Desde un caserón al borde de un acantilado en las afueras de Cadaqués, Simon Schneider trabaja para un autor de gran éxito que se hace llamar Gran Bros y que vive oculto en Nueva York desde hace años. Simon es un hokusai, es decir, un distribuidor de citas para otros escritores, entre los que se encuentra, sin que él pueda imaginarlo, el mismísimo Pynchon. La tarde del 27 de octubre de 2017, Simon, que se ha quedado bloqueado cuando intentaba recordar una frase sobre el infinito, deja atrás su caserón y emprende un largo paseo en busca de la cita perdida.
Cuando se camina al borde del abismo y las certezas se tambalean, una huida a tiempo puede ser una puerta abierta hacia la escritura sin aditivos, aquella que hace saltar por los aires los límites de la ficción, trasciende la experiencia personal e histórica, y concibe una geografía soñada por un alma liberada de todo, hasta de su propia desgracia.
Esta bruma insensata es una novela sobre la energía inextinguible que proviene de la ausencia y sobre la tensión entre la fe en la escritura y el rechazo radical a ésta. Enrique Vila-Matas, uno de los mejores narradores de nuestros días, alumbra la paradoja de que la única originalidad posible surja del arte de la cita en un lúcido y brillante duelo de ingenios entre dos formas de entender la creación literaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario