cómico, quien idea todo su material y lo interprete. No es un actor, es un artista completo que idea, escribe, e interprete. Eso es lo que veo como la diferencia. Igualmente, lo de mimo, clown, comedia del arte vienen muy de afuera para los norteamericanos.
¿Te gusta el Muppet Show? Lo digo por que cuando apareces disfrazada me recuerdas a esas puestas en escena tan estrambóticas que suelen montar los Muppets, y eso es un halago viniendo de muppet die hard fan!!Sí, pero más que The Muppet Show, Barrio Sesamo, siempre ha sido el programa favorito de mi niñez, porque era el primer programa infantil que no iba del típico humor tonto que los niños tenían que sufrir en esos tiempos. Traba con temas reales de la vida, algunos muy fuerte, como el racismo y la muerte! Los creadores eran revolucionarios.
Tengo entendido que no te gustan los comediantes españoles básicamente por que tratan de caer bien y que a ti eso te importa más bien poco. ¿Dónde buscas esos comediantes? Quiero decir, la escena española no da mucho más que para “monologuistas”, ¿este es un país de humor de calle más que de humoristas profesionales? ¿No hay ninguno que te parezca interesante? Te he visto con uno de los hermanos Calatrava!Buena pregunta.
Para empezar, no es verdad que no me gusten los comediantes españoles - porque no sé quienes son los comediantes españoles. Cuando hablé de “caer bien”, me refería a los cómicos que he visto en los programas de monólogos de la tele española, que no me hacen ninguna gracia porque lo hacen mal, partiendo de la base de malos guiones.
Nunca dije que no hay buenos cómicos españoles. Lo que pasa es que, lo de los “monólogos” es un fenómeno creado por la tele de aquí, que consiste en copiar el formato de un arte norteamericano, sin pillar la esencia. Es como si en EE.UU. hubiera un programa de “flamenco” en que todos los “bailaores” fuesen de Connecticut.
Pueden hacer los movimientos, pero no te convence porque no es auténtico. Pero en el caso de los monólogos, la falta de autenticidad no viene de ser españoles, sino de ser un producto de la tele. La cosa ya empieza jodida porque es totalmente artificial. Ningún arte empieza así.
Los cómicos de verdad se forman por su cuenta, en los bares y clubs de la calle, y LUEGO, después de años de práctica, cuando tienen las tablas, salen en la tele, y allí ves el nivel, y te convence. Aquí en España es al revés, porque primero hubo un programa de tele, en un país donde no había esa gente, y los de ese programa tenían que crear algo de la nada. No había ninguna “escena” de cómicos. Cuando “el club de la comedia” no es un club de verdad, sino un concepto televisivo, eso te lo dice todo.
Tienes que entender que la “stand-up comedy” de EE.UU. lleva seis décadas desarrollándose. Aquí en España, en mi opinión, ni ha empezado, porque esas cosas empiezan en la calle, no en la tele. Además, incluso lo de la tele sólo empezó hace unos pocos años.
He conocido una cantidad de buenísimos cómicos españoles en la vida cotidiana, pero no trabajan en eso.
Creo que en el futuro, pueden haber una escena de stand-up comedy española buena y de verdad, especialmente con la llegada de tantos inmigrantes de todo el mundo, porque ellos son los que chocan más con la sociedad y cultura, y de allí es de donde viene “stand.-up comedy”.
¿Crees, como se dice, que el español tiene sentido del humor?
Joder que sí.
¿Qué tipo de música sueles escuchar?
Suelo escuchar desde las operas de Wagner a études de Chopin, jazz de Ellington y Fats Waller – y canciones de rock ‘n roll. También me encanta el flamenco.
Creo que tu padre llegó a conocer a Frank Sinatra en un ascensor, ¿qué sucedió?
Mi padre estaba alojado en el MGM Grand Hotel en los setenta y esperaba el ascensor en su planta para llevarle al lobby del hotel. Abrieron las puertas del ascensor y allí estaba Frank Sinatra, rodeado de un par de bodyguards gigantescos. Cuando mi padre intentó entrar, Sinatra le dijo, “Take the other car,” (“coge el otro carro”). Mi padre le dijo, en palabras más suaves, que se fuese a la mierda, que tenía el derecho utilizar el mismo ascensor. Metió una pata en el ascensor y la siguiente cosa que recuerda es que estaba tirado comiendo el suelo, mientras las puertas del ascensor se cerraban.
Qué es lo que ves en la duquesa de Alba que te guste tanto? A mí personalmente me da mucha grima, me tropecé una vez con ella y fue como tropezarte con una gran pasa blanca. Además, es una mujer que no ha dado palo al agua en su vida!
Me temo que tú sufres de malinchismo, la miopía de no apreciar los tesoros que son de tu propia tierra. Te perdono, pero estás muy equivocado. La Duquesa es una clase de semidiosa cibernética de estos tiempos, es algo antiguo pero a la vez es un producto cien por cien de ciencia ficción, es sagrada y profana a la vez, es una momia y un robot a la vez, y NUNCA SE MORIRÁ, sino que seguirá hinchándose y poniéndose cada vez más grande, hasta que empezará a flotar, y subirá y subirá y nosotros los meros mortales, tan presos de la tierra como los gusanos, solo podremos verle hacerse cada vez más pequeña, hasta que se queda como una estrellita muy lejos en el cosmos. Será como Elvis, que simplemente ha abandonado el edificio. Soy optimista, y tengo toda la confianza en el mundo de que algún día, llegarás a apreciarla.
¿El norteamericano de qué se ríe hoy en día? ¿Se ríe por no llorar? ¿Y el españolito?
En mi experiencia en ambos países, el mundo no se divide entre “norteamericano” y “español”, sino en gente con un sentido de humor más sofisticado, gente con sentido de humor más paleto, y luego, gente sin ningún sentido de humor. He presenciado todos tipos en cada país, y aquí, cuando hago mi show de comedia, que suele atraer a un público más inteligente, es igual a cualquier público sofisticado de EE.UU.
Un punto universal del humor – o más bien, la sátira, que es un humor afilado y crítico, es que provoca un catarsis de tristeza a través de las risas. Se ve en la sátira de muchos países distintos, especialmente en los países donde la vida es más dura y bestia. Por ejemplo, las bromas que vinieron de la Unión Soviética, o de Alemania nazi, son de las bromas más delirantemente bestiales que he escuchado. Ignoro las bromas de los tiempos franquistas de España, tengo mucha curiosidad.
Sencillamente, la sátira es una forma de escape de las condiciones insoportables de la vida. Aquí en España, el humor no es tan afilado porque la vida no es tan dura. Igual no lo creerás, pero aquí la gente vive bastante bien – de hecho, vive mucho mejor que la gente de EE.UU.! Ahora parece que la calidad de la vida de España va bajando cada vez más – sueldos más bajos, más inseguridad en la calle, la desintegración de la familia, la desaparición de la siesta, todos convertidos en ciervos de los multinacionales – y eso, al final, está muy bien para la comedia. Habrán muchos temas con que tratar. Desafortunadamente, cuanto peor es la calidad de vida, mejor será la comedia. En el fondo, no veo el “humor” como un mero entretenimiento tonto, un “ji-ji, ja-ja” sin ningún propósito – aunque hay mucho de eso, lo que no me vale. Veo el humor como sátira, un mecanismo de superviviencia.
¿Qué artista que haya pasado por tu antikaraoke te ha sorprendido más? No me vale Carmen de Mairena.
Como miembro de público, sería Sam Yaffa de Hanoi Rocks/NY Dolls. El espíritu de Anti-Karaoke es “rockear con materiales disponibles”, o sea, darlo todo con lo que tienes, y Sam lo pilló cien por cien. Flipaba con el público entregadísimo tanto como los performers de Anti-Karaoke. Le gustaron especialmente las actuaciones más desastrosas de la noche: un tío que salió a cantar un tema operístico de Iron Maiden con una voz que sólo alcanzaba unos cuatro tonos, pero que tenía una entrega en el escenario que parecía que se mataría allí mismo en el escenario, y una chica que salió a “cantar” la canción “Cabaret”, se acojonó, y sólo bailaba de un lado del escenario al otro como una gallina, sin cantar ni un estribillo. Ellos nunca supieron que Sam Yaffa era su mayor fan esa noche.
Como performer, el artista que más me ha sorprendido es Ernesto The Naked Man, un chico del País Vasco que cantaba totalmente desnudo con cien por cien entrega. Cometí el error de no avisar los seguridades de qué iba, y casi fue echado en su debut de Anti-Karaoke.
¿Cómo lleváis lo de ser tú una estrella de la comedia underground y César Martín el redactor de una revista como popular con tantos pupo-heads enfermizos que andan sueltos sin cadena ni nada?¿Quién es Cesar Martín?
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¿Tienes planeado algún nuevo show, después del éxito del Antikaraoke y Cómo ser feliz todo el tiempo?
Además de mi show de comedia, que constantemente se renueva aunque no cambio el título, me gustaría organizar una variación de Anti-Karaoke para gente mayor que vive en residencias. Sería un proyecto de gran escala, mucho más que Anti-Karaoke, en que se conseguiría donaciones de pianos y otros instrumentos musicales para las residencias, más cientos de voluntarios que serían músicos y universitarios, para tocar los instrumentos y organizar las funciones.
Imagínate cómo podría ser para esa gente, poder pasar sus últimos días disfrutando tanto como disfrutamos en Anti-Karaoke, pero claro, con el repertorio de su generación. Ahora no sería rock-n-roll, claro, pero no te confundas: un día, estaremos nosotros en esas residencias, y qué suerte que tendríamos si vienen un par de chavales universitarios a tocar “Smells Like Teen Spirit” en el piano de pared y todos nosotros octogenarios coreamos con voces temblorosas,
With the lights out, it’s less dangerous
Here we are now, entertain us…
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