Huysmans escribe unos Croquis parisiens de valía. Nuevas obras como En ménage, 1881, y al año siguiente A vau l'eau (A la deriva o Aguas abajo) están llenas de vidas insípidas, muy contemporáneas e implacablemente descritas. Ya resalta su disgusto por un mundo moderno compuesto, dice, por bribones e imbéciles. Le guiaba el pesimismo de Schopenhauer.
Este singular volumen engloba Aguas abajo (1882), relato contemporáneo de un anónimo "hombre sin atributos", y Apuntes parisienses (1880), colección de raros bocetos y caprichos fantásticos. Resulta un libro a salvo de modas pasajeras, pues preludiaba la mejor introspección del siglo XX, merced a su tono queridamente grisáceo, de láminas como grabadas al aguafuerte.
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