Puede resultar extraño que un amante de la buena música se entere a las cuatro de la madrugada de un aniversario tan entrañable como los 60 años de la creación del programa 'Caravana musical' con sus 'Series doradas', del inolvidable locutor Ángel Álvarez,
Miguel Ríos escribió: «su voz era tan sugerente y tan extraterrestre su forma de decir Bob Dylan, Johnny and the Hurricanes, the Everly Brothers que quedé fascinado con el poder hipnótico de su susurro». Algo similar nos ocurrió entonces a miles de sus seguidores al escuchar a través de su programa a Ricky Nelson, Billy J. Kramer & the Dacotas, The Beach boys, Cilla Black, Mel Carter, The Seekers, Manfred Man, Eddie Cochram, Kyu Sacamoto y The Ventures, por citar algunos ejemplos.
Según relata el propio Ángel Álvarez en una grabación con temas originales de sus 'Series doradas' editado por EMI-Odeón en 1999, todo comenzó en la primavera de 1960, «cuando me enamoré de la ciudad de los rascacielos que por cierto, encontré más altos de lo que esperaba». Volaba a Nueva York regularmente como 'smooth operator' (algo así como radionavegante) de Iberia en el morro de un cuatrimotor Super Constellation, el más bello aeroplano de la aviación comercial que cruzaba el Atlántico, cuando la comunicación vía satélite sólo era un sueño. Pero lo verdaderamente super para él eran «las melodías que escuchaba a través de la radio, los festivales musicales en Broadway, los American Bandstands de Dick Clark, los musicales de Arturo Godfrey y el show de Perry Como».
Elvis aún centraba la atención de los jóvenes y aunque el furor del rock no ha decaído desde entonces, era hora de cambiar y Ángel Álvarez propició ese cambio. La juventud de este país, donde se sentían con fuerza la copla y el pasodoble, comenzó a entusiasmarse con los temas que el locutor emitía en 'Caravana', como 'The young ones' de Cliff Richard, 'A hundred pounds of clay' de Gene McDaniels o 'You don't now' de Helen Shapiro (Lodres 1946) que vendía millones de discos en Inglaterra, EEUU y Australia mientras que «aún asistía a la escuela y debía estar en casa antes de las diez de la noche según las leyes inglesas».
Pasado más de medio siglo, de todo aquello nos queda el loable esfuerzo de Manolo Fernández en RNE y la susurrante voz del inolvidable locutor en la grabación de EMI-Odeón diciendo: «Hola; te habla Ángel Álvarez; al fin mi auténtico sueño se ha hecho realidad, la leyenda de los series doradas, nacida a bordo de la vieja carreta de Caravana y después, volando más alto, en el Vuelo 605, se ofrece ahora en una serie llamada Vuelo 605 series doradas, en ella están los auténticos medallas de oro en la música de los jóvenes, que continúan brillando en el firmamento de las estrellas.
Comienza el desfile». Y el desfile no puede comenzar mejor que con 'Wonderful land' (1962) de The Shadows, el grupo que acompañaba a Ciff Richard, al que todos querían imitar y no era de extrañar con instrumentistas como Jet Harris, Bruce Welch, Tony Mechant y los inconfundibles solos de guitarrra de Hank B. Marvin.
Ángel Álvarez falleció el 22 de agosto de 2004, dos meses después de despedirse de sus incondicionales en M-80 Radio y tras mantenerse en las ondas durante 44 años. Su mítico 'Vuelo 605' se había convertido en el programa musical más veterano de la radiodifusión española. Entonces decidí seguir su consejo: «Abónate a escuchar mi colección 'Series doradas'. Vivirás grandes recuerdos y transmitirás a los tuyos la sincera belleza de unas canciones que nunca mueren. Y esa fue la razón por la que me enteré a las cuatro de la madrugada de un aniversario tan entrañable
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