19.9.15

Rafael Chirbes "En la orilla" 2013

Desolación. Tal vez sea esta palabra lo que mejor define la descripción que Chirbes hace de la España que ha quedado después de la crisis, una crisis que no sólo ha destrozado la vida de millones de trabajadores y de pequeños y medianos empresarios -aunque dejando a los poderosos indemnes, como trata de resaltar el novelista en su retrato de Francisco y Justino, por ejemplo, o del propio Tomás Pedrós- sino que ha hecho aflorar los más ruines sentimientos del ser humano.
Chirbes desnuda el alma de todos los protagonistas de En la orilla, incluyendo la de Esteban, para dejar al descubierto sus debilidades, su hipocresía, sus apetitos más bajos.

No obstante, a diferencia de su anterior novela, Crematorio, en la que describe los inicios de la debacle económica, el escritor parece eliminar cualquier resto de esperanza, condenando a los personajes a una perdición o a una infelicidad eterna, que luciría consustancial a la naturaleza humana, independientemente de la situación económica. ¿Pesimismo extremo o simple realismo? Seguramente esta es la pregunta fundamental que el autor desea que los lectores respondamos.

El autor narra la novela casi totalmente en primera persona, con párrafos extensos en los que eventualmente se cuela algún diálogo. Utiliza continuamente la analepsis, es decir, el salto al pasado, pero sin un orden cronológico, empleando los recuerdos en la medida que son necesarios para explicar la situación actual. Todo esto hace que la novela sea profundamente intimista, que es tal vez su característica principal.

Ello, sin embargo, hace que sea más difícil captar la atención de lector; en otras palabras, que no sea tan entretenida como Crematorio, por ejemplo, donde el argumento nos llevaba a un clímax mucho más impactante. Eso sí, debemos resaltar que la escritura de En la orilla es más exquisita, como era de esperar en un novelista que se encuentra, sin duda, en la cúspide de su carrera.

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