Entre genialidades más o menos circunstanciales, como los artículos «Modo avión» o «Aquel día brutal», y textos que son ya fundamentales, como el discurso de recepción del premio Juan Rulfo que Vila-Matas leyó en Guadalajara en noviembre de 2015 –titulado «El futuro»–, el lector reconocerá viejas afinidades electivas como Bolaño, Beckett, Kafka o Gombrowicz, y nuevas y generosas lecturas de autores actuales como el novelista nigeriano-estadounidense Teju Cole, el vanguardista británico Tom McCarthy, la brillante narradora y ensayista Siri Hustvedt, la genial cuentista y traductora de Flaubert o Blanchot, Lydia Davis, o el inclasificable escritor francés Jean Echenoz
Si de nombres propios se trata, el índice onomástico que cierra el volumen desvela como un observador atento o un espía entusiasta la sintaxis oculta que vertebra el conjunto de textos a través de las figuras más nombradas, como el propio Borges, Cervantes, Duchamp, Flaubert, Joyce, Nabokov, Stevenson
o Walser. Una puesta en abismo que sencillamente confirma lo que no estaba escrito, pero que todos sabíamos: Vila-Matas es uno de los más grandes críticos literarios de nuestro siglo, pero lo es de la manera más sutil y difícil que existe, pues en cada una de sus prosas desliza una discreta semilla mágica que al poco tiempo germina brutalmente, inundándolo todo de un entusiasmo reverdecido por lo que estaba oculto, lejos, o sencillamente fuera de nuestro ángulo de visión. Es mucho más difícil transmitir pasión que apasionarse, y Vila-Matas vuelve a descubrirse en estas páginas como un maestro de tan exquisito oficio.”
[Del prólogo de Mario Aznar a la segunda edición,
corregida y aumentada, de Impón tu suerte]
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