A finales del año 1982, Sting se había escapado a Jamaica con su nuevo amor, la actriz Trudie Styler. De hecho, gracias a su amistad con Chris Blackwell, la pareja pasó una larga luna de miel en Goldeneye, el viejo refugio donde primitivamente Ian Fleming escribía sus novelas sobre James Bond.
Ahora, en la actualidad es un hotel del viejo dueño de Island Records, que lo había convertido en un hotel. Justo donde vívió Ian Fleming para escribir sus novelas de James Bond, convertido en una suite de hotel, también compuso allí Sting la mayoría de las canciones de “Synchronicity”.
De alguna manera, Sting sentía remordimientos por su comportamiento. Se había escapado con la mejor amiga de su primera esposa Frances Tomelty, que además era la “vecina” de la puerta de al lado. Trudie Styler vivía puerta con puerta con el matrimonio Sting, en Bayswater.
Para liberarse de la tensión de la escandalosa separación escribió “Every breath you take”, su mejor canción en su carrera, basándose en el odio, en el dinero que Frances le pedía y en la rabia por todo.
Es muy duro y cruel decirle a una persona “cada vez que respires, que hables, que te muevas, te estaré vigilando”. Es probable que esas mismas amenazas las distaba Frances se lo dijo a él en aquellos tormentosas semanas.
Con la ayuda del ingeniero Hugh Padgham, convenció a Stewart Coppeland y Andy Stewart de grabar en el estudio de George Martin, en la isla caribeña de Monserrat, bien cerquita de donde estaba en Jamaica. El estudio de Monserrat ya no existe tras el huracán que azotó la isla a finales de los años noventa.
Según cuenta Hugh Padgham para que no se pelearan grabó a los tres lejos de poder verse o discutir alguna cosa más. Así que puso toda la compleja colocación de micrófonos de la batería de Stewart en el restaurante del estudio, a Sting en la sala de control y a los amplificadores y guitarras de Andy Summers, en el simple estudio.
Aún así las peleas fueron constantes y, en un determinado momento, Padgham se hartó de aguantarlos y presentó su dimensión. Las aguas volvieron a la tranquilidad, tras dos días de descanso.
El gran problema es que se odiaban entre los tres. Era el quinto álbum y ya no se aguantaban más. Fue el último disco, el canto del cisne.
Stewart le llamaba a Sting algo así como Mozart, porque decía que el bajista se lo creía.
La mayor pelea llegó, porque Sting había escrito los acordes-similares a los de la eterna canción “Stand by me” de Ben E. King– en un órgano, al estilo de Billy Preston y quería ese arreglo.
Side one.
1 “Synchronicity I” 3:23
2. “Walking in Your Footsteps” 3:36
3. “O My God” 4:02
4. “Mother” (Stewart Coppeland) 3:05
5. “Miss Gradenko” (Stewart Copeland) 2:00
6. “Synchronicity II” 5:00
Side two
7. “Every Breath You Take” 4:13
8. “King of Pain” 4:59
9. “Wrapped Around Your Finger” 5:13
10. “Tea in the Sahara” 4:11
PERSONAL.-
Sting – bass guitar, keyboards, lead and backing vocals, oboe, drum machine on “Synchronicity I”, saxophone on “O My God”.
Andy Summers – electric guitar, backing vocals, keyboards, lead vocals on “Mother”.
Stewart Copeland – drums, xylophone, miscellaneous percussion.
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