21.9.19

Popular 1. Número 500 Julio/Agosto 2015 Entrevista a Cesar Martín

La revista Popular 1, o “el Popu”, llega a su número 500. Superados los 40 años de vida, esta cabecera suma una efeméride más a una trayectoria dedicada al rock en todas sus vertientes y a otras (numerosas) disciplinas artísticas. Con una personalidad ecléctica y única, el Popu sigue al pie del cañón. Contactamos con sumo placer con su máximo responsable, César Martín, para felicitarle y charlar largo y tendido sobre este y otros logros.
Bueno, César, antes de nada, enhorabuena por estos 500 números. Quizás la efeméride, aun siendo tan brutal, no recoja todo el calado de una trayectoria que suma ya más de 40 años de historia. Hace unas semanas conocíamos el cierre de la edición nacional de la Rolling Stone, y en los últimos años hemos visto caer también míticas cabeceras fuera de nuestro país. ¿Cómo valoras la salud actual del Popu?

La salud del Popu es excelente. Siempre hemos tenido una base de lectores muy fieles, y no me refiero únicamente a una cuestión de antigüedad. Tienes a tipos como Charli de Los Suaves que compran la revista desde el número uno y conservan todos sus Popus hasta el día de hoy, pero también hay lectores que descubrieron Popular 1 hace cuatro o cinco años y esperan cada nuevo número con el mismo nerviosismo que muchos fanáticos veteranos. Como ya sabes, me ocupo de la sección de Correo de la revista desde hace décadas, así que muchos años antes de que apareciese Internet, ya tenía una relación directa con los lectores. Gracias a las cartas, estoy al tanto de cuándo aparecen nuevos lectores, lo que les gusta, lo que no, quiénes son fiables y quiénes sería bueno que recibiesen su dosis mensual del Popu en algún sanatorio perdido en un monte.

¿Cuáles consideras que son los puntales de la publicación, y cuáles piensas que son los aspectos (lograr más publi, dotar de más contenidos a la web, etc) en los que todavía tenéis margen de maniobra y crecimiento? ¿En torno a qué tirada os movéis, y cuáles han sido los últimos números más exitosos, en cuanto a ventas o a la respuesta elogiosa por parte de vuestros seguidores?

Estas preguntas debería responderlas un directivo de marketing, no yo. ¿Qué tal si hablamos del Popu como de lo que es, algo absolutamente mágico e indescriptible? Tus preguntas sobre publi y margen de maniobra y crecimiento tienen sentido si te refieres a una revista normal, pero el Popu es cualquier cosa menos eso.

¿Qué consideras que hace diferente a Popular 1 frente a otras revistas musicales (las también longevas RockDeluxe, Ruta 66, La Heavy, o la Rock Estatal…)? ¿Echas de vez en cuando un vistazo a alguna de ellas?

¿Qué hace diferente al Popu de otras revistas? Todo, absolutamente todo. La única revista de música que me ha proporcionado entretenimiento en España, aparte del Popu, ha sido Heavy Rock en sus inicios. Titulares de portada como “Saxon - Vuelven los rompepelotas” o algo similar (de un lejano número, probablemente el primero, publicado en 1983 u 84) dejan inevitablemente una huella en tu interior. Yo era gran fan del Correo de Heavy Rock en los 80’s. Aquellas cartas en las que leías cosas como: ‘Soy un tronco de catorce leños, me paso todo el puto día en mi cueva y busco a una piba a la que le mole Judas, Maiden, Venom, Accept, UFO, Saxon, Leppard, Motör, Girlschool, Nugent, Ozzy, Van Halen, Dio, Purple, Sabbath, Schenker, KISS, Rainbow, Gary Moore, Whitesnake, W.A.S.P, Lizzy, Rush, Krokus...”. Tremendo.

Mirando desde fuera, creo que una de las señas de identidad del Popu es la oportunidad que da a jóvenes firmas para que formen parte de su redacción. En mi caso, conozco a Carlos H. Vázquez, y es una pasada verle firmar en sus páginas desde hace años entrevistas extensas y curradas a todo tipo de artistas. Esa entrada habitual de savia nueva, ¿es también parte del ADN de la revista?

Sí, claro, el Popu se renueva todo el tiempo. Redactores como Carlos H. Vázquez o Juanjo Ordás han firmado grandes artículos en el Popu en los últimos años. La gente entra en la revista de las maneras más sorprendentes e inesperadas. Lectores, músicos y todo tipo de personajes han terminado escribiendo artículos para el Popu sin proponérselo de antemano. Ahí está por ejemplo Marcus Blake de Mother Superior colaborando a menudo en la revista, u otros músicos como Lori Barbero, Texas Terri, etc., que también se convirtieron en corresponsales de Popular 1 durante una temporada en el pasado. Recuerdo estar un día charlando con Lori Barbero, comentarle que me apetecía publicar una entrevista con Lydia Lunch, y ella respondiendo: “¿Sí? ¡Pues el mes que viene se queda varios días en mi casa! ¡Ya me encargaré de entrevistarla!”.

O ahí está el caso de Jane Bainter, la mujer en la que se inspiraron Jane’s Addiction para elegir el nombre del grupo: Texas Terri la conocía desde los 80’s, y también gracias a una charla casual, terminó entrevistándola para el Popu. También ha sucedido en ocasiones que lectores veteranos han terminado convirtiéndose en redactores de Popular 1. Es algo que tiene todo el sentido del mundo. Si he de elegir entre un universitario con su título de periodista que sin embargo no ha leído el Popu en su vida, y un inadaptado social que jamás sería aceptado en una universidad pero que sin embargo lee esta revista desde que tiene uso de razón, te puedes imaginar por quién me decantaré.

Todavía estoy disfrutando de los contenidos del número 500… imagino que habrá sido todo un trabajo ponerse a recopilar textos de tantos músicos y periodistas. ¿Alguno de ellos te ha llenado de una forma especial?

Confeccionar el Popu 500 ha sido excitante. Y sí, claro, he disfrutado muchos de los textos que aparecen en este número. Leer cómo se colocaba Miguel Ríos con el olor de los discos al desprecintarlos en una tienda en la que trabajaba de joven, la admiración que siente Calamaro por Luís Alberto Spinetta, la reacción de Greg Prato (biógrafo de Blind Melon) la primera vez que escuchó “Soup”, el modo en el que Servando Carballar (Aviadro Dro) entró en contacto con el mundo de Kraftwerk... y tantos buenos textos de gente como Jordi Mena (guitarrista curtido en mil batallas, actualmente miembro de la banda de Bunbury) sobre Flying Burrito Brothers, Michel Huygen sobre Klaus Schulze, Loquillo sobre Phil Ochs, Bunbury, Gurruchaga y Sherpa sobre The Beatles, Rick Parfitt (Status Quo) sobre Neil Young, Paco Pérez Bryan sobre Nirvana...

Uno de los géneros musicales que siempre tengo olvidados es el Progresivo, y precisamente gracias a las reseñas que aparecen en este número dedicadas a Yes, Amon Düül II, King Crimson y compañía, estoy escuchando de nuevo algunos de esos discos, que a continuación volveré a guardar en algún armario hasta dentro de unos cuantos años.

Y ya puestos, permíteme que me ponga un poco cotilla y te pida que nos adelantes algunas de las firmas que no han podido entrar en este número y lo harán en el de septiembre…

Si adelanto lo que aparece en el próximo número, se pierde la magia, amigo. Sólo te diré que mi texto favorito es el que ha escrito Salvador Domínguez, mi guitarrista preferido de este país y un tipo al que siempre disfruto leyendo, tanto en entrevistas como en sus excepcionales libros.

En este número 500 dedicas unas líneas a uno de tus discos favoritos de todos los tiempos, obra de T. Rex (el interesado en conocerlo que se haga con un ejemplar). Otra de las grandezas de Popular 1 es su apertura de miras: soy gran fan de Bunbury y me encantó vuestra entrevista de hace unos meses, pero bastó con entrar en vuestro Facebook para comprobar que fue polémica ya que algunos no entendían qué hacía “ese artista” copando la portada cuando, como decía, vuestro eclecticismo es uno de los puntos fuertes de la cabecera, ¿no?

Elegí un disco de T. Rex por motivos sentimentales relacionados con el Popu. Marc Bolan fue uno de los primeros rockstars internacionales que apareció en portada de Popular 1, y debía formar parte del Popu 500. Increíblemente, nadie comentó ninguno de sus álbumes, así que fue un placer hablar de él y de uno de sus discos más emblemáticos. En lo referente al eclecticismo del Popu... Sí, claro, ese es uno de los puntos que convierten a esta revista en algo tan especial. Ver a Bunbury en portada de una revista de rock española es algo lógico, pero ya sabes, en nuestras portadas han reinado personajes que uno no imaginaría encontrarse nunca en una revista musical: Elvira, Ginger Lynn, Tony Manero, Al Pacino, David Lynch, Sasha Grey... Ya desde los inicios con portadas dedicadas a “Rocky Horror Picture Show”, quedó muy claro que el Popu era una publicación inclasificable. Y, por fortuna, lo sigue siendo.

Volviendo a Bunbury... ¿dónde está el problema? Dejando al margen el detalle de que ha sido siempre lector de la revista, como decía es lógico ver a alguien como él en portada de una revista de rock española.

El Popu no es sólo música… de hecho, tu sección, absolutamente recomendable, es de lo más variopinta en cartas y demuestra también el amplio espectro de lectores con el que contáis, algunos veteranos y extremadamente fieles. Tiene que ser un subidón leer cartas de gente que os sigue desde hace décadas, ¿verdad?

Por supuesto. Recibir cartas cada semana de gente que en muchos casos respeto más que a cualquier periodista e incluso considero amigos en la distancia, es algo muy inusual que siempre he valorado mucho. En una época, este asunto de las cartas llegó a ser preocupante para mí, porque me provocó un trastorno extraño. Esperaba esas cartas cada día con ganas, y si una semana recibía menos misivas de lo habitual, era un bajón. Era un crío arrogante y necesitaba los elogios, los ataques, los regalos en forma de datos sorprendentes o de confesiones excitantes, sin olvidar la ocasional foto de alguna lectora desnuda o cartas que escondían vello púbico y compresas usadas...

Todas las misivas eran físicas, podía palparlas, y de hecho las guardaba en sacos y las conservaba durante meses. Hoy en día sigo recibiendo muchas cartas, más incluso que antes porque ahora es más fácil enviar un texto por e-mail (aunque siguen llegando cartas físicas)... y disfruto el juego tanto como en el pasado, pero soy menos impresionable con los elogios y los ataques. Que alguien me diga que soy maravilloso o que soy la peor escoria de la tierra, no me afecta, pero siempre aprecio una historia personal contada con honestidad, y ese tipo de cartas son las que más abundan.

Para ir terminando, no sé si quinientos números más, pero para tranquilidad de los que os seguimos mes a mes, dinos que hay Popu para rato…

Pues claro que hay Popu para rato, hombre. Sólo acabamos de publicar nuestros primeros 500 números. Hoy sin ir más lejos, se me acaba de ocurrir una nueva sección absurda y ya he escrito la mitad. Aparecerá en septiembre. Es una sección que nos permitirá escribir sobre cosas que no aparecen a menudo en la revista, como sucede con Mondo Video, otra sección reciente. La cosa va así: abro un armario, trasteo discos, libros, videos y juguetes, y de pronto surge la idea de una nueva sección ridícula.

Sé que eres un tío muy inquieto, así que me gustaría ser un poco aprovechado y pedirte que me (nos) recomendaras alguna lectura musical para este verano.

No sigo especialmente la actualidad de libros musicales. Estoy al tanto de los nuevos títulos que se publican, pero tengo tantas lecturas atrasadas, que no puedo centrarme sólo en la actualidad. Hay muchas autobiografías recientes que pintan bien: Marky Ramone, John Lydon, etc., pero yo voy a mi ritmo. El libro de rock que estoy leyendo esta semana es “You Can’t Always Get What You Want” de Sam Cutler. Este caballero fue tour manager de Grateful Dead y The Rolling Stones en sus años de máxima gloria, y habla de episodios tan polémicos como el famoso festival de Altamont. El libro se publicó en 2008 y lo tengo desde hace años, pero he tardado en encontrar el momento perfecto para leerlo. La verdad es que es un placer seguir los relatos históricos de este hombre con la banda sonora adecuada.

Si quieres añadir algo más…

Sí, quiero dedicarle esta entrevista a Hervé Villechaize. ¡Siempre en el recuerdo!


Carlos Molina

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Casi nueve años escribiendo en el blog, muchas reseñas, muchos artículos, varias entrevistas y todas interesantes. Pero en esta ocasión podemos afirmar sin riesgo a parecer exagerado, que estamos ante uno de los momentos más especiales de este blog en toda su vida. César Martín no es cualquiera, es el encargado de que el Popular 1 nos haya alegrado la vida desde hace décadas. Nunca podría haber pensado que fuese a acceder a una entrevista con nosotros, y sin embargo, aquí está. César Martín, The Man... un auténtico storyteller, pero ante todo, un tipo entrañable.

500 números, César, ¿en algún momento durante todos estos años esperabas no ya llegar si no dejar atrás tantos números de la revista?

No, claro que no. El paso del tiempo no tiene ningún sentido, así que procuro no pensar en ello. Un día estás viendo a Stiv Bators en directo y al siguiente han pasado 25 años de su muerte... ¡no tiene ningún sentido! Es grande que se hayan publicado ya más de 500 números de Popular 1, pero lo importante es el día a día, no pensar en el pasado o el futuro. Me hace muy feliz tener a Glenn Danzig en portada del Popu de Diciembre. Eso es lo único que importa.

¿Cómo fueron tus comienzos? Me imagino que comenzar a escribir en la revista de tus padres debió ser algo natural.

Sí, fue algo natural y nada meditado. Empecé a escribir por accidente y supongo que en mis primeros años como redactor conseguí irritar a la mayor parte de los lectores de los 70’s, que de pronto tenían que aguantar a un crío escribiendo constantemente sobre W.A.S.P. y Mötley Crüe. 

Como decía, escribir para ti sobre música debió ser natural, e igualmente, interactuar con músicos y estrellas debió ser algo normal desde pequeño, ¿quién te sorprendió más en aquellos años?

He crecido dentro del negocio, así que nunca vi a los músicos como si fuesen extraterrestres. Desde que llegué al mundo, estuve rodeado de músicos, periodistas, fotógrafos, modelos, lectores y personajes curiosos del mundillo musical. Esa era la gente con la que yo me sentía a gusto. Hace poco precisamente, Salvador Domínguez, mi guitarrista favorito de este país, ¡me comentó que nos conocimos en Enero de 1978!, cuando yo era un niño. Lo realmente complicado para mí era convivir con niños normales en la escuela, porque no tenía nada en común con ellos. Cada concierto al que me llevaban mis padres, era una aventura que a la mañana siguiente no podía compartir con mis colegas de clase. Podíamos hablar sobre ‘Starsky y Hutch’ o sobre ‘Los hombres de Harrelson’, pero si les contaba que la noche anterior había visto a Wilko Johnson tocando con Ian Dury o había llegado a un festival en el mismo instante en el que Tequila recibían una lluvia de latas, no habrían entendido de qué diablos estaba hablando.

Sin olvidar lo extraño que resultaba ir a un pabellón de deportes con tu madre y que montones de melenudos la señalasen excitados y la saludasen. Para todos esos rockeros, Bertha era un icono, pero para mí era simplemente mi madre y tardé un tiempo en entender la situación. Una de mis experiencias favoritas de aquellos años fue visitar a Motörhead en los camerinos del Palacio de Los Deportes de Barcelona cuando vinieron en la gira de ‘Another Perfect Day’. Para un niño era impactante entrar en un camerino y tener de pronto ante ti a Lemmy, Philthy Animal Taylor y Brian Robertson. Aquellos tipos eran como forajidos. Esa fue una de esas experiencias que te marcan de por vida. No se mostraron especialmente intimidantes, pero tenían un aura de peligro que he visto pocas veces en el Rock. 

¿Qué es para ti lo más gratificante de escribir y sacar adelante la revista?


Crear cada nuevo Popu de la nada es un privilegio. A mí me sigue emocionando esta revista. Soy consciente de la suerte que tengo al poder dedicarle la portada a Glenn Danzig o a Michael Monroe en lugar de Bono o Adele. De pequeño, esta revista era mi refugio del mundo, mi jardín de juegos... Al salir del colegio, iba corriendo al almacén de revistas, y leía los especiales de Led Zeppelin o recortaba fotos de Keith Richards. Y siento que hoy en día sigo haciendo lo mismo, pero a mayor escala. En estos momentos no tengo ni idea de cuál será nuestra portada de Enero y eso es grande. Quizá Rubén Vilar se encuentre a Lemmy en el water del Rainbow y acabe entrevistándole en su casa o Marcus Blake consiga una audiencia privada con Ringo Starr. ¡Ni idea! El Popu está más vivo que nunca y eso es excitante. 

La relación con los lectores en Popular 1 no es la habitual, la frase “es una revista hecha por y para fans” es recurrente, pero es que siempre ha sido así.

Sí, claro. Creo que eso es evidente. A veces oigo hablar a redactores de otros medios (no me refiero necesariamente a revistas españolas) y me deprimen. Este negocio quema, y es habitual encontrarte a periodistas que hablan como si estuviesen de vuelta de todo. No sienten nada. Se burlan de los músicos, van a los conciertos a echarse una risas con otros periodistas tan quemados como ellos y proclaman a los cuatro vientos con orgullo que ‘no son fans de nada’. El Popu no podría estar más lejos de eso, y buena prueba de ello es que algunos de nuestros redactores empezaron escribiendo cartas al Correo de la revista. Empezaron siendo fans de la música y de la revista, y lo siguen siendo ahora que firman reportajes de portada.

Ya me contarás tú si hay un solo periodista en España que pueda escribir un reportaje más completo sobre Michael Monroe que Charly ‘90, ¡es imposible! Alguien como él, que empezó siendo lector y enviando cartas cada mes a la revista, es un auténtico experto en todo lo relacionado con Hanoi Rocks, Johnny Thunders, Dead Boys y compañía, y lo sigue viviendo como un fan.

¿De verdad has tenido “stalkers”?

Sí, por supuesto. ¡Un saludo desde aquí a todos ellos!.

En el blog, con motivo de los 500 números del Popular 1, invitamos a participar a varios lectores (como por ejemplo a Kike Campos, Cris/Morticia…) y todos coincidíamos (siendo de la misma generación) en que la revista fue fundamental para gente que no vivíamos en entornos digamos rockeros, en una época en la que no había internet y no teníamos acceso a información… La revista era como un amigo fiel que siempre estaba ahí, mucho más que una simple revista. ¿Eres consciente de la importancia que ha tenido la revista para mucha gente?

He pasado treinta años respondiendo cartas de lectores, y he conocido a muchos de ellos en persona, así que evidentemente soy consciente de ello. Esta revista es como una de esas bandas underground que no reciben la atención de los grandes medios, pero que cuentan con los mejores fans del mundo. Podría escribir un libro entero sobre mis experiencias con lectores: esas cartas que nunca verán la luz por ser demasiado personales, esos encuentros con lectores absolutamente freakys pero muy entrañables... Que un tipo con físico de levantador de piedras se te acerque, grite: ‘¡Cesar! ¡Joder!’ y directamente te suelte un puñetazo en el hombro (en señal de afecto) que dolerá el resto del día, es un buen ejemplo de la relación tan visceral que tienen algunos lectores con el Popu.  

Preguntarte por entrevistas favoritas es complicado a estas alturas, pero me gustaría que me dijeras algo sobre las entrevistas a algunos de estos artistas:


Lux Interior/Poison Ivy: Mi pareja favorita del Rock’n’Roll y el encuentro más emocionante que he tenido con dos músicos en esta vida. Ellos siempre fueron un modelo a seguir para mí, y resultó muy emotivo comprobar que en su vida privada eran justo como yo había imaginado. Amaban todo lo que yo amo, eran reales, genuinos. Vivían para su colección de discos, películas, libros... No les importaba nada el dinero, no estaban interesados en explotar su leyenda. Podrían haber colaborado con muchas grandes estrellas y su popularidad se habría triplicado, pero preferían invertir su tiempo en cosas más provechosas, como tomar fotos tridimensionales o pasear por los barrios latinos de Los Angeles y espiar a las cholas mexicanas. ¡No tenían ni manager! El día que pasé en su casa desearía que no hubiese terminado nunca. Pienso a menudo en Ivy. Espero que esté bien. 

Marilyn Manson: Conocer a Marilyn Manson en la gira de ‘Antichrist Superstar’ fue una experiencia curiosa. Era una banda hecha a mi medida, por lo menos en aquella época, y fue excitante verles presentando aquel álbum en América, entre amenazas de bomba y legiones de críos que se disfrazaban como ellos y veneraban a Manson como si fuese un Dios. Sin embargo, conocerle fue decepcionante. Manson aún era bastante joven y le faltaba experiencia. La primera entrevista se la hicimos en Rochester, tras verle el día anterior en Asbury Park.

Yo llevaba un cuestionario larguísimo, y sin embargo nos sobró tiempo porque Manson se quedó en blanco varias veces durante la entrevista. Cuando finalicé mi cuestionario, aún quedaban quince minutos del tiempo pactado, ¡así que acabamos hablando de alquileres de casas! Manson quería alquilar un piso en Los Angeles al finalizar la gira y nos preguntó sobre los precios del mercado. Si a eso le sumamos el detalle de que cada vez que mi padre se dirigía a él, Manson se ponía nervioso, la verdad es que salí muy poco impresionado de ese camerino. No fue exactamente como conocer a Lemmy de niño. Sería mucho más interesante hacer una entrevista en profundidad con él hoy en día. Aunque esté acabado artísticamente, ha vivido mucho, se ha cultivado, ha conocido a gente increíble y lleva ya un buen puñado de años en una espiral sin fin de excesos y decadencia. Me encantaría hablar con este tipo de todo eso. 


Mary Woronov: Una de mis entrevistas más esperpénticas en Los Angeles. Supongo que ya leíste el artículo en su momento. Algo que empezó con muy mal pie, con Mary gritándome en un coche y pisando el acelerador histérica, terminaría entre risas y copas de vino en un restaurante italiano. En este caso quien tal vez no estuvo a la altura de las circunstancias fui yo. Woronov había vivido diez vidas en una, es un personaje extremo y no le salió de los ovarios ser simpática y cercana con el redactor de una revista española de la que no había oído hablar en su vida.


Yo estaba muy mal acostumbrado, hasta ese momento todas mis entrevistas en Los Angeles habían salido muy bien y no me gustó que Mary Woronov me tratase a patadas. Mi truco barato en esos viajes era llevar siempre una maleta llena de botellas de vino español y obsequiaba a cada artista con la botella de turno en el momento de conocerlos, lo cual facilitaba bastante las cosas. Cada vez que tenía que abrir la dichosa maleta en los aeropuertos, los polis americanos no entendían nada al ver diez botellas de vino envueltas en camisetas de Iron Maiden, pero merecía la pena pasar ese mal trago. A Mary sin embargo no se le ablandó el corazón ni con mi botella de vino, pero al final se abrió por completo y la historia tuvo un final feliz. En ese mismo viaje conocí también a Mink Stole, la musa de John Waters, le expliqué cabreado como un niñato lo sucedido con Woronov, que era amiga suya, y me pidió que entendiese que se trataba de una persona que no había tenido una vida fácil.


Ginger Lynn: Conocer a Ginger Lynn fue para mí como conocer a Marilyn Monroe. De hecho, ella fue mi Marilyn Monroe de los 80’s. El primer encuentro fue en el Festival Erótico de Barcelona y me habría conformado con eso, así que tener la oportunidad de salir por Barcelona con ella, fue algo increíble. La entrevista duró dos días. Hicimos una entrevista normal de una hora en su hotel, pero tenía tantísimas cosas que contar que le propuse que siguiésemos grabando charlas cada vez que estuviésemos en un trayecto en coche, un bar, etc. Y claro, cuando Ginger se despidió de mí y de los redactores que me acompañaron en esta aventura, todos estábamos perdidamente enamorados de ella. Le dije que un mes después tenía previsto visitar Los Angeles, y sorprendentemente me dio su tarjeta personal y me pidió que la llamase. ¡Algo así cruzaría los cables de cualquier hombre heterosexual! Evidentemente no esperaba que terminase siendo mi novia, pero la idea de quedar con Ginger Lynn en Hollywood, aunque sólo fuese para tomar un café, no sonaba nada mal. Y días antes de partir, me armé de valor y marqué el número de teléfono de su casa.

Lo que sucedió a continuación fue una buena lección para mí. Ginger se mostró molesta con esa llamada, casi como si hubiese conseguido su número a través de terceras personas, y a pesar de todo accedió a reunirse conmigo en Los Angeles, pero obviamente nunca volví a marcar su número. Es el problema de conocer a uno de tus iconos personales y recibir un trato tan familiar. Es importante no olvidar que estás tratando con una estrella, una leyenda, y no sólo no vas a ser su amigo, sino que ni tan siquiera habrá un segundo encuentro, ¡y está bien así!, ¡es lo lógico! En alguna parte, entre mis muchos fetiches absurdos, tengo por ejemplo la tarjeta personal de Duff McKagan. ¿Sería inteligente marcar su número de teléfono? ¡No!.

Glenn Danzig: Con Glenn Danzig uno nunca va a tener ese problema. Desde luego, no es un tipo que se abra con alguien a quien no conoce. En mis encuentros con él me he encontrado al mismo Danzig arrogante que vemos en los escenarios, en las sesiones de fotos y en los video-clips, lo cual me parece fantástico. De hecho, es un tipo divertido. Sabe que su personaje intimida y juega con esa imagen. El día que conocí a Glenn Danzig y le entrevisté en un festival europeo, me acompañaba un colega que se encontraba en esos momentos precisamente en plena crisis de identidad. Mi amigo se había casado y acababa de tener un hijo, ¡pero un mes después anunciaría que era gay, dejaría a su esposa y se liaría con un tío! Ahora entiendo que durante la entrevista mi colega fuese un manojo de nervios. Se encontraba en pleno trance personal, tratando de decidir si dejaba a su mujer y a su hijo, y la verdad es que un encuentro con La Bestia no era lo más aconsejable para él en esos momentos.

Ni que decir tiene que Glenn disfrutó enormemente el nerviosismo de mi amigo. Danzig suele hacer algo en las entrevistas que es muy jodido: cuando no le gusta una pregunta, simplemente no responde. Se te queda mirando a los ojos con una media sonrisa y eso es francamente incómodo, aunque después de hacerlo varias veces, empieza a resultar gracioso. Hablo por mí, porque mi colega entraba en pánico cada vez que Danzig no abría la boca. En fin, fue un encuentro bastante memorable. La siguiente vez que le vi fue, de manera accidental, en el jardín de su propia casa en Los Angeles. Y de nuevo, Danzig se mostró totalmente arrogante. Esa vez Glenn ni siquiera me dirigió la palabra, ¡sólo hablé yo mientras él me miraba desafiante! Y por cierto, un detalle cachondo: la entrevista con él que puedes leer en el Popu de Diciembre y que le ha hecho Tony Sanders, casi no se lleva a cabo porque  parece ser que el día antes golpeó a un fan, y tras el incidente decidió suspender toda la promoción de su nuevo disco durante casi una semana. ¡Está claro que el amigo Glenn no baja la guardia!.

Hablando de entrevistas, ¿volvisteis a hablar con Lemmy tras la entrevista que acabó en desastre de Vidal Buchs???

Hemos entrevistado muchas veces a Lemmy desde aquella ocasión. Durante varios años, cada vez que Lemmy se encontraba con alguien del Popu, le preguntaba si conocía al redactor que le había ofendido, JMª Vidal Buchs, pero ha pasado mucho tiempo desde entonces y obviamente ha olvidado el incidente. En realidad, JMª no hizo nada terrible. Simplemente le preguntó si  había tenido relaciones con Wendy O. Williams. Hoy en día Lemmy habla abiertamente de su romance con Wendy en las entrevistas.

¿A quién te habría gustado entrevistar y no has podido… o crees que no conseguirás entrevistar? ¿Dylan? ¿Julio Iglesias? ¿Ringo?


Eddie Nichols de Royal Crown Revue me preguntó eso mismo una vez. Fue el día que nos conocimos en Los Angeles. Tras pasar todo el día dando vueltas en su coche, me llevaba de regreso a mi motel chungo de Hollywood Boulevard y me preguntó cuál era mi entrevista soñada que no había podido hacer realidad. No tuve que pensarlo dos veces: Mickey Rourke. Eddie se mostró sorprendido. Recuerdo que dijo: ‘Really?’, y se ofreció para presentarme él mismo a Mickey. ‘Dame un par de días y podemos arreglarlo’, comentó. Eddie conocía a Mickey Rourke a través de un amigo común que hacía tatuajes. El día que le conoció, fue precisamente en la tienda de su colega. Eddie estaba dentro y de pronto vio al mismísimo Mickey Rourke en la calle, echando un vistazo a los diseños de tatuajes del escaparate.

Por desgracia, Eddie necesitó tres días para organizar el encuentro, y precisamente el tercer día yo debía coger mi avión hacia España. Así que no sucedió, pero habría sido el momento idóneo para conocerle, porque fue antes de rodar ‘El luchador’, Mickey no tenía trabajo y era totalmente accesible. También sería grande poder entrevistar a Axl Rose, Bob Dylan, Christopher Walken, John Mellencamp, Harvey Keitel... Y no diría que no a una entrevista de dos días con Charlie Sheen, con todo lo que ello implicaría. Ginger Lynn fue su novia y me comentó que no ha conocido a nadie más excesivo en su vida.

Hace unos días se cumplían los 20 años de la muerte de Shannon Hoon, en el blog le hemos dedicado una semana entera con artículos de varios amigos recordándole como se merece. Tú llegaste a charlar con él una vez entre bastidores de un festival, ¿verdad? ¿Cómo era?

Le conocí en los conciertos que ofrecieron Blind Melon junto a The Cult y Guns N’Roses en Milton Keynes. Fue un encuentro muy breve. Shannon estaba sentado, charlando con alguien. Recuerdo que llevaba un libro de Aleister Crowley. Le saludé y le pedí que posase con el libro para nosotros. Eso fue todo. Se mostró encantador. Era la gira de presentación del primer disco de Blind Melon y Shannon me impresionó mucho en directo. Pude ver todo el concierto desde el foso de fotógrafos y era como tener ante ti a una leyenda del Rock. Ya tenía ese aura, aunque fuese su primer tour internacional. 

Por la revista han pasado multitud de redactores, ¿por qué el staff del popu es tan cambiante?

¡El staff del Popu es tan cambiante como la propia vida! ¿Por qué cambia la vida? ¿Alguien tiene una respuesta para eso? No sé, tío, la gente viene y va... Una anécdota: me encontraba a principios de los 90 con JMª Vidal Buchs en Londres, en una furgoneta de Geffen en dirección a un hotel para entrevistar a Izzy Stradlin, que presentaba por aquel entonces su primer álbum en solitario, y el responsable de la compañía me preguntó por qué no llevábamos fotógrafo... Un pregunta razonable que sin embargo no tenía una fácil respuesta, porque mi fotógrafo acababa de desaparecer y estaba en Africa tomando fotos de monos...

Uno habría imaginado que fotografiar a Izzy Stradlin en esa época era suficientemente atractivo para un fotógrafo de Rock, ¡pero este hombre prefirió tomarles fotos a unos putos monos! ¿Cómo voy a controlar yo eso? ¡Es la vida! Súmale a esto, en otros casos, subidones vertiginosos de ego, paranoia, choques de personalidades o simplemente pérdida de interés... y seguro que te encontrarás con algunos cambios en el staff a lo largo de 42 años. No todo es dramático, también hay redactores que se toman un descanso y regresan años después, como Joaquim Valls recientemente, por ejemplo. 

¿Cómo ves la situación del rock en la actualidad? Hay dos vertientes muy marcadas. Una, muy típica de gente que se educó en los 90’s, se queja de que ya no hay grandes bandas, no hay un gran movimiento que vuelva a poner al rock en primera plana. Otra, la mía, cree que la música en general, el rock en particular, nunca va a morir y que siempre habrá músicos y grandes artistas, siempre habrá alguien dispuesto a engancharse un guitarra. Simplemente la situación ha cambiado, ahora no hay industria y el self-made y el girar sin parar se impone. Y a pesar de todo, redes sociales, internet, descargas… ahora siento que la música es más real, nadie se mete ahora para hacer millonario, es más complicado encontrarte unos nuevos Creed o unos Nickleback. 

¿La música es ahora más real? ¿No te parecía real lo que hacían Jerry Lee Lewis o Iggy & The Stooges? Yo escucho ‘Fun House’ y no pienso en industria ni en compañías de discos, lo que me llega es una patada en la cara. Por Dios... seamos serios, amigo, estamos viviendo una situación de mierda y punto. Es lo que hay. ¿La destrucción de la industria musical es algo positivo para la música? El ‘self-made’, como tú lo llamas, es la única alternativa que les queda a miles de bandas, pero te puedo asegurar que muchas de ellas no se sienten nada felices con la situación. Tengo a muchos amigos en bandas underground americanas y odian lo que está sucediendo.

Sé de primera mano que muchos de esos grupos que amo, grabarían discos a menudo si contasen con el apoyo de una discográfica, pero teniendo en cuenta cómo están las cosas, muchos prefieren limitarse a tocar en directo, o simplemente se separan. No te estoy contando algo que haya leído en un foro o en una revista de tendencias, me lo cuentan los propios músicos. Las cosas ya nunca jamás serán como antes, pero por lo menos, la gente debería comprar en los conciertos los discos de los grupos a los que siguen, si los precios son razonables.


Bueno, me refería a los últimos tiempos. Si pensamos en grupos clásicos, obviamente sin una industria atrás no estaríamos ahora hablando. El problema es que la gente sigue esperando a unos Stones o Beatles, y dudo que vayan a aparecer, pero bandas buenas hay, y de hecho es inabarcable la cantidad de buena música que hay ahí fuera, que sumado a todo ese material antiguo que aún no conoces, eso, para algunos de nosotros, es muy excitante. 

Por supuesto que sigue habiendo buena música. ¡Siempre habrá buena música!.

Grupos especiales en tu vida los conocemos más o menos todos los que hemos venido, pero me gustaría que dieras una opinión rápida de algunos grupos/discos especiales del blog:

Guns N’ Roses: Una de las bandas de mi vida. Me enteré de su existencia en un viaje a L.A. en Mayo de 1987, tres meses antes de que se publicase ‘Appetite For Destruction’, y ya captaron mi atención sin escuchar una sola de sus canciones, sólo por su imagen y por sus declaraciones en la prensa local. Aunque soy gran fan de ‘Use Your Illusion’, mis Guns favoritos son los de los 80’s.

Blind Melon: Otro grupo que me marcó en su momento. Lo de Blind Melon era pura magia. Aún escucho sus dos primeros discos a menudo.

The Black Crowes: Ha sido un enorme placer seguir a The Black Crowes desde su primer disco. Fue muy especial verles por primera vez en su gira de ‘Shake Your Money Maker’ en Donington ‘91. Pese a su juventud, desprendían un carisma increíble. Chris Robinson es uno de mis vocalistas favoritos de la historia. Tengo un gran recuerdo también de las giras de ‘The Southern Harmony and Musical Companion’ y ‘Amorica’. El momento en el que dio inició el concierto de presentación de ‘Southern Harmony’ en la sala Zeleste de Barcelona y Chris lanzó su sombrero al público, lo recordaré siempre. Esa fue una de las grandes noches de Rock’n’Roll de mi vida. Lo que está sucediendo ahora entre Chris y Rich es muy triste. No tiene ningún sentido.

Humble Pie: Crecí amando a Humble Pie. Los discos de esta banda formaban parte de la colección familiar y yo adoraba la voz de Steve Marriott. De niño me gustaba mucho también su disco en solitario.

Ike & Tina Turner: Otros colosos. Amo todo lo que hicieron. La propia Tina nunca se explicó por qué eligió como pareja a un tío tan feo, ¡pero ojalá hubiesen seguido juntos dos décadas más!.

The Small Faces: Gran banda, pero yo soy más de Faces que de Small Faces. ¡Es lo que hay!.

Monster Magnet: Fue muy excitante cubrir a Monster Magnet para el Popu en los tiempos de ‘Superjudge’, cuando ni un solo medio español conocía su existencia. Tras alcanzar una cierta repercusión con ‘Dopes to Infinity’ y ‘Powertrip’, estos tipos parecían indestructibles. Recuerdo que a menudo me preguntaba cuánto tiempo podría aguantar Dave Wyndorf siguiendo ese ritmo de excesos y de giras interminables, y me alegro que no se quedase en el camino. Hoy en día, Monster Magnet vuelven a estar en muy buena forma. ‘Last Patrol, su disco de 2013, es lo mejor que han grabado desde ‘Powertrip’. 

Hubo un momento en que los blogs parecían que iban a comerse al mundo editorial, pero evidentemente se quedó únicamente en una moda y al final quedamos los que realmente disfrutamos de esto, sin mayores aspiraciones. ¿Qué opinión tienes del mundo de los blogs? ¿Sigues alguno? ¿Has leído alguna vez algo del nuestro? 

¿Los blogs parecía que iban a comerse el mundo editorial?, ¿realmente? Yo nunca lo vi así. Pero me parece genial que haya centenares de blogs en Internet. Los blogs que yo sigo no suelen ser musicales. Me gustan cosas como www.wtfjapanseriously.com, lástima que no lo actualicen a menudo. Soy fan también desde hace años de www.everythingisterrible.com, ¡es increíble la enorme cantidad de basura psicotrónica que uno puede encontrar ahí! Sin embargo, prefiero pasar mi tiempo leyendo libros, cómics y revistas, y viendo películas. Intento limitar mi tiempo en Internet al máximo.

Quizá mi afirmación haya sonado algo exagerada, pero quería hacer referencia a que la gente ha salido del círculo cerrado de las publicaciones escritas, ya la gente no se tiene que ceñir a una revista en particular, las posibilidades son infinitas, y sin embargo, entre tanta cantidad de material hay que rebuscar mucho para encontrar calidad. En cualquier caso, en los últimos tiempos te has volcado en una nueva actividad, el anti-karaoke. ¿Qué te aporta respecto a la revista? ¿Necesitabas algo nuevo, aire fresco respecto a la revista? ¿Ha tenido que ver con una cierta reducción de tu participación como redactor en la revista?

He estado haciendo Anti-Karaoke durante diez años. Es un show que surgió por accidente, igual que mi carrera periodística. Y si escribo ahora menos que antes en el Popu no es porque haga shows. Simplemente la vida te lleva por un camino o por otro. Pero sí que es cierto que los shows fueron un buen cambio de aires con respecto a la revista, y tal vez gracias a hacer shows constantemente, valoro más el Popu y sigue siendo tan excitante crear cada nuevo número. Sin olvidar algo importante... ¡gracias a Anti-Karaoke pude conocer a Totus Tuus en persona!.

Cuéntame cómo fué conocer a ese gran totem populero!!

Sobre Totus Tuus... Le conocí en un Anti-Karaoke hace probablemente siete años. Vino a la cabina de sonido y se presentó. En su momento no tuve claro si era realmente él o no, aunque parecía muy sincero. Y bien, volví a coincidir con él en un show este verano, me recordó ese encuentro, y sí, no hay duda, es Totus Tuus! Un tipo muy agradable, por cierto.

Muchas gracias César.




10 aniversario de Popular1

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