Continúa la buena racha y casi no apunto nada. En algunos momentos pienso que cinco años tomando notas me han curado de la necesidad de tomar notas. De todos modos, espero seguir con estos archivos, a los que vuelvo a veces como quien vuelve a casa, y soy yo mismo el que me abro la puerta y me recibo y me doy conversación.
Esencia del pensamiento conservador: creer en las elites, creer que hay personas mejores que otras y que se merecen más. Y lo que suele ser risible: creer que tú eres una de ellas. […] Todos mis antepasados tuvieron hijos. No deja de asombrarme que yo vaya a ser el último de esa larguísima fila que comenzó en algún lugar de África hace muchos miles de años. Y de asustarme. Da la impresión de que uno no tiene derecho a volver la mirada hacia atrás y decir: «Hasta aquí hemos llegado». La satisfacción del deber cumplido. ¿Y la del incumplido? ¿La satisfacción de mandar a tomar vientos una tarea supuestamente ineludible? A cuántas cosas nos gusta llamar «deberes».
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