James Cole (Bruce Willis) es un criminal convicto que vive en un sombrío futuro post-apocalíptico. Entre los años 1996 y 1997, la superficie de la tierra fue contaminada por un virus mortal que obligó a la población superviviente a vivir bajo tierra. Mientras pasaban los años en la fría y húmeda oscuridad, los científicos hallaron una forma de viajar en el tiempo, aunque imprecisa. Para obtener el perdón, Cole permite que los científicos le envíen al pasado con el objetivo de recopilar información sobre el virus, un virus que creen que ha sido liberado por una organización terrorista conocida como el "Ejército de los Doce Monos".
En su primera misión, Cole llega al Baltimore de 1990, no al de 1996 como estaba previsto. Por error es arrestado y enviado a una institución mental, donde conoce a la hermosa psiquiatra Kathryn Railly (Madeleine Stowe), al doctor Leland Goines (Christopher Plummer) y a Jeffrey Goines (Brad Pitt), un excepcional paciente. Cole deberá encontrar al "Ejército de los Doce Monos" antes de que sea demasiado tarde.
En 1985 Terry Gilliam dirigió 'Brazil', una distópica aventura futurística que aunque tan excesiva como todo aquello que el cineasta británico ha puesto en escena, arrojaba una luz, francamente deprimente, sobre cierto sentido de ánimo de aquel momento frente a un futuro que se percibía como muy oscuro. Diez años después, Gilliam creó una nueva visión del mañana en '12 monos', tras la extraña pero interesante 'El rey pescador', su primera película norteamericana.
Gilliam toma prestado ideas del mediometraje 'La Jetée', de Chris Marker, para construir una película que obedece visualmente a su estética y en la que nos adentramos en un futuro en el que el mundo ha sucumbido bajo los efectos de un virus mortal. Realidad y sueño, viajes en el tiempo, y tramas criminales.
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