De los discos grabados por David Crosby y Graham Nash se suele nombrar mucho a Crosby, Stills & Nash (1969) y a Déjà Vu (1970), a veces a CSN (1977). De los álbumes solistas de Crosby, se suele recordar al genial If I Could Only Remember My Name; de Nash, se cita muy de vez en cuando al pequeño y hermoso Songs for Beginners, ambos de 1971. Pero, por el contrario, los tres primeros discos que grabaron en dúo suelen ser olvidados.
pourquoi pas? je ne sais pas.
Es cierto que Stephen Stills siempre fue una parte muy importante del trío y que la presencia de Neil Young en algunos momentos fue fundamental para darle un aire compositivo diferente a la banda; pero, así y todo, Graham Nash David Crosby (1972), Wind on the Water (1975) y Whistling Down the Wire (1976) demostraron que David y Graham podían arreglárselas los dos juntos.
A nivel compositivo, no es novedoso afirmar que las diez canciones que componen a este álbum, el tercero de estudio que grabaron sin Stills (y último, hasta el doble Crosby & Nash, de 2004) son brillantes. Digo que no es novedoso, porque el fuerte del trío siempre se encontró en las canciones, en las melodías preciosas. Incluso discos feos como aquellos que grabaron durante los 80s (y algunos de los 90s) tenían canciones atractivas.
Se podría decir que los tres tienen una gran capacidad para transmitir amor, cariño y mucha humanidad "solamente" con algunas notas y varias palabras. En lo que se refiere a los arreglos vocales, tampoco sorprende que sean impresionantes, cantando a veces solos y muchas veces juntos, brindando esa ya acostumbrada calidez que solamente Crosby y Nash pueden transmitir.
Entonces, sería interesante centrarse en el sonido de Whistling Down the Wire, que es tal vez lo que más lo diferencia de otros de sus discos. Si bien en sus dos álbumes anteriores como dúo también tocaron con bandas geniales, en ninguno suenan tan ajustados, frescos y liberados como en este.
Los guitarristas David Lindley y Danny Kortchmar le dan un color único a las canciones que, sumados a las guitarras sencillas pero híper-sensibles de Crosby y Nash, conforman un panorama de increíble fuerza, mientras que las bases del bajista Tim Drummond y el baterista Russell Kunkel (tal vez uno de los grandes baterias "de canciones" ever) bailan entretenidas y libres. Y entre tanta belleza, Craig Doerge varía entre piano acústico, eléctrico y órgano, uniéndose con los demás en este juego hermoso de tocar canciones perfectas, atemporales.
01 - Spotlight
02 - Broken Bird
03 - Time After Time
04 - Dancer
05 - Mutiny
06 - J.B.'s Blues
07 - Marguerita
08 - Taken at All
09 - Foolish Man
10 - Out of the Darkness
A nivel compositivo, no es novedoso afirmar que las diez canciones que componen a este álbum, el tercero de estudio que grabaron sin Stills (y último, hasta el doble Crosby & Nash, de 2004) son brillantes. Digo que no es novedoso, porque el fuerte del trío siempre se encontró en las canciones, en las melodías preciosas. Incluso discos feos como aquellos que grabaron durante los 80s (y algunos de los 90s) tenían canciones atractivas.
Se podría decir que los tres tienen una gran capacidad para transmitir amor, cariño y mucha humanidad "solamente" con algunas notas y varias palabras. En lo que se refiere a los arreglos vocales, tampoco sorprende que sean impresionantes, cantando a veces solos y muchas veces juntos, brindando esa ya acostumbrada calidez que solamente Crosby y Nash pueden transmitir.
Entonces, sería interesante centrarse en el sonido de Whistling Down the Wire, que es tal vez lo que más lo diferencia de otros de sus discos. Si bien en sus dos álbumes anteriores como dúo también tocaron con bandas geniales, en ninguno suenan tan ajustados, frescos y liberados como en este.
Los guitarristas David Lindley y Danny Kortchmar le dan un color único a las canciones que, sumados a las guitarras sencillas pero híper-sensibles de Crosby y Nash, conforman un panorama de increíble fuerza, mientras que las bases del bajista Tim Drummond y el baterista Russell Kunkel (tal vez uno de los grandes baterias "de canciones" ever) bailan entretenidas y libres. Y entre tanta belleza, Craig Doerge varía entre piano acústico, eléctrico y órgano, uniéndose con los demás en este juego hermoso de tocar canciones perfectas, atemporales.
01 - Spotlight
02 - Broken Bird
03 - Time After Time
04 - Dancer
05 - Mutiny
06 - J.B.'s Blues
07 - Marguerita
08 - Taken at All
09 - Foolish Man
10 - Out of the Darkness
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