Brian y Marilyn, tras una de sus múltiples reconciliaciones, se habían mudado al 1448 de Laurel Way en Beverly Hills, donde habían establecido algo parecido a un hogar en forma de palacio Kitch: desde la moqueta violeta del salón a los loros mecánicos de ojos luminosos que colgaban del techo de la cocina. Marilyn (que empezó a fumar también marihuana), preparaba bollería en cantidades industriales para que Brian, que ya por entonces había empezado a engordar, se levantara de su enorme cama de estilo victoriano y colchas con estampado de piel de leopardo. Poco quedaba de aquel joven espigado que aparecía en la portada de Surfin Safari (sólo cuatro años antes).
Todo parecía tranquilo en la casa de los Wilson. El grupo estaba de gira en Japón y, por primera vez en tres años, Brian Wilson tenía tiempo para sí mismo. El 6 de diciembre de 1965, un amigo llegó a casa con un disco bajo el brazo. Brian estaba disfutando de una relajada velada con algunos amigos más. ”Tienes que escuchar esto, Brian… es genial”, dijo. “Está bien, ponlo”, contestó relajado el líder de los Beach Boys. Se acomodó en un sofá y encendió un porro mientras echaba un vistazo a la portada… Allí estaban… Desafiantes… Aquellos ingleses parecían siempre tan seguros de sí mismos…”Rubber Soul“
”Desde que escuché los primeros acordes, me enamoré de este disco”, recuerda Brian en una entrevista reciente, ” la primera vez que escuché “Michelle” me quede flipado…¡qué maravilla!, y “Girl”, ¡qué canción tan increíble!, me volvió loco la forma de cantar de Lennon, sonaba fantástico (…). Mi favorita es “Norwegian Wood” y su misteriosa letra, tampoco puedo olvidar el sonido del sitar, nadie lo había usado antes…, esta exótica instrumentación me inspiró mucho. ¡Cuántas canciones fantásticas!, “You won’t see me” es genial y “Think for yourself”… esa es de George, ¿no?, es buenísima… “The Word”… Pero la mejor, para mí, es “In my life”… Es increíble, nadie había hecho un disco en que todas las canciones fueran tan buenas, y esas letras tan increíbles… Es el mejor disco de todos los tiempos, no creo que “Pet Sounds” fuera mejor, es mi disco preferido…”
“Rubber Soul” tuvo en Brian un efecto similar al que años atrás tuvo el “Be my baby” de Phil Spector. El disco obsesionó a Brian y no era de extrañar. Sin duda era el mejor trabajo de los Beatles hasta la fecha, incluso en la castrada versión americana que escuchó Brian. Capitol, en otra de sus habituales carnicerías, suprimió “Drive my car”, “What goes on”, “Nowhere man” e “If I needed someone”, para incluir las canciones que le habían sobrado de “Help!”, es decir, “It’s only love” y “I’ve just seen a face”. El disco presenta una coherencia inusual. Los Beatles dejaban de ser estrellas del rock para convertirse en artesanos.
Voy a hacer el mejor disco la Historia
”Voy a grabar el mejor disco de todos los tiempo” repetía Brian de forma obsesiva a su mujer . Tenía que hacerlo. Ese “Rubber Soul” era fantástico pero se veía con fuerzas para hacerlo. Un disco lleno de canciones buenas, sin relleno. Podía hacerlo. Ese Lennon y, en especial, ese McCartney (por el que tenía predilección) eran buenos compositores de melodías, pero él podía igualarlos o… ¡qué demonios!, superarlos. Estaba convencido, aceptaba el reto.
No obstante, sabía que podía con la música. A sus 23 años sentía que dominaba la música., Ni la composición ni la producción le asustaban. El problema lo tenía con las letras. No se sentía capaz de igualar los textos de los Beatles (muy influenciados en esa época por Dylan), y no confiaba para nada en la lírica surfera y adolescente de su primo Mike Love. Necesitaba a un letrista capaz de traducir en versos la música que tenía en la cabeza y recordó a un publicista y poeta que un amigo común le había presentado meses atrás. Se habían caído bien y a Brian le gustaban sus textos poéticos. Era Tony Asher.
Cuando Asher recibió la llamada, que en principio confundió con una broma, aceptó de inmediato y se trasladó a la vivienda de Brian. Pidió una excedencia de tres semanas en la agencia donde trabajaba y, en enero de 1966, empezó a trabajar en las canciones que acabarían siendo “Pet Sounds”. Trabajaron de forma muy espontánea, Brian tenía la melodía y alguna idea general sobre lo que quería expresar (en pocas ocasiones siquiera tenía una frase), Asher iba cogiendo notas mientras Brian tocaba el piano y cantaba. Al día siguiente, aparecía con un borrador de letra que, entre ambos, terminaban de pulir. Otras veces se sentaba y empezaba a buscar sus “feels”, fragmentos musicales que transmitían emociones y que iban formando , poco a poco, canciones.
”Todo era un poco caótico”, recuerda Asher, ”el comportamiento de Brian era extraño…, era capaz de interrumpir una sesión de trabajo para ver un episodio de Flipper…, al cabo de un rato volvía con lágrimas en los ojos emocionado por la relación entre el niño y el delfín protagonistas…”. Las rarezas de Brian se multiplicaban por aquel entonces. Normalmente era muy divertido y sus locuras resultaban muy cómicas pero, en ocasiones, empezaba a ser preocupante. Era habitual que se emocionara tanto con su música que acabara acurrucado en una esquina de la habitación llorando a lágrima viva. Como bien definiría el propio Asher ”Brian es un músico genial, pero sólo es un aprendiz de ser humano”.
Las sesiones de trabajo con Asher, aunque acabaron siendo fructíferas, resultaron muy frustrantes para el publicista…”cuando estábamos al piano era una delicia…, pero de repente se iba y se pasaba horas escuchando “Rubber Soul”, o se daba un chapuzón en la piscina, o canturreaba “Be my baby”…, y mientras yo le esperaba junto al piano”. Con todo, y a pesar de todas estas anécdotas, el trabajo de Asher con las melodías de Brian es brillante.
En enero, Brian, con ya todas las canciones terminadas en su concepción, se puso a trabajar con las bases musicales dispuesto a dar forma a su “disco definitivo“. Realmente, había empezado a trabajar ya en algunas de las canciones desde finales de 1965, pero fue a partir de enero cuando se puso más en serio con ello. Reclutó de nuevo a los miembros de la Wrecking Crew y enseñó a cada músico lo que quería que hiciera con su instrumento, nota a nota (en todo el disco no hay ni un acorde tocado por los Beach Boys salvo la guitarra, batería y el órgano de “That’s not me”, a cargo de Carl, Dennis y Brian). Brian sabía lo que quería y era capaz de hacer repetir a un prestigioso percusionista un ritmo de maraca hasta la extenuación, tenía toda la música en su cabeza y quería que sonase tal cual.
”Quiero que esa maraca suene como si fuesen las joyas de una pulsera en el brazo de tu chica”. Frank Capp, el prestigioso percusionista, cerró los ojos y esa toma, la enésima, fue perfecta. Era el tipo de instrucciones que Brian les daba a los músicos, les pedía “colores”, “llantos”, “amor”, “pasión”, “rabia”, “ternura“… Empezaba dándoles instrucciones musicales precisas, pero luego necesitaba que hicieran realidad lo que él tenía en la cabeza y no tenía otra forma de expresarlo. Chuck Britz recuerda como “era curioso ver a ese muchacho imberbe hablar con los mejores músicos de sesión de Los Ángeles y les pedía que un violín llorara”. Como dijo George Martin, productor de los Beatles, ”lo que hizo Wilson está al nivel de Mozart o Bach, o superior, porque ellos trabajaban la música, pero Brian consiguió meter colores en ella…, llevó el color a los sonidos”. Quería que todos los músicos (hasta 40) estuvieran presentes en todas las sesiones, quería fomentar el grupo y la mística de la grabación. Cada toma buena acababa con una ovación general. ”No sé cómo lo hacía, es como una fusión de Bach con Beethoven…”, decía el guitarrista Jerry Cole, ”Nosotros sólo escuchábamos la base, pero él era capaz de imaginar todo…, cuerdas, voces…, lo escuchaba todo desde dentro”, recuerda el acordeonista Carl Fortina.
Fueron sesiones lentas, pero extremadamente productivas. Cuando el resto del grupo llegó de Japón, el disco estaba prácticamente terminado a falta de sus voces. Brian los reunió para que escucharan el material. Dennis flipó en colores, Carl, Bruce y Al no se pronunciaron, mitad impresionados mitad sorprendidos… Mike, como no, expresó su rechazo, acusó a Brian de ególatra y auguró un fracaso para el disco…, pero Brian no iba a ceder.
En cierta forma es normal que la banda quedar en estado de shock, se fueron a Japón a cantar “Surfin’ USA” y “Help me, Rhonda” y vuelven para encontrarse música quasi sinfónica. Era un cambio radical…, pero Brian era el jefe, no eran nada sin él… Es más, en este disco, el resto del grupo fueron “cantantes de sesión”, no aportaron nada que no estuviera en la cabeza de Brian…“Pet Sounds” (un homenaje a las iniciales de su idolatrado Phil Spector) sería el título del siguiente disco de The Beach Boys… o el primero de Brian Wilson en solitario…
PET SOUNDS
Editado en USA en mayo de 1966
CARA A
1. Wouldn’t it be nice (B.Wilson-T.Asher- M.Love)
2. You still believe in me (B.Wilson- T.Asher)
3. That’s not me (B.Wilson- T.Asher)
4. Don’t talk (put your head on my shoulder) (B.Wilson- T.Asher)
5. I’m waiting for the day (B.Wilson)
6. Let’s go away for awhile (B.Wilson)
7. Sloop John B (tradidional)
CARA B
1. God only knows (B.Wilson-T.Asher)
2. I know there’s an answer (B.Wilson-Sachen-M.Love)
3. Here Today (B.Wilson-T.Asher)
4. I just wasn’t made for these times (B.Wilson-T.Asher)
5. Pet Sounds (B.Wilson)
6. Caroline No (B.Wilson-T.Asher)
Estamos ante un disco histórico, basado en una concepción sinfónica del pop y construido a base de sonidos hasta entonces nunca oídos en un disco de rock. Contamos hasta más de treinta instrumentos diferentes (acordeón, armónicas, bajo eléctrico, bajo sexto, batería, chelo, clarinete, clavecín, clavicémbalo, clavicordio , cuerno inglés, electroremín, flauta, glokenspiel, guitarras, instrumentos de percusión (cascabeles, maracas, panderetas, timbales, marimbas…), mandolina, mandolina de 12 cuerdas, órgano, piano, saxofón, timpani, trombón, trompetas, ukelele, vibráfono, viola, violines) tocados por más de cuarenta músicos distintos
1. “Wouldn’t it be nice”
Instrumentos: Hal Blaine (batería), Frank Capp ( percusión), Roy Caton (trompeta), Jerry Cole y Bill Pitman (guitarra), Al de Lory (piano), Steve Douglas, Plas Johnson y Jay Migliori (saxofón), Carl Fortina y Frank Marocco (acordeón), Carol Kaye ( bajo eléctrico), Barney Kessel (mandolina de 12 cuerdas), Larry Knechtel ( órgano), Ray Pohlman (mandolina) y Lyle Ritz (contrabajo).Voces: Brian canta las estrofas y Mike los puentes. El resto hace armonías.
Canción inconmensurable ¡Qué forma de empezar! Todo un clásico. El arpegio inicial te transporta a un mundo mejor, más inocente, en el que las canciones plasman los sentimientos. Es un trabajo impresionante de producción, con una amalgama de sonidos que necesitó hasta 21 tomas (ver video) para conseguir el resultado final. Brian solía decir que estaba especialmente orgulloso de “los rocosos acordeones y etéreas guitarras” de la introducción. La primera joya del álbum.
2. “You Still Believe in me”
Instrumentos: Hal Blaine (batería), Julius Wetcher y Jerry Williams ( percusión), Barney Kessel y Bill Pitman (guitarra), Al de Lory (clavicordio), Steve Douglas y Jay Migliori (clarinete), Plas Johnson, Bill Green y Jim Horn (saxofón), Carol Kaye ( bajo eléctrico) y Lyle Ritz (contrabajo).Voces:, Brian es la voz principal, el resto hace armonías.
Otra maravilla. Con un inicio espectral, tiene una de esas progresiones tan wilsonianas que elevan la canción a un nivel casi espiritual que la acerca a la música sacra. Estupenda interpretación vocal de Brian y otro monumental trabajo de producción. Tony Asher recuerda que ”para conseguir el adecuado sonido de piano para la intro, uno de nosotros se tuvo que meter dentro del piano para agarrar las cuerdas mientras otro pulsaba las teclas…, así lo conseguimos”´Originalmente se iba a titular “In my childhood”y se incluyeron los sonidos de bocina de bicicleta. Luego, aunque cambio el título y la temática, se mantuvieron porque sonaban bien.
3. “That’s not me”
Instrumentos: Dennis Wilson (batería), Terry Melcher y Frank Capp ( percusión), Carl Wilson (guitarra), Brian Wilson (órgano), Glen Campbell (bajo sexto), Carol Kaye ( bajo eléctrico) y Lyle Ritz (contrabajo).Voces: Mike es la voz principal, con Brian en los puentes. El resto hace armonías.
Grabada en febrero de 1966, es posiblemente la canción más sencilla en cuanto a producción (ver video) de todo el álbum, aunque es avanzadísima en cuanto a la progresión de acordes. Es igualmente fantástica, con Mike en una de sus mejores interpretaciones vocales, y con todos los hermanos Wilson tocando.Sorprende comprobar que cada estrofa es distinta a la anterior, siempre cambia algo en el acompañamiento, el ritmo, un nuevo instrumento…
4. “Don’t talk (put your head on my shoulder)”
Instrumentos: Hal Blaine (batería), Steve Douglas ( percusión), Billy Strange y Glen Campbell (guitarra), Al de Lory (órgano), Carol Kaye ( bajo eléctrico) y Lyle Ritz (contrabajo), Arnold Belnick, Ralph Schaeffer, Sid Sharp, Tibor Zelig (violines), Norman Botnick (viola), Joseph Saxon (chelo), Frank Capp (vibráfono) Voces: Brian es la voz… (y las armonías).
Brian graba varias pistas de voz para hacerse a sí mismo las armonías sobre una sobrecogedora línea de voz principal que se acurruca en un colchón de instrumentos de cuerda… Nunca melodía, texto y emoción estuvieron tan ligados (impresionante el bajo simulando el efecto del latido de corazón). El resto del grupo no aparece por ningún lado en esta canción. Ternura al servicio de la música, o viceversa…
5. “I’m waiting for the day”
Instrumentos: Jim Gordon (batería), Ray Pohlman (guitarra), Larry Knechtel (hammond), Gary Coleman( timpani y bongos), Bill Green, Jay Migliori y Jim Horn(flauta), Al de Lory (piano), Leponar Hartman (cuerno inglés), Plas Johnson, Bill Green y Jim Horn (saxofón), Carol Kaye ( bajo eléctrico) y Lyle Ritz (contrabajo y ukelele), Leonard Malarsky, William Kurasch, Sid Sharp, Ralph Schaffer (violines), Harry Hyams (viola), Justin DiTullio (chelo), Frank Capp (vibráfono). Voces: Brian es la voz… (y las armonías)
Grabada en marzo de 1966, en distintas secciones (feels) que luego Brian uniría en la mezcla final, es quizás la canción que más fusiona el rock con los arreglos clásicos. El maravilloso cuerno inglés que acompaña a la melodía principal, el arreglo de las flautas, la imponente y casi militar base rítmica, el spectoriano manto de cuerdas… El uso de las dinámicas, en esta canción, quita el hipo. Contínuos cambios de tempo, intensidad
Mike y Brian escribieron esta letra en 1964, cuando empezaban a preparar los temas para “Today”, álbum en el que al final no incluyeron la canción. Originalmente Mike iba a ser la voz principal, pero a Brian no le gustó el resultado y acabó cantándola él mismo…y, ya de paso, también grabó las armonías. Brian habla frecuentemente de esta canción como una de las que menos le gustan del disco.
6. “Let’s go away for awhile”
Instrumentos: Hal Blaine (batería), Al Casey, Berney Kessel (guitarra), Larry Knechtel (hammond), Steve Douglas, Jay Migliori y Jim Horn(saxofón), Al de Lory (piano), Roy Caton (tron), Plas Johnson, Bill Green y Jim Horn (saxofón), Carol Kaye ( bajo eléctrico) y Lyle Ritz (contrabajo), Arnold Belnick , James Getzoff, Leonard Malarsky, William Kurasch, Jerome Reisler Sid Sharp, Ralph Schaffer y Tibor Zelig (violines), Joseph Di Fiore y Harry Hyams (viola), Justin DiTullio y Joseph Saxon (chelo), Steve Douglas y Jules Jacob (flauta).
Primer corte instrumental del álbum. De marcado carácter sinfónico y muy influenciada por Burt Bacharach, es la favorita de Brian, ”la pieza musical más satisfactoria sobre la que he trabajado” dijo a finales de los 60. Le apasionaba la idea de hacer una canción que nadie pudiera tararear.
7. “Sloop John B”
Instrumentos: Hal Blaine (batería), Al Casey, Jerry Cole, Billy Strange (guitarra), Larry Knechtel (hammond), Jay Migliori (clarinete), Al de Lory (órgano), Steve Douglas y Jim Horn (flauta), Jack Nimitz (saxofón), Carol Kaye (bajo eléctrico) y Lyle Ritz (contrabajo), Ron Swallow (pandereta) Frank Capp (glokenspiel) Voces: Brian y Mike son las voces principales. Al, Bruce, Carl y Dennis hacen las armonías.
La cara A se cierra con la canción más comercial del disco. Grabada en verano del 65, antes de la catarsis Rubber Soul, es un tema tradicional con origen en las Bahamas que artistas como Johnny Cash ya habían interpretado, pero que fue popularizado por el grupo folk The Kingston Trio. Fue Al Jardine, muy aficionado al folk, el que le propuso a Brian hacer una versión de la canción… ”Al, tío…, no me gustan nada The Kingston Trio”, fue la respuesta de Brian.
No obstante, Al perseveró y le hizo ver a Brian que no tenía porqué limitarse a los tres acordes de la canción original sino que podía hacer un arreglo mucho más complejo…, y tanto que lo hizo. Brian lleva a cabo aquí un auténtico trabajo de orfebrería convirtiendo una cancioncilla en un monumento pop (enlace a video sobre el proceso de grabación).
Capitol editó la canción como single sin consultar a Brian, según se comenta como castigo por la tardanza de éste con la entrega del nuevo disco. Se editó en julio del 65 con “You’re so good to me” en la cara B y alcanzó el número 3 en USA y el 2 en Inglaterra.
Algunos estudiosos de la carrera de los Beach Boys aseguran que, originalmente, Brian no quería incluir esta canción en el disco (de ahí la diferencia entre los pomposos arreglos de esta canción con los sutiles tratamientos del resto) y se vio forzado a ello por intereses comerciales pero tal punto no ha sido corroborado.
8. “God Only Knows”
Instrumentos: Hal Blaine (batería), Jim Gordon (percusión), Larry Knechtel (hammond), Don Randi (piano), Carl Fontina y Franck Morocco (acordeones), Bill Green y Jim Horn (flauta), Jay Migliori (saxofón), Carol Kaye ( bajo eléctrico), Lyle Ritz (contrabajo), Ray Pohlman (bajo sexto), Leonard Malarsky, Sid Sharp (violines), Darrell Terwilliger (viola), Alan Robinson (clavicémbalo), Leonard Hartman (clarinete) Voces: Carl es la voz principal. Bruce y Brian aparecen en los contrapuntos finales.
¿Qué decir?, para mí es la canción más bella que nunca se ha escrito. Paul McCartney, cuando la escuchó en 1966, lo tuvo claro: ”es la mejor canción jamás compuesta”, aún hoy dice ”es raro que pueda evitar llorar al escucharla”. Y es que estamos ante una melodía perfecta, de una belleza sobrenatural y casi mística.
Se comenzó a grabar en marzo de 1966 y es el mejor ejemplo de la sensibilidad de Brian Wilson no sólo como compositor y creador, sino como productor. El arreglo, mucho más sencillo (no confundir con simple) que los aparecidos en el resto del disco, es simplemente sublime con su inconmensurable intro y esa fantástica línea de bajo ascendiendo de forma inversa a la progresión de los acordes. Fueron sesiones maratonianas porque Brian puso un celo especial en cada instrumento, en cada nota, en cada silencio…
Y es que, con Pet Sounds, Brian consiguió refinar el “muro de sonido” de Phil Spector. Si éste lo construyó a base de acumular instrumentos y voces para crear esa maravillosa masa sonora que inunda sus grabaciones, Brian ideó una técnica distinta, unía dos (o más) instrumentos para crear uno distinto. Así creaba también una “masa sonora” (en algunas canciones hay hasta 40 instrumentos sonando a la vez) pero mucho más ligera. Unía un bajo eléctrico y un contrabajo para crear ese sonido tan particular de los bajos de Pet Sounds; un acordeón con una armónica y un órgano, un clavicordio con una mandolina…
En un principio Brian era la voz principal (enlace) pero acabó siendo Carl quien la cantó, “…bien, creo que yo podía haberlo hecho pero no sé…, creía que él transmitiría mejor el mensaje que yo…”. De hecho, aunque son muy similares, la interpretación de Carl es tan angelical que cuesta pensar en otra persona para cantarla.
En cuanto a la letra Tony Asher, letrista de la canción, recuerda, ”Esta es la única que yo pensé que sería un éxito, porque es tan increíblemente bella… Me preocupaba que quizás la letra no estuviera al mismo nivel que la música: ¿cuántas canciones de amor comienzan con una frase: “Quizás no siempre te ame”? Me gusta ese giro inesperado, y luché para comenzar la canción de esa manera. Al trabajar con Brian, no tuve que luchar demasiado, pero estaba deseando luchar hasta el final para convencerlo. Probablemente me estaba diciendo a mí mismo: «Dios, espero estar en lo correcto en esto», pero nunca estás lo suficientemente seguro. Pero sé que funcionará, porque la segunda parte, el significado real de la canción continúa: «Yo te amaré hasta que el sol se apague», es decir, «Te amaré por siempre». Supongo que al final God only knows es la canción que la mayor parte de la gente recuerda, y que ama más”. De hecho, Brian tenía dudas con el primer verso porque le parecía muy negativo, pero al final lo dejaron
Como curiosidad, es la primera canción de la historia en usar el nombre de Dios… ¿en vano?, ¡desde luego que no! Estoy convencido de que el mundo sería mejor si todos dedicáramos un momento al día a escuchar esta canción. Personalmente, soy ateo, pero si nombrar a Dios produce este tipo de maravillas, acabo en el Vaticano en dos días…
9.”I Know there’s a answer”
Instrumentos: Hal Blaine (batería), Al Casey, Barney Kessel (guitarra), Larry Knechtel (hammond), Glen Campbell (banjo), Al de Lory (piano), Steve Douglas, Jim Horn, Paul Horn , Bobby Klein, jay Migliori (saxofón), Ray Pohlman ( bajo eléctrico) y Lyle Ritz (contrabajo), Tommy Morgan (armónica,) Julius Wetcher (percusión).
Voces: Mike y Al son las voces principales en las estrofas. Brian aparece en los estribillos.
La canción originalmente se titulaba “Hang on to your ego” y Brian cantaba la voz principal (llegó a ser grabada así –enlace-), pero Mike entró en cólera tan pronto como la escuchó: ”¡¡es una jodida canción para drogadictos!!”. Brian que, hasta este momento, se había mostrado inflexible respecto a su creación (Mike le llamaba el “Stalin del estudio”), cedió en esta ocasión y reescribió la letra con Mike y el road manager del grupo, Terry Sachen. Éste último recuerda. “Yo sabía que Brian comenzaba a experimentar con LSD y otras drogas psicodélicas. En ese tiempo prevalecía la opinión de que, consumiendo ciertas dosis de droga, te destruiría el ego que tenías, como si eso fuera algo positivo. Yo no estaba interesado en tomar ácido o deshacerme de mi ego”. Al Jardine, a este respecto, recuerda que “Brian estaba muy preocupado. Quería saber lo que pensamos al respecto. Para ser honesto, no creo que ni siquiera supiera lo que era el ego…”
Es una de las canciones más experimentales del disco en cuanto al uso y combinación de instrumentos, a los Beatles les impresionó especialmente el uso de las armónicas remarcando los bajos del acompañamiento. Otra gran canción que siempre he pensado que queda escondida tras la grandeza del tema que la precede en el tracklist.
10. “Here Today”
Instrumentos: Nick Martinis (batería), Al Casey, Mike Deasy (guitarra), Larry Knechtel (hammond), Gail Martin y Ernie Tack (trombón), Don Randi (piano), Jack Nimitz, Jay Migliori (saxofón), Carol Kaye ( bajo eléctrico) y Lyle Ritz (bajo eléctrico), Terry Melcher (pandereta,) Frank Capp (percusión)
Voces:, Mike es la voz principal y todos los demás hacen armonías.
Mike lleva la voz principal en una de las canciones favoritas de Bruce Jonhston, el nuevo Beach Boy dice ”Brian es la re-definición de la palabra brillante… la ruptura que hay en medio de la canción…es una pasada…, es la ruptura que Brian me dijo que fue influenciada por Bach y si has oído alguna pieza de Bach, entonces sabrás de lo que está hablando”. Otra joya para el saco.
11. “I just wasn’t made for these times”
Instrumentos: Hal Blaine (batería, timbales y bongos), Glen Campbell, Barney Kessel (guitarra), Paul Tanner (electroremín), Mike Melvoin (clavecín), Don Randi (piano), Steve Douglas, Plas Johnson, Bobby Klein , Jay Migliori (saxofón), Chuck Berghofer y Ray Pohlman ( bajo eléctrico), Frank Capp (conga), Tommy Morgan (armónica) Frank Capp (percusión) Voces:, Brian es la voz principal y las armonías.
Tony Asher escribe una letra que debería haber escrito el propio Brian ya que lo define completamente. ”Era un retrato de mi mente atormentada…, es sobre un chico cuya mente está demasiado avanzada… todo el mundo pensaba que yo estaba loco haciendo Pet Sounds…”, recuerda Wilson en la actualidad.
” Busco un lugar donde encajar
donde pueda expresar mi forma de pensar
llevo mucho tiempo buscando a gente que no dejaré atrás.
Dicen que tengo cerebro,
Pero no pueden darme nada bueno para mí,
Y me gustaría que pudieran Cada vez que las cosas ocurren de nuevo
pienso que me va a ocurrir algo bueno
Pero ¿qué es lo que falla?A VECES ME SIENTO MUY TRISTE
A VECES ME SIENTO MUY TRISTE
(no encuentro nada para llenar mi corazón y mi alma)
A VECES ME SIENTO MUY TRISTE
(no encuentro nada para llenar mi corazón y mi alma)
SUPONGO QUE NO FUI HECHO PARA ESTOS TIEMPOS
Cada vez que me llega la inspiración
para cambiar las cosas
Nadie quiere ayudarme a encontrar lugares
Donde nuevas cosas puedan ser encontradas
¿Adónde puedo dirigirme si mis amigos se escabullen?
¿De qué va todo esto?
Cada vez que las cosas ocurren de nuevo
pienso que me va a ocurrir algo bueno
Pero ¿qué es lo que falla?
A VECES ME SIENTO MUY TRISTE
A VECES ME SIENTO MUY TRISTE
(no encuentro nada para llenar mi corazón y mi alma)
A VECES ME SIENTO MUY TRISTE
(no encuentro nada para llenar mi corazón y mi alma)”
Destaca, además de la soberbia melodía y la fantástica voz de Brian, el uso del theremín, instrumento soviético utilizado frecuentemente en las películas de serie B de los años 50 como sonido ambiental. Brian recuerda ”me aterrorizaban de pequeño”. El uso de este intrumento llegaría a sus más altas cotas con “Good Vibrations”.
12. “Pet Sounds”
El tema que da título al disco es un instrumental que incluye como coristas a Banana y Louie, las mascotas (“pets” en inglés) de Brian. Se iba a titular “Run James Run” y fue escrita pensando en James Bond. Es el tema más olvidable del disco (no siendo malo en absoluto).
13. “Caroline No”
Instrumentos: Hal Blaine (batería, timbales y bongos),Glen Campbell, Barney Kessel (guitarra), Lyle Ritz (ukelele), Steve Douglas (saxofón), Carol Kaye ( bajo eléctrico), Al de Lory (pandereta), Bill Green, Jim Horn, Plas Johnson, Jay Migliori (flautas) Frank Capp (vibráfono)
Voces: Brian es la voz principal, NO HAY ARMONÍAS.
Muy influencia por sonidos jazz. Es la canción favorita del disco para Brian, quien recuerda haberla compuesto bajo el influjo de Glenn Miller. La letra es sobre una antigua novia de instituto Brian a la que encontró años después encontrándola envejecida y habiendo perdido la inocencia que el enamoró en su momento. Wilson le contó esta historia a Tony Asher que escribió esta letra que es el leitmotiv del disco: la inocencia perdida, el pasar de la adolescencia a la edad adulta. Todo el LP está escrito como pinceladas sobre esta idea principal.
¿Dónde fue tu largo pelo?
¿Dónde está la chica que yo conocía?
¿Cómo has podido perder ese brillo tan feliz?
Oh, Caroline, no…¿Quién robó tu mirada?
Recuerdo que decías
que nunca cambiarías, pero no era cierta
Oh, Caroline, tú… Mi corazón se ha roto
Quiero irme y llorar
Es muy triste ver morir algo tan dulce
Oh, Caroline, ¿por qué?
¿podría encontrar en ti otra vez
aquello que me hizo amarte tanto?
¿Podríamos traer de vuelta todo aquello?
Oh, Caroline, no
En esta canción Murry Wilson, el padre, aportó su granito de arena. Tomó la versión final de Brian y la aceleró mínimamente en un intento de hacer sonar la voz de Brian más juvenil (suena ligeramente más aguda).
Si hay una forma más bella, más melancólica, más dulce de terminar un disco, yo no la conozco. Desde el día que se editó será siempre la mejor melodía para un domingo lluvioso de otoño. Una maravilla que se editó como single el 7 de marzo de 1966, dos meses antes de que se editara el disco. Lo curioso es que se publicó bajo el nombre de Brian Wilson y no de The Beach Boys. Sólo llegó al número 32.
Y así concluye uno de los discos más hermosos de la historia. Sin duda, uno de los más influyentes y, seguramente, uno de los mejores. Pero ¿se entendió Pet Sounds en su momento?, ¿significó el punto y aparte en la evolución del rock que pretendía su creador? Lamentablemente, no. “Pet Sounds” fue el mayor fracaso comercial de la banda en Estados Unidos alcanzando, en su mejor momento, un triste número 10. Las explicaciones son principalmente dos: Capitol y la imagen anterior del grupo.
La compañía, Capitol, no apoyó el disco en absoluto. El día que Brian terminó la mezcla final, concertó una reunión con directivos de Capitol para mostrarles el resultado. Los directivos estaban deseosos de escuchar el disco en el que habían invertido 70.000 dólares y que llevaban seis meses (fíjate tú) esperando. ¿Pero qué locura era esa?, ¿dónde están los hits? Estaban disfrutando del éxito de la “primitiva” Barbara Ann (que estaba en un número 2 en listas) y no entendían por qué Brian tomaba ese camino de experimentalidad…, ¿quién se había creído? Le propusieron que cambiara y que les presentara otra cosa o cancelarían el disco. Brian, dolido, se presentó a la semana con 8 cintas bajo el brazo en las que sólo estaba grabada su voz diciendo “sin comentarios”. Finalmente, el disco se editó pero la compañía no realizó promoción alguna de apoyo a un disco en el que no creían.
Por otro lado, la imagen del grupo, muy conservadora, también perjudicó a “Pet Sounds”. Los fieles al grupo, jóvenes amantes del american way of life, querían más “Help me, Rhonda” y menos experimentos…, es lo que Mike Love dijo en su momento y, desgraciadamente, tenía razón. Por otro lado, los posibles nuevos oyentes, los precursores del movimiento Hippy veían en los Beach Boys un producto casposo y sólo recordaban su imagen con camisas a rayas y sus letras infantiles…, ¿cómo iban a tomar en serio un disco en el que salen unos rechonchos millonarios dando de comer a unas cabras? Demasiado progres para los carcas y demasiado carcas para los progres.
Sin embargo, tanto la crítica como el mundo musical, recibieron el disco con alborozo:
“Pet Sounds fue el disco que más me impactó. No sabes cuánto me gusta. He comprado una copia a cada uno de mis hijos para su educación en la vida… creo que nadie está del todo educado, musicalmente hablando, hasta que no ha escuchado este disco… Me encanta la orquesta, los arreglos… puede parecer pretencioso decir que es el clásico del siglo… pero en mi opinión, es sin duda un clásico inalcanzable por muchos motivos… He llorado muchas veces escuchando el Pet Sounds. Se lo hice escuchar a John tantas veces que fue difícil para él escapar de su influencia… era el disco del momento. El detalle que realmente me hizo sentarme y tomar nota fue el bajo… y también, el hecho de introducir melodías en las líneas de bajo. Esa fue la gran influencia mientras grabábamos el Sargeant Pepper. Me empujó hacía un periodo de unos dos años en los que casi todo lo que compuse contenía melodías en las líneas de bajo. “God Only Knows” es mi favorita… muy emotiva, se me hace un nudo en la garganta cada vez que la escucho. En “You Still Believe In Me”, adoro esa melodía – me mata… esa es mi favorita, es increíblemente hermosa al final… surge como una oleada de esas armonías multicolor… provoca escalofríos en mi espalda”. Paul McCartney
“Ese tío (Brian) es un jodido genio, usa las voces como si fueran instrumentos. Pasamos días enteros escuchando “Pet Sounds” eran como flores de celofán amarillas y verdes conquistando tu cabeza (refiriéndose a la música de los Beach Boys y parafraseando una línea de Lucy In The Sky With Diamonds)“. John Lennon
“Si tuviese que elegir a una persona como genio viviente de la música pop, elegiría a Brian Wilson. Sin el Pet Sounds, el Sgt. Pepper jamás habría existido… el Sgt. Pepper fue un intento de igualar al Pet Sounds.” George Martin, productor de los Beatles.
“Todos nosotros, Ginger (baker), Jack (Bruce), y yo consideramos que el “Pet Sounds” es uno de los más grandes LPs de pop que jamás han visto la luz. Abarca todo lo que alguna vez me ha dejado k.o. y lo enrolla en una sola pieza. Brian Wilson es, sin ninguna duda, un genio del pop.” Eric Clapton en su etapa en Cream.
“Pet Sounds es un disco de referencia. Me quedaría corto si dijese que me cautivó. Nunca había escuchado unos sonidos tan mágicos, tan increíblemente grabados. Sin duda cambió mi forma, y la de innumerables otros, de abordar un disco. Es una increíble grabación, por la que no pasa el tiempo y que rebosa genialidad y belleza.” Elton John
“El Pet Sounds es brillante. Brian Wilson es uno de los más grandiosos innovadores de mi década, y de cualquier década.” Burt Bacharach
“Lo pondría a la altura de los mejores compositores, especialmente por el Pet Sounds. No creo que exista nada mejor que ese disco. No creo que exagere nadie que lo compare con Beethoven o cualquier otro gran compositor. La palabra genio se usa muy a menudo con Brian. Yo no se si es un genio o no, pero se que su música es probablemente tan buena como cualquier música que puedas hacer.” Tom Petty.
Había fracasado en casa, los Beatles le habían barrido .”Yesterday and Today” (mezcla de temas del “Revolver” inglés y canciones que no usaron para la versiones USA de “Help!” y “Rubber Soul”) fue número 1 en junio y “Revolver” en agosto. Curiosamente, en Inglaterra, el feudo de los Beatles, el disco fue un enorme éxito y alcanzó el número 2, sólo por debajo del excelso “Revolver” de The Beatles. Allí, The Beach Boys fueron proclamados, en 1966, por el New Musical Express como el mejor grupo del mundo, y la revista Mojo publicó que Pet Sounds era “el mejor trabajo musical de todos los tiempos”. No obstante los más impresionados no fueron los fans ingleses, sino los propios Beatles…
“John, tío, es el mejor disco que se ha grabado…, tenemos que hacer algo”. Paul lo tenía claro. Los Beatles anunciaron que dejaban de actuar en directo para dedicarse sólo al estudio. La pelota está en Inglaterra.
TEXTO: Guillermo Mittelbrunn. 29 de agosto de 2012
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