13.1.19

Antoni Mateu.King Crimson "In the Court of the Crimson King" 1969


Siempre será imposible saber cómo hubiéramos respondido ante este disco cuando se publicó originariamente en 1969: qué hubiéramos pensado al encontrar esta portada en la tienda, oír por primera vez el disco entero (Schizoid Man y después todo lo demás...), compararlo con lo que se publicaba entonces... Imposible. Por ello, nuestras reacciones ante este disco nunca podrán ser “originales”. Lástima. -No descubrimos King Crimson por Schizoid Man, ni por esta canción en estaversión original, y siempre nos agradaron más otras canciones que éstas. Otra vez: lástima. 
Si por una sola cosa King Crimson pasa a la historia del rock es por este disco. Una portada clásica (la única que hizo el joven diseñador Barry Godber), unas canciones imposibles de soñar, qué demonios es esto... Pero el paso del tiempo ha hecho mella en él: nuestro recuerdo de este disco no es muy bueno: conocemos demasiado las canciones, nos quedamos con las melodías... y acabamos por odiar lo peor de este disco: ese bucolismo sinfónico melancólico que se ha marchitado.Pero aun así, y tras haberlo oído hace poco algunas veces, cabe reconocer que todavía hay algunos aspectos que se mantienen frescos.

La primera cara es la que se mantiene más joven. El disco se abre con un clásico: 21st Century Schizoid Man: el aspecto más duro, violento y pétreo del grupo en toda su vasta historia: más de treinta años después en vivo mantiene la misma fuerza y la letra es de lo más actual. Detrás, y a grosso modo, lo más melifluo, sinfónico y progresivo en dosis: I Talk to the Wind es una excelente balada, de las mejores, de las más conseguidas y de las más “normales”. 

Epitaph es una de las canciones más increíbles del grupo: siendo como es una baladita fúnebre y monótona, con una letra muy ad hoc,se convierte en el mejor ejemplo, un magnífico ejemplo, de una composición escatológica y que en su vértigo puede acoger los instintos más deprimentes de los oyentes (cómo disfrutamos en nuestra adolescencia con esta canción y cómo nos sentimos identificados con su estribillo: “Confusion will be my Epitaph”). 

Magnífica cara A. En la cara B, quizá lo peor de toda la primera etapa del grupo, a pesar de que en su tiempo llegó a provocar orgasmos (¡seguro!): Moonchild, una cancioncilla en balada que llega ser insufrible con su largo desarrollo intrumental e “improvisado” (Robert Fripp suprimió toda esta parte en la definitiva recopilación Frame by Frame); e In the Court of the Crimson King, que siempre nos ha parecido repetitiva y cansina, y a veces insufrible, y que con este título puede a llegar a parecer todo un (auto)(paródico) himno del grupo. A pesar de todo ello, o quizá con todo ello, este primer disco, insertado en la historia del rock, puede llegar a representar (y quizá lo representa) qué era el rock sinfónico, qué era el rock progresivo, las virtudes y los defectos de ambos estilos. Un magnífico ejemplo de sus vicios y sus virtudes. 

Por otra parte, es la falsa antesala de un grupo imposible de definir. En este disco se exponen,también, sus vicios y sus virtudes, pero no de una manera perfecta, sino casi embrionaria, a pesar de que los encantos de la primera cara perduran y parece que perdurarán algún tiempo más. Esperémoslo. Antoni Mateu 2000 1. 

1. "21st Century Schizoid Man" including:"Mirrors"  (7:21)
2. "I Talk To The Wind" (McDonald/Sinfield) (6:06)
3. "Epitaph" including:"March For No Reason","Tomorrow And Tomorrow"  (8:47)  
4. "Moonchild" including:"The Dream","The Illusion" (12:11)
5."The Court Of The Crimson King",including:"The Return Of The Fire Witch","The Dance Of The Puppets" (9:25)

Robert Fripp: guitarra
Ian Mcdonald: vientos, teclados
Greg Lake: bajo,voz
Michael Giles:batería,percusión
Peter Sinfield: Letras,iluminación


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