Knausgård ha dejado para este tercer tomo el origen de la historia, los primeros años del niño Karl Ove con sus padres y su hermano mayor en una urbanización de la isla noruega de Tromøya. Y quizá por esto es el libro más clásico en su estructura. Sus célebres digresiones son más cortas aquí, atraídas por círculos concéntricos: la isla que es un colegio, la isla que es una urbanización, la isla que es una familia, la isla que es un niño.
Su habitual estilo lento y demorado se vuelve más ligero en esta entrega, lo que puede convertirla en una buena introducción a la serie (Mi lucha rompe deliberadamente con lo cronológico). Es también el más apegado a las circunstancias: los años del baby boom y de la revolución silenciosa de finales de los sesenta y comienzos de los setenta, un mundo técnico en el que, no sólo para el niño, “todo sucedía por primera vez”.
[Versión Kindle]
No hay comentarios:
Publicar un comentario