Recapitulemos. Tras un par de álbumes iniciales bien acogidos ('The Waterboys' y 'A pagan place'), en 1985 la banda británica publica 'This is the sea', el que para muchos sigue siendo su mejor trabajo. Ya estaba ahí la influencia del folk irlandés pero era la época de la 'big music', término que el propio Mike Scott utilizó para referirse a la propuesta de The Waterboys. Grandiosidad -o grandilocuencia, según criterios-, colchones de teclados, ambientaciones épicas... y buenas melodías pop.
Recordemos el gran hit de aquél disco, 'The whole of the Moon. Pero mientras U2 comenzaba a urdir su celebérrimo 'The Joshua Tree', Scott sintió la llamada de sus ancestros y comenzó a invocar los espíritus celtas y a explorar las raíces de esa música popular.
El siguiente paso les llevó hasta Irlanda. Primero a Dublín y posteriormente a una zona rural al oeste de Galway en la que de hecho aún se habla gaélico. Allí se enfrentaron a su proyecto descomunal: unas interminables sesiones de grabación que se prolongaron durante 303 días y de las que salió un total de 150 canciones, 61 de ellas completamente acabadas.
¿Cómo es posible entonces que 'Fisherman's Blues' solo fuese un disco sencillo? “Yo quería que fuese un álbum triple o al menos doble, pero la compañía discográfica tenía una opinión diferente”, ha explicado Mike Scott. Una espina clavada en el ego del artista.
El siguiente paso les llevó hasta Irlanda. Primero a Dublín y posteriormente a una zona rural al oeste de Galway en la que de hecho aún se habla gaélico. Allí se enfrentaron a su proyecto descomunal: unas interminables sesiones de grabación que se prolongaron durante 303 días y de las que salió un total de 150 canciones, 61 de ellas completamente acabadas.
¿Cómo es posible entonces que 'Fisherman's Blues' solo fuese un disco sencillo? “Yo quería que fuese un álbum triple o al menos doble, pero la compañía discográfica tenía una opinión diferente”, ha explicado Mike Scott. Una espina clavada en el ego del artista.
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