19.9.14

Pixies "Bossanova" (1990)


Que los Pixies iban a acabar a palos era una cosa que se veia venir. En la cima absoluta de su popularidad, tras dos (casi tres) discos que sacudieron en gran medida los cimientos del rock alternativo, noise o como se quiera llamar al asunto, el aire gamberro e infantil que destilaba el grupo y las enrevesadas bromas que gastaban a sus fans (tocar los temas de sus directos en orden alfabetico y cosas por el estilo) habian calado en una escena musical incipiente de nuevo rock que aun tardaria en explotar, ya que en USA se empezaba a mirar con obsesion hacia Seattle.
Quiza es por eso que los duendes del orondo Black Francis tenian en Europa su gran bastion, con el curioso prestigio que da eso. En USA tener mas exito en el viejo continente es sinonimo de ser art-cool, y va a ser esa una de las cosas que se le subieron a la chepa al Sr. Francis. Para empezar, para este nuevo trabajo el visionario cantante de los Pixies se llevo a sus chicos a vivir a Los Angeles, que aun coleaba como centro musical estadounidense.

Y digo bien, sus chicos, porque la decision unilateral de ningunear a la bajista Kim Deal en el nuevo trabajo provoco en esta un globo de dimensiones considerables. Tentada de mandarlos a todos a tomar viento se resistio al traslado hasta el final, pero por suerte la inquietante senyora de Murphy se lio la manta a la cabeza y siguio al grupo en su periplo.

Y es que, aunque sea atada a un palo cual espantapajaros, los Pixies no serian lo mismo sin la senyora Deal y sus sinuosos coros. Pese a que la banda permaneceria unida lo suficiente para sacar otro excelente disco como "Trompe Le Monde", la cosa ya estaba rota y resquebrajada en este momento. A eso habria que sumarle la dispar situacion que envolvio la grabacion del disco.

Sin apenas ensayos, con Francis escribiendo letras y temas mientras enchufaba su guitarra para grabar, la tematica del album se vuelca en la ciencia ficcion y el consabido surrealismo propio de la banda. Entrando en unos estudios en los que cada vez que se enchufaba una guitarra se colaba la senyal de varias emisoras de radio piratas, fue el productor Rick Rubin el que encontro un estudio donde al fin el grupo se pudo poner a la faena. Las criticas del momento vieron en este album una mezcla de la crudeza de "Surfer Rosa" y el aspecto melodico de "Doolittle", pero en mi opinion es mas bien un crisol de temas que rebota entre la inmediatez de esos discos y un nuevo aire, mas melodico y apoyado en ritmos clasicos.

Todo ello sin perder una linea sostenida por las lienas de guitarra de Santiago y el incesante ritmo marcial de un David Lovering muy bien producido en la bateria. Comenzando por la energetica version instrumental de "Cecilia Ann" de los Surftones, el repertorio de trucos de la banda se despliega en un disco de ambientes variados. La tensisima "Rock Music" parece recuperar el espiritu del cerdo degollado tan presente anteriormente, con los bends de Joey Santiago perforando el timpano del oyente, pero temas como "Velouria", la vibrante "Allison" (en honor a Moose Allison) o la excepcional y susurrante construccion de "Is She Weird" inyectan un aire mas calmado y tranquilo al conjunto.

Un aire que la banda hace suyo al aplicar su jugueton tratamiento de los compases y cierta distorsion contenida. La banda sigue otros derroteros en "Ana", una mediobalada sinuosa que acompanya a "All Over the World", tambien con un deje decadente y en cierto modo magico. Mas evidente es ese nuevo sello en la festivalera y aun asi amarga "Dig for Fire", que recupera los brillantes parloteos de Black Francis y el gusto de este por las islas caribenyas. Mas oscura es "Down to the Well", donde los guitarrazos persiguen una rueda de guitarra omnipresente, y tambien "The Happening", con formas retorcidamente clasicas en su linea vocal que desembocan en una parte melodica muy amable para lo que nos tenia acostumbrados la banda. Marca de la casa es "Blown Away", con esa voz sepultada y una instrumentacion que pese a una bajada de marcha considerable si que vuelve a recordar las juguetonas estructuras de anteriores trabajos.

Quiza el tema mas "Pixies" del trabajo, "Hang Wire" se despliega en todo su esplendor para componer uno de los temas mas memorables del grupo, aunando delicadeza y fuerza el grupo sabe sacar petroleo de unos simples fraseos de guitarra. Probablemente la letra mas absurda de los Pixies, si es que se pueda destacar alguna, preside el arrastrado devenir de "Stormy Weather". Un tema a dos velocidades que deja a la preciosa "Havalina" la labor de cerrar el disco, con esa rueda de acordes tan facilmente identificable en los chicos de Boston abrazando el pop con descaro. "Bossanova" representa en mi opinion, y en cierta medida, un intento de busqueda de identidad de un estilo de musica que se apagaba a principios de los 90 en favor del triunvirato que los medios concedieron a Kurt, Eddie y Chris.

Su influencia posterior fue brutal, y aun hay grupos que arrastran con orgullo esa mezcla de juventud y madurez que los Pixies vomitaron en este trabajo que se queda muy muy al borde de los cinco cuernos que lucieron con orgullo sus antecesores. Un disco excelente de un grupo que comenzaba a marchitarse, aunque no antes de mostrar ese plumero punk de "Trompe le Monde". Como tal, cuatro cuernazos muy muy altos.


1. Cecilia Ann
2. Rock Music
3. Velouria
4. Allison
5. Is She Weird
6. Ana
7. All Over the World
8. Dig for Fire
9. Down to the Well
10. The Happening
11. Blown Away
12. Hang Wire
13. Stormy Weather
14. Havalina

Black Francis: Guitarra, Voz
Kim Deal: Bajo, coros
Joey Santiago: Guitarra
David Lovering: Bateria


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